(DOC) "Amores Perros" y la Representación de la Masculinidad a través de la Clase y la Raza | Abeer Alhaidabi - Academia.edu
“Amores Perros” y la Representación de la Masculinidad a través de la Clase y la Raza. La película Amores Perros (2000) del director Alejandro Iñárritu cuenta la historia de tres personajes; Octavio, Valeria y Chivo que los conectan un horrible accidente automovilístico. La película es de genero drama, hizo mucho éxito gracias a su representación de la realidad en una manera de complejidad, intrincada estructura narrativa y persuasión visual en la cuidad de México Saiz, M. (2014). El director divide la película en tres capítulos, cada capítulo explora diferentes formas de realizar la masculinidad; a través de la violencia, la riqueza y la revolución. Sin embargo, en cada capítulo, estas actuaciones se vuelven destructivas del si mismo y el entorno. En este ensayo, analizaré semióticamente la representación del género en cada capítulo, específicamente la masculinidad. Argumento que su destructividad difiere de una clase social y raza a otro. Luego, analizaré el simbolismo de los perros en la película y su relación con los tres protagonistas. Por lo tanto, me referiré principalmente al articulo de Amaya, H. (2007), en el que explica como la raza y la clase social forman la masculinidad y por lo tanto la identidad. Además, al artículo de Saiz, M. (2014), en el que explica el machismo y el eurocentrismo como elementos destructivos de las identidades y la masculinidad en la sociedad mexicana. Octavio y Susana El protagonista Octavio está enamorado de Susana, la mujer de su hermano Ramiro. Ramiro es un padre ausente y un marido abusivo, casado con Susana porque ella quedó embarazada. Susana vive junto con Ramiro, su suegra y su cuñado Octavio. Ramiro es dueño del perro Cofi al que apenas atiende, trabaja en un supermercado de día y es un ladrón en las noches. Octavio es quien atiende a Cofi y se da cuenta de su potencial y por eso decide entrarlo a las apuestas para reunir dinero y escapar con su amor secreto Susana. Encontramos hacia al principio de la película una representación típica del género. La escena donde Susana y Octavio comen en la cocina. Ramiro entra y comienza a reprender a su esposa, insultándola porque ella no lavó su uniforme propiamente. Aquí, su uniforme es un apoyo metafórico que es representativo de las relaciones del poder del género. Se espera que Susana haga todo el trabajo doméstico perfectamente para complacer a su esposo, mientras que trabaja para mantener a su familia. La puesta en escena y el bloqueo social refuerzan muchos de estos valores sistémicos. Por ejemplo, el bebé casi siempre está en las manos de Susana o cerca. Incluso cuando ella y Octavio son íntimos, su hijo aparece en la escena. Puede ser un recordatorio constante de las expectativas sociales de las mujeres en relación con la maternidad. Ramiro, por otro lado, rara vez se muestra cerca de su niño. Entendamos que ser un hombre en el contexto mexicano implica impenetrabilidad y no mostrar emociones. Las mujeres en este capítulo están ubicadas en su mayoría en espacios privados y domésticos donde pueden cumplir sus roles reproductivos como la cocina o la casa en general, resultando de la idea de que no es aceptable que las mujeres hagan lo mismo que los hombres. Al otro lado, los personajes masculinos se muestran en la esfera pública afirmando su masculinidad a través de su trabajo: principalmente peleas de perros o robos. Esto pone un énfasis en las normas sociales subyacentes en México. La idea de la masculinidad y el refuerzo de las cualidades tradicionales y potentes "machistas" se ponen en primer plano. Ciertos accesorios también arrojan luz sobre la ideología sexista que está incrustada en la sociedad. Por ejemplo, Octavio, al principio nos parece menos "machista" específicamente hacia Susana, aunque al final la obliga a sentir sus sentimientos, tiene un cartel provocativo de una mujer en su habitación. Esto enfatiza aún más los valores patriarcales. Las mujeres representadas como objetos estéticos para los hombres. Es decir, para que la masculinidad prevalezca, se requiere la feminidad sumisa. La afirmación de la masculinidad requiere el rechazo de la feminidad porque en una sociedad machista, una mujer poderosa no puede coexistir con un hombre poderoso. Según Saiz, M. (2014), la película parece sugerir que los apegos tradicionales a las fantasías masculinas debilitan las relaciones de amor y fortalecen el aislamiento y la soledad. Daniel