Material Particulado (PM10 / PM2,5) - tubuensitio

Material Particulado (PM2,5 / PM10)

Material particulado (PM2,5 y PM10)

Se denomina material particulado a una mezcla de partículas líquidas y sólidas, de sustancias orgánicas e inorgánicas, que se encuentran en suspensión en el aire.

El material particulado forma parte de la contaminación del aire. Su composición es muy variada (dependiendo de las fuentes) y podemos encontrar, entre sus principales componentes, sulfatos, fosfatos, nitratos, amoniaco, cloruro sódico, carbón, polvo de minerales, cenizas metálicas, hidrocarburos, metales como el plomo, aluminio o cadmio, microorganismos, dioxinas, plaguicidas, etc.. Dichas partículas además producen reacciones químicas en el aire.

Estas partículas son de dimensiones tales que no son detectables de forma aislada a simple vista y presentan un tamaño variable que oscila desde 0,005 a 100µm (1 µm o micra, es la millonésima parte del metro)

Cuando hablamos de calidad del aire, el material particulado (PM) en el aire, se cataloga en función del tamaño de las partículas, así tenemos:

  • PM2,5 à Conocidas como polvo fino, su tamaño es igual o menor a 2,5µm. Su reducido tamaño les permite llegar a los bronquiolos y alvéolos pulmonares y pasar al torrente sanguíneo por lo que pueden, potencialmente, dañar cualquier órgano o sistema.
  • PM10 à Son las partículas de mayor tamaño y tienen un diámetro aerodinámico de 10 µm o inferior. Su mayor tamaño hace que se depositan en las vías respiratorias superiores (nariz), en la tráquea y en los bronquios.

La mayoría de las partículas en el aire originadas por la actividad humana tienen un tamaño que oscila entre 0,1 y 10 µm, tamaños considerados peligrosos para la salud dado que pueden inhalarse con facilidad y penetrar en el sistema respiratorio.

El número de partículas en el aire, se expresa en peso de partículas (de un diámetro X) por volumen de aire (en mg/m3 o μg/m3). Las partículas más grandes permanecen menos tiempo suspendidas en el aire y recorren distancias más pequeñas.

Las partículas PM10 (con diámetro ≤ 10 micras) pueden estar suspendidas durante horas y viajar desde cientos de metros hasta decenas de kilómetros. Las PM2,5 (con diámetro ≤ 2,5 micras), pueden permanecer en el aire durante semanas y pueden recorrer desde cientos a miles de kilómetros, desplazándose con las corrientes de aire y pudiendo penetrar en el interior de las viviendas o locales a través de la ventilación. Un ejemplo de ello el polvo sahariano.

 

¿Dónde se encuentra el material particulado?

 El material particulado se puede producir de forma primaria o emitidos por una fuente (combustiones en vehículos, calefacción, chimeneas, polvo, etc.) o bien pueden originarse por reacciones en la atmósfera entre sustancias químicas como los óxidos de azufre y los óxidos de nitrógeno que son emitidos desde plantas de generación de energía, industrias y tráfico rodado.

El material particulado se encuentra en todas partes, tanto en exteriores como en interiores, solo que, en los espacios interiores, al material particulado proveniente del exterior cuando ventilamos, se le suma todo el material particulado que generamos nosotros dentro de nuestra vivienda, oficina o espacio de trabajo.

Es importante señalar que la mayor parte del material particulado en interiores es generado por las personas que lo habitan, por los materiales de construcción, por el mobiliario, al limpiar, al quemar combustibles para la calefacción y cocinar y también por los propios animales domésticos.

– En exteriores

Las principales fuentes de emisión de material particulado al aire en exteriores son:

  • Tráfico rodado (coches, camiones, motocicletas, etc.), especialmente los vehículos diesel.
  • Procesos industriales
  • Incineradoras, cementeras, canteras y minería
  • Emisiones de chimeneas
  • Calefacciones de carbón y quema de combustibles fósiles provenientes del petróleo para calefacción y cocinar.
  • Quemas agrícolas, incendios forestales y otros
  • Polvo sahariano

Las administraciones públicas sólo dan información del material particulado de mayor grosor y menos peligroso para la salud (PM10), pero el material particulado PM2,5 en exteriores es mucho más común y peligroso que el PM10, pues al ser más fino y ligero, permanece más tiempo en suspensión y alcanza distancias mucho más largas antes de depositarse sobre el suelo, sobre alguna superficie o ser inhalado.

– En interiores

El material particulado ultrafino procedente del exterior cuando ventilamos, puede permanecer en suspensión en el aire interior durante horas o días.

A estas partículas ultrafinas se le añaden todas las partículas generadas por la actividad humana en los espacios interiores, al caminar sobre el suelo, moquetas, alfombras, al entrar en contacto con muebles acolchados o forrados con tejidos, el roce con textiles, etc.

