Biografia de Ramón María Narváez

Ramón María Narváez

(Ram�n Mar�a Narv�ez y de Campos, duque de Valencia; Loja, Granada, 1799 - Madrid, 1868) Militar y político español. Segund�n de una familia de labradores acomodados de la peque�a nobleza andaluza, ingres� en el ej�rcito con s�lo quince a�os. Durante el Trienio Constitucional (1820-23) se decant� por los partidarios del liberalismo y tuvo un papel destacado en la lucha contra la sublevaci�n absolutista de la Guardia Real de Madrid (1822). Ello le oblig� a retirarse del ej�rcito cuando la invasi�n de los �Cien mil hijos de San Luis� restableci� a Fernando VII como rey absoluto.


Ramón María Narváez (retrato de Vicente López Portaña)

Muerto el rey diez a�os m�s tarde, Narv�ez se reincorpor� al ej�rcito y defendi� la causa del liberalismo y el trono de Isabel II en la Primera Guerra Carlista (1833-40). Ascendi� r�pidamente por los �xitos obtenidos en los frentes del Norte (batallas de Mendigorr�a, 1835 y Arlab�n, 1836), el Maestrazgo, Andaluc�a y La Mancha; pero en esas campa�as se fue enconando tambi�n su rivalidad personal con Baldomero Espartero, que habr�a de degenerar en enfrentamiento pol�tico desde 1838.

La persecuci�n de la que fue objeto por Espartero le oblig� a exiliarse en Francia durante la Regencia de �ste (1841-43); y, dado que su rival hab�a asumido el liderazgo de la rama progresista de los liberales, Narv�ez se inclin� hacia la rama conservadora, convirti�ndose pronto en el m�ximo dirigente del partido moderado. Dirigi� la sublevaci�n militar que derroc� a Espartero en 1843 (encuentro de Torrej�n de Ardoz), ascendiendo entonces a teniente general y capit�n general de Castilla la Nueva.

En 1844 fue llamado a formar gobierno, iniciando una serie de siete periodos como primer ministro de Isabel II: 1844-46, 1846, 1847-49, 1849-51, 1856-57, 1864-65 y 1866-68. Impuls� la elaboraci�n de la Constituci�n de 1845, que se mantuvo vigente hasta 1868; pero tambi�n otras muchas leyes importantes, como la reforma fiscal de Mon (1845), el C�digo Penal (1848) o las reformas administrativas de Juan Bravo Murillo. En suma, conform� el Estado espa�ol contempor�neo seg�n la ideolog�a liberal-conservadora de su partido y seg�n su temperamento autoritario: detuvo el proceso de desamortizaci�n de los bienes eclesi�sticos, amordaz� a la prensa, organiz� una Administraci�n centralizada y reprimi� los movimientos populares impidiendo tanto el resurgimiento del carlismo (Segunda Guerra Carlista, 1849) como la extensi�n a Espa�a de las revoluciones europeas de 1848.

El gran poder que atribuy� a la Corona en la Constituci�n de 1845 se vio correspondido con el sistem�tico otorgamiento de la confianza regia, que encargaba al �espad�n moderado� la formaci�n de gobierno con independencia de la voluntad del electorado, permitiendo despu�s la �fabricaci�n� de unas Cortes adictas mediante el fraude electoral; tal tergiversaci�n del sistema pol�tico representativo llev� a los progresistas al pronunciamiento militar y a la revuelta popular como �nicos medios de acceder al poder, lo que consiguieron en 1854 (contando en parte con el apoyo de Narv�ez para derrocar a un gobierno ultraconservador de escasa base social).

Narv�ez se mantuvo apartado de la pol�tica activa durante el Bienio Progresista y, tras la ca�da de Espartero en 1856, regres� estableciendo un sistema de alternancia con un partido de vocaci�n centrista, la Uni�n Liberal del general Leopoldo O'Donnell. Durante todo el reinado de Isabel II, Narv�ez represent� el principal soporte del trono, como jefe indiscutible del partido moderado y �rbitro entre sus tendencias internas; su muerte en 1868 dej� al partido descabezado y dividido, facilitando el triunfo de la revoluci�n que derroc� a la reina en aquel mismo a�o. Tras haber contribuido a vencer la resistencia absolutista, Ramón María Narváez implant� una monarqu�a constitucional inspirada formalmente en los principios liberales, pero la vaci� en gran parte de contenido con su exagerado autoritarismo y su pol�tica conservadora; su legado es, por tanto, ambiguo, como representante pol�tico de las oligarqu�as de notables locales y grandes propietarios que sustentaron su r�gimen.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].