y Valeria Rico director se llama Daniel, deja a su familia para vivir con su amante Valeria que es una supermodelo española. Valeria es diferente de Susana o su suegra, ella se parece libre de cualquier restricción gracias a su clase social y su raza. El día que se mudan juntos, la pierna de Valeria se rompe severamente en el accidente automovilístico y no puede seguir trabajando como modelo. Un día, su perro Richie desaparece debajo de una tabla rota y permanece allí durante días. Este evento provoca una gran tensión entre la pareja, causando numerosas peleas que llevan a dudas sobre su relación juntos. Una nueva lesión en la pierna de Valeria resulta en gangrena y finalmente amputada, terminando su carrera de modelo. Mientras ella está en el hospital, Daniel rescata a Richie. Sin embargo, Valeria se da cuenta de que su vida está arruinada cuando mira por la ventana esperando ver un cartel con su imagen, pero encontrar que se ha retirado. En este capitulo, el director nos presenta otro triangulo amoroso y otro tipo de masculinidad directamente vinculada a una otra raza y clase social. Daniel es un mexicano blanco de clase alta casado con Julieta, a la que engaña con Valeria. La pareja Valeria y Daniel son lo contrario de Octavio y Susana, son evidencia encarnada de lo más alto de la escala racial en México: son blancos, ricos y educados. Al igual que Daniel representa la masculinidad hegemónica, Valeria representa la feminidad dominante. El director muestra como la europeidad y la blancura son vinculadas a la riqueza y la clase social alta mientras la pobreza a las clases bajas o pueblos de color (indígenas, mestizos o negros). En el caso de Daniel, no hay motivo para ser violento, es decir, tiene riqueza y amor, al contrario de Octavio que recurre a la violencia para obtener la riqueza y el amor. A través del amante Valeria, entendemos “la masculinidad racial” de Daniel. Amaya, H. (2007) explica que ella es una significante de raza, clase y nación que confiere significado a Daniel; una modela blanca y europea, deseable debido a las nociones patriarcales, capitalistas y occidentales de romance y sexualidad. Con su cuerpo y rasgos europeos, Daniel está completo. Sin embargo, la tragedia es que Valeria pierda su pierna (lo que nos hace esperar que Daniel pueda perder su supuesta masculinidad hegemónica) pero en la última escena -en la que él abraza a Valeria mientras está desconsolada para ver que su cartelera ya no existe- permite al espectador imaginar un progresivo positivo. Este capítulo también termina con la perdida de algo importante. La violenta masculinidad de Octavio le hizo perder todo lo que tenía, incluyendo a su amor Susana. Sin embargo, en el caso de Daniel, su masculinidad hegemónica lo hizo capaz de mantener la armonía con su pareja y nos permite imaginar un futuro positivo por los dos. El Chivo y Maru La historia de El Chivo o Martin no es una historia de triangulo amoroso sino una historia de un padre y su hija. Es una persona pobre, a quien vemos intermitentemente a lo largo de los dos primeros capítulos. Siempre tirando de un carrito en el que recolecta basura, seguido por una banda de perros, El Chivo también es un asesino a sueldo que utiliza su condición de persona mendigo para ser y permanecer invisible para otros. Un disfraz perfecto, su estatus altamente marginal confiere su impunidad Amaya, H. (2007). Como hombre mendigo o sin hogar, es prácticamente invisible para los demás, libre de la mirada e incapaz de provocar o realizar el deseo sexual. No muestra el poder hegemónico como tampoco muestra signos que lo hacen cómplice del patriarcado como los personajes de los capítulos anteriores. El Chivo solía ser un profesor universitario radical que se involucró en la lucha de guerrillas. Su violento radicalismo lo llevó a prisión. Dejó a su esposa e hija Maru y le dijo a su esposa que le dijera a Maru que había muerto (Este nos dice que la masculinidad revolucionaria de Chivo fue lo que lo destruyó). Después de la prisión, se quedó un mendigo, viviendo de la basura de la ciudad y desde entonces lo llamaban El Chivo. Aunque él ha seguido la vida de su hija, también ha mantenido una distancia. Sin embargo, motivado por la muerte de su exesposa y la muerte de sus perros, se acerca a su hija y, en una escena conmovedora que irrumpe en su casa, deposita una gran cantidad de dinero debajo de su almohada, se pega la cara del padrastro de Maru en una foto familiar y deja un largo mensaje de teléfono pidiéndole perdón. En el segundo