Son pocas las frases en la historia del cine que pueden ser catalogadas como memorables pero, sin lugar a dudas, esta es una de las más legendarias y para muchos es derechamente la primera de la lista: “Yo soy tu padre”, pronunciada por el malvado Lord Sith Darth Vader después de derrotar en un duelo con espadas láser a su joven oponente, Luke Skywalker.

George Lucas, tras escribir la versión final de la historia de “El Imperio Contraataca” en 1979, estaba algo intranquilo con la reacción que pudieran tener los espectadores cuando supieran quien era en realidad Darth Vader. La “Guerra de las Galaxias” ya nos había mostrado que se trataba de un poderoso ex caballero Jedi que había sido tentado por el lado oscuro de la Fuerza (“Él traicionó y mató a tu padre”, le había dicho el viejo Obi Wan Kenobi a Luke, después de entregarle el sable láser que perteneciera a Anakin Skywalker, antiguo discípulo suyo). Lucas quería que la segunda parte de la película llevara las cosas mucho más lejos y que su argumento se torciera dramáticamente con la revelación de un oscuro secreto familiar que involucraba nada menos que a los dos antagonistas de la película. El guión definitivo de la película, escrito por Lawrence Kasdan y Leigh Brackett, sólo acrecentó los lados oscuros de la historia y dejó a la frase como el revulsivo perfecto que desataría una cadena de hechos, los que serían resueltos en la tercera parte final de la trilogía.

“Yo soy tu padre”

“El imperio Contraataca”, la película más notable de la saga de “Star Wars”, es pródiga en momentos de antología, pero se vuelve definitivamente memorable por la inolvidable parte final. Después de mutilar a Luke Skywalker con su sable láser, Darth Vader lo arrincona al borde de un abismo y le descubre una terrible revelación, no sin antes tentarlo con el poder absoluto (algunos relacionan esta escena cuando Jesucristo es tentado en el desierto por el diablo, para que renuncie a Dios y se convierta en su sirviente).

El diálogo entre Luke y Darth Vader, de una carga dramática casi shakespeariana, merece ser reproducido en su totalidad:

“…
Darth Vader: No hay salida. No me obligues a destruirte. Luke, no te has percatado de tu importancia. Sólo ahora estás descubriendo tus poderes. Únete a mí y completaré tu entrenamiento. Con nuestro poder combinado terminaremos el conflicto y restauraremos el orden en la galaxia.
Luke: Jamás me uniré a ti.

DV: Si sólo conocieras el poder del lado oscuro. Obi Wan nunca te dijo lo que le ocurrió a tu padre.

Luke: Me dijo lo suficiente. Me contó que tú lo mataste.

DV: No, yo soy tu padre

Luke: (con rostro de estupefacción) No, eso no es verdad. Es imposible.

DV: Examina tus sentimientos y verás que es verdad.

Luke: Noooooooooo….

DV: Luke, puedes destruir al emperador. Él lo ha anticipado. Únete a mí y juntos gobernaremos la galaxia como padre e hijo. Ven conmigo. Es el único camino.

(Luke, todavía consternado por la revelación, se niega al ofrecimiento de Vader, mira al abismo y se arroja a éste).”

Impacto mundial

La revelación, encarnada en la frase “Yo soy tu padre”, causó momentos de estupefacción en los cines de todo el mundo y sólo acrecentó la imparable popularidad de la genial saga espacial urdida por la imaginación de George Lucas. También desató una lógica impaciencia mundial entre todos los fans, que comenzaron a contar los días para que se estrenara la tercera parte final de la mítica trilogía.

Los mitos que rodean la historia de la frase de Darth Vader, pronunciada por la inconfundible voz del actor James Earl Jones, son muchos y jamás sabremos si son ciertos o falsos. Por ejemplo, se asegura que la frase original de la película era originalmente: “Obi Wan mató a tu padre”, pero fue cambiada en secreto para aumentar la sorpresa final durante la avant premiere de la misma. Ni los mismos actores (salvo 5 personas, entre ellas el propio George Lucas y el actor Mark Hamill, que personificaba a Luke) sabían que esta parte del parlamento sería cambiada en secreto por la legendaria frase.

La frase “Yo soy tu padre” sólo fue acrecentando su popularidad y carga icónica a medida que pasaba el tiempo. Sin ir más lejos, hace un par de años una encuesta encargada por el sitio lovefilm.com eligió las frases más famosas de la historia del cine. Encabezando las primeras frases del ránking (como “Tócala de nuevo, Sam”, de “Casablanca”; “¿No deberías sentirte afortunado, vago?” de “Harry el Sucio”; “¿Me estás hablando a mí?”, de “Taxidriver”; “Vengan a saludar a mi pequeño amigo”, de “Caracortada”; “Volveré”, de “Terminator”, y “Hola, Clarice”, del “Silencio de los inocentes”, entre otras) se escogió a la frase de Darth Vader como la frase del cine más recordada de todos los tiempos, tanto por grandes y pequeños, dando testimonio de su tremendo impacto mundial.

La frase ha traspasado décadas y generaciones y todavía sigue generando comentarios y alusiones en la cultura popular. En un capítulo de “Los Simpsons”, por ejemplo, podemos ver a Homero Simpson saliendo del cine después de ver “El Imperio Contraataca”. Pasando al lado de todas las personas que están apostadas en la calle, haciendo una interminable cola para comprar una entrada y ver la película, Homero hace un comentario a todo pulmón, demasiado emocionado para saber que está a punto de arruinarles la jornada a toda la gente que se apresta a entrar al cine: “Qué increíble. Jamás me imaginé que Darth Vader podría ser el padre de Luke”.

La sorprendente revelación de “El Imperio Contraataca”: “…I’m your father (Yo soy tu padre)”