Introducción al grindcore: guía rápida
Música

Introducción al grindcore: guía rápida

Pig Destroyer encabezan el cartel del Red Bull Sound Select dispuestos, dispuestos a dejarte sordo.
Por Al Horner
4 minutos de lecturaPublicado el
Pig Destroyer

Pig Destroyer

© [unknown]

¿Cómo, que no tienes claro qué es el grindcore? El grindcore es un estilo que lleva casi 30 años hirviendo y burbujeando en las cloacas que corren por debajo del metal más comercial. Sus sonidos distorsionados y oscuros reverberan y machacan tímpanos en los altavoces y auriculares de Estados Unidos y Europa desde mediados de los 80.
Se caracteriza por el humor negro, los ritmos pesados y los riffs desafinados, a toda velocidad, con la sutileza y el ritmo de un tren de mercancías. Estar en primera fila en un concierto de Carcass o poner al máximo el volumen de los auriculares con Agoraphobic Nosebleed se parece bastante a contemplar la demolición de un gigantesco edificio… desde dentro: es atronador, terrorífico y tremendamente divertido.
¿Qué, suena bien, no? ¿Te apetece montar tu propia banda? Pues nada, aquí te ofrecemos una breve guía con consejos básicos para que te conviertas en una estrella del grindcore más rápido de lo que canta un gallo (con voz gutural, por supuesto).

A ver, esas guitarras: no vale cualquier sonidito

¿Te acuerdas de cómo era conectarse a Internet en los 90? Cada vez que te metías en faena había que soportar medio minuto de deliciosos ruiditos absolutamente abrasivos, del tipo: SKRRRR, BLIP, GRRRRIIIIIIIIIP, BRANG BRANG BRANG. Pues ahora imagina que agarras uno de aquellos módems, lo embadurnas en lodo industrial tóxico y lo metes en una picadora de carne. Ya lo vas pillando: esa es la clase de agresividad y violencia sónica que debería ofrecer tu guitarra. Si no eres capaz de causar en la audiencia aneurismas o al menos unas buenas muecas de espanto, es que al sonido le falta algo.

Elige un buen nombre para la banda

El grindcore, como cualquier otra disciplina, tiene sus propias reglas. Desde Pig Destroyer y Napalm Death hasta Trenchgrinder o Cattle Decapitation, existe una fórmula muy eficaz para bautizar grupos de grindcore: basta con elegir un objeto, preferiblemente un animal, y añadirle un acto de brutalidad aleatorio. Voilá! Livestock Sodomy. Duck Massacre. Owl Disembowler. ¿Ves qué fácil?

Para vestir, luto absoluto

Pues eso, negro como la tinta china. Y déjate el pelo largo. Muy largo.

A la porra el Rubifén, el Ritalín y demás mandangas

El trastorno de déficit de atención no representa ningún problema para los amantes del grindcore, al fin y al cabo, muchos temas apenas duran unos segundos. Por ejemplo, analicemos el primer álbum de Carcass, “Reek of Putrefaction”: contiene 22 pistas, que duran un minuto y 48 segundos de media. En realidad, así es como debería ser. Dada la explosividad y el octanaje de este género, si obligases al batería a que prolongase sus blast-beats durante más de dos minutos, le daría un infarto.

Piensa en la humanidad, cabréate y grítalo a los cuatro vientos

Pero si la humanidad no es tan mala, ¿verdad? Pues NO. Los humanos somos una plaga que asola la Tierra. Nuestros actos degenerados solamente pueden combatirse con letras cáusticas que aborden las miserias del hombre. En líneas generales, los grupos de grindcore comparten perspectivas y tendencias izquierdistas, liberales o libertarias. Muchos de ellos son vegetarianos, ecologistas, feministas, etc. Gran parte de los temas son en el fondo homilías que te aleccionan para que no te dejes atrapar por el sistema, dirigido por gobiernos opresores y corporaciones sin escrúpulos. Así las cosas, deberías leer un poquito. Novelas distópicas, por ejemplo. Luego siéntate y ponte a escribir una buena arenga, que soliviante los corazones libres para arrancar a la humanidad de las garras de la esclavitud. En cuanto la tengas lista, será el momento de regurgitarla a fuerza de chillidos guturales, para que nadie entienda ni una palabra.

Disfruta del grindcore, ¡de primera mano!

Con sangre no sabemos si entra, pero desde luego, esta letra entra mejor con un poquito de sudor. Los tremendos Pig Destroyer saltarán al escenario de St. Vitus, en Nueva York, el 11 de enero, en el marco de un festival del Red Bull Sound Select organizado por Brooklyn Vegan. También les acompañarán Dysrhythmia, Trenchgrinder y Mother Brain. Si sobrevives a la tormenta de pogo y mosh que se desatará a continuación, seguramente aprendas un par de truquillos para seguir en busca del éxito con tu banda de grindcore. Lo dicho, si sobrevives.
No te pierdas ni uno de los conciertos del Red Bull Sound Select, infórmate aquí.
Al Horner colabora en NME.com como ayudante del editor. Le puedes seguir en Twitter.