capítulo, Valeria era un elemento importante para entender la masculinidad de Daniel porque ella expuesta su ‘masculinidad racial y hegemónica’ pero en el caso del Chivo, el es un académico radical evoca una masculinidad que giraba en torno a las fantasías de la revolución y fue destruida por esas mismas fantasías. Entonces, Octavio fue destruida por las fantasías de Susana, Daniel por la belleza de Valeria y aquí el Chivo por su amor por la revolución. En el caso del Chivo, es difícil interpretar su raza gracias a la suciedad que cubre su cuerpo, pero el espectador puede adivinar que es un mestizo. Su discurso es quizás la evidencia más clara de que es una persona educada que creció entre la clase media o media-alta. Lo que es interesante es que todas las personas que mata o que son contratadas para matar fueron ricos, y mexicanos blancos también. Sólo el policía Leonardo que representa la corrupción del Estado mexicano y quien lo contrata para cometer los asesinatos, es un mestizo oscuro. Así, una vez más, el texto replica las estratificaciones raciales y naturaliza una idea de progreso asociado con la blancura. Se puede decir que El Chivo, en comparación con los otros personajes, -y por lo que nos dice la película- es el único que logra superar su crisis de identidad y logra crear una nueva identidad. Esta nueva identidad parece en la ultima escena, cuando se limpia, se afeita y después camina hacia un horizonte. La Raza y La Clase Social Amores Perros enfoque en la representación de las clases sociales contrastadas como las altas y las bajas. También representa como la raza y la clase social tienen que ver con la formación de la masculinidad de los hombres. Argumento que es importante referirse a la raza y clase social del personaje para entender su masculinidad y referí al artículo de Amaya, H. (2007), en la que explica las razones que hacen la raza y la clase social elementos principales en la configuración de la masculinidad. Seguramente, la esfera en la que los hombres afirman su masculinidad difiere de una clase social a otra, es decir, hombres de las clases bajas se ve involucrarse en actos violentos porque existen en un contexto violento y peligroso (ej. Octavio y Ramiro). Mientras hombres de clases alta se ve en contexto menos violento porque su contexto parece pacífico (ej. Daniel). En los dos casos, lo que hace los hombres -de cualquier clase social- violentos o pacíficos es: las expectativas sociales de los hombres de tal clase o tal raza. Por otro lado, podemos ver que las mujeres de las clases bajas son sumisas y les falta confianza mientras las mujeres de las clases bajas tienen más confianza, así como independientes. En esta película, el director representa la clase dominando es la clase baja, en la que viven los mestizos, indígenas y negros (como Octavio y Ramiro) mientras representa la clase alta en la que viven los blancos principalmente (como Daniel y Valeria). Octavio y su hermano son hombres mestizos que se encuentran desesperados, sin educación o un trabajo bien pagado. En su contexto y como mestizos, expresan la necesidad de ser reconocidas dentro de su esfera social mediante el cumplimiento de ciertas expectativas sociales del masculino. En tal esfera social, un masculino se espera mostrar características específicas; agresividad por ejemplo y si un hombre se expresa lo contrario de lo que se espera que sea, no se le mostrará respeto ni tendrá un valor dentro de su esfera social. Por lo tanto, hombres de clases bajas tienden a ser machistas; mostrar menos emociones y más violencia, ser agresivos y expresar ‘híper-masculinidad’ para finalmente ganar respeto, valor y buen estatus. Habiendo logrado este nivel significa que ellos tendrán más oportunidades para ganar lo que simboliza la dinámica del poder, el dinero. Una forma para obtener el dinero en el contexto de las clases bajas es complacerse en apuestas o en negocios clandestinos porque puede ser una manera para reforzar el machismo y ganar dinero rápido. Un ejemplo auténtico de México es la pelea de perros. Iñárritu muestra que, en el contexto mexicano, la promulgación de la masculinidad ha llevado a los hombres a comportarse como perros y el instinto animal ha superado al humano. Los hombres de la clase social baja se presentan obligados a considerar trabajos ilegales porque son los hombres que ganan el pan. Sin embargo, estos desafíos a los roles económicos tradicionales de género, que incluyen a los hombres como proveedores han producido una crisis de masculinidad