Forman parte también del material particulado las partículas de origen biológico como las heces de los ácaros, las esporas del moho, el polen, bacterias y hongos. También los productos de limpieza, los perfumes y ambientadores, aceites e inciensos, los pesticidas de uso doméstico, pinturas, aerosoles, etc.

Las fuentes de partículas en el ambiente interior incluyen el humo ambiental del tabaco, la quema de combustibles fósiles para cocinar y para la calefacción, los materiales de construcción, el polvo doméstico, las partículas procedentes de la actividad humana tales como el uso de aspiradoras y otras tareas.

El uso de impresoras láser en viviendas y oficinas se presenta como un caso grave, dadas las emisiones de material particulado extremadamente fino (nanopartículas) que se desprende al aire interior. Este material particulado está formado por partículas de carbón, hierro, metales pesados (cobre, níquel, plomo, mercurio, …) y a una gama de compuestos orgánicos volátiles COV cancerígenos (benceno, tolueno, estireno, formaldehido, …)

Efectos en la salud

 Los efectos en la salud dependen del tipo de partícula y de su facilidad para entrar en el organismo a través de la respiración, los síntomas asociados son: irritación e inflamación de las vías respiratorias y ojos (enfermedades respiratorias, alveolitis, bronquiolitis, fibrosis, cuadros adversos en personas asmáticas, …), mayor incidencia y agravamiento de enfermedades cardiovasculares, aumento de la frecuencia de cáncer de pulmón a largo plazo, enfermedades infecciosas, …

Está científicamente demostrado que exposiciones elevadas y prolongadas a material particulado fino, incrementa la mortalidad a largo plazo de la población y reduce la esperanza de vida, principalmente por cáncer de pulmón y enfermedades cardiopulmonares.

El material particulado muy fino puede penetrar profundamente en las vías respiratorias hasta alcanzar los bronquiolos. Estas partículas están implicadas en el desarrollo de enfermedades respiratorias a corto plazo (inflamación de vías respiratorias, alergias respiratorias, asma) y a lago plazo (cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica EPOC, un trastorno que causa una gran morbilidad y mortalidad a escala mundial, cifrada por la OMS en 2,9 millones de personas al año).

El material particulado también puede transportar adherido a él, bacterias y virus, y favorecer la propagación de enfermedades infecciosas.

Medidas preventivas

 El material particulado puede estar suspendido en el aire o depositado en cualquier superficie de los espacios interiores habitados, medidas preventivas generales pueden ser:

  • Ventilar la casa u oficina diariamente.
  • Se evitará hacer cualquier actividad que haga levantar polvo de las superficies donde se encuentra depositado.
  • Evitar la acumulación de polvo en cualquier lugar.
  • Evitar materiales donde el polvo se acumula de forma fácil: textiles, alfombras, moquetas, muebles acolchados con textiles, peluches, etc.
  • Evitar barrer y aspirar el polvo de las superficies con aspiradoras que lleven filtros especiales para partículas finas: HEPA, ULPA o clase S.
  • Cuando el lugar habitado se encuentre en una calle con tráfico denso o muy transitada, ventilar en horas en que el tráfico es mínimo.
  • Limpiar el polvo de las superficies con paños húmedos.
  • Hacer uso de campanas de extracción de humos para cocinar.
  • Mantener/revisar periódicamente las chimeneas y calderas de calefacción verificando que los gases de combustión son evacuados de forma correcta y no llegan al interior de los espacios habitados.
  • Evitar la humedad continua en zonas como ducha, fregaderos y otros lugares, pues son lugares donde el moho se reproduce fácilmente.
  • No guardar ropa o zapatos húmedos en cajones o armarios, pues son lugares donde se reproducen fácilmente los hongos.
  • Evitar la formación de humedad en paredes y ventanas.
  • Evitar la convivencia con algún animal doméstico y que entre en nuestro dormitorio o lugar de trabajo. Si convive con un animal, lavarlo/bañarlo al menos una vez por semana.
  • Evitar que el animal alejado o que descanse en alfombras, muebles tapizados, cortinas, etc.
  • Evitar olores fuertes de productos químicos: lacas, perfumes, ambientadores, espráis, humos de tabaco, de freír, etc.
  • Evitar hacer deporte los días en que la contaminación ambiental es muy alta y en lugares en que el tránsito de vehículos es alto.
  • Evitar el uso de las impresoras láser en viviendas e instalar filtros de nanopartículas a las impresoras en oficinas.

Si hay personas muy sensibles al material particulado, hacer uso de purificadores de aire con filtros HEPA.

Podemos darte soluciones para crear un espacio interior más saludable.