que se está abriendo camino en los espacios públicos y las obras culturales Amaya, H. (2007). Amores Perros nos muestra esta crisis de hombres que luchan por cumplir sus roles tradicionales de género como proveedores. Por otro lado, hombres de la clase social alta experimentan menos presión porque en México, un blanco no se espera ser violento porque es educativo, abierto y tiene más oportunidades, algo que indica el racismo. El racismo en México está directamente asociado y a menudo se confunde con el clasismo. La tendencia general es que las jerarquías de clase a menudo se corresponden con las "jerarquías de color", es decir, los pueblos africanos o amerindios son también los más pobres y, en general, tienen menos acceso y control sobre los escasos recursos sociales Amaya, H. (2007). El Simbolismo de los Perros El título de la película enfatiza claramente la importancia simbólica de los perros como reflejan las personas de sus dueños y como un símbolo del peligroso machismo que la sociedad adopta como una norma. Por ejemplo, en el primer segmento narrativo, Cofi, comienza como una mascota. A lo largo del curso de la película, se convierte en un animal agresivo y asesino. Esto es análogo a la evolución de la persona de Octavio. Su carácter se degrada a medida que comienza a actuar agresivamente sobre su lujuria por la esposa de su hermano, envía a la gente a hacerle daño a su hermano y, finalmente, termina apuñalando a El Jarocho. Según Kantari, G. (2006), La película utiliza la pelea de perros como una metáfora desplazada, una alegoría para la violencia humana y igualmente, para el sustituto del fetichismo de las relaciones humanas impedidas. A un nivel aún más fundamental, la metáfora del perro funciona para des-fetichizar las relaciones sociales para el espectador. Las peleas de perros puede servir como una alegoría del desempeño (híper) masculino en el contexto mexicano, donde se espera que los hombres se comporten de cierta manera compitiendo entre sí y encerrados en roles de género restringidos, al igual que los perros se encuentran en un espacio restringido sin opción que pelear. La pelea de perros también podría ser un símbolo de la guerra masculina; clandestina, nunca declarada oficialmente y no tiene reglas. Por ejemplo, la escena en la que el hombre de negocios blanco, Gustavo, se dirige discretamente al Chivo para matar a su hermanastro Luis. Otro ejemplo son las posiciones de los personajes en la película. Durante las peleas, los perros se colocan uno frente al otro, listos para atacar. Lo mismo ocurre entre los diferentes protagonistas masculinos que recuerdan cualquier guerra con los enemigos enfrentados como en las múltiples escenas de Octavio y Andrés con sus perros peleando. En el año 2000, en el que la película estaba producida, las peleas de perros no eran ilegal, de hecho, se volvió oficialmente ilegal en 2017. (ecoticias.com, 2017). Entonces, la película nos muestra que este ‘juego’ refleja la falta de leyes aplicadas y un sistema político para garantizar la estabilidad, la igualdad y la seguridad en México. También nos muestra la consecuencia de esta ausencia de ley y orden que prevalece, por lo tanto, "la ley de la jungla", que hace que los hombres se peleen como animales y se vuelvan individualistas. Entonces, podemos asegurar que este fenómeno está fuertemente vinculado al machismo, como se proviene de la mentalidad masculina de competencia y egocentrismo. Conclusión En conclusión, Amores Perros ha logrado representar tres historias diferentes y vincularlas en una escena. Entendemos que, sin este accidente automovilístico, las tres personalidades no se habrían unido y en este sentido, logró reflejar el clasismo y la grave segregación en México. La película muestra como cada clase tiene su propia respuesta para "qué significa ser un hombre o una mujer de tal clase o tal raza". La película pone de manifiesto que la raza y la clase social están interconectadas en la configuración de la identidad de cada uno al ilustrar diferentes tipos de masculinidad que tratan del contexto. Finalmente, la representación de los perros nos dice sobre la persona de su dueño. Al igual que Octavio, Cofi transforma de un tierno a un violento, Valeria como Richie, miedosa, y necesita ser reconocida y salvada y el Chivo es capaz de terribles atrocidades contra sus iguales como su manada de perros. la película nos muestra como la masculinidad finalmente llegó a ser destructiva, por la ilustración de la muerte y la pérdida. Octavio finalmente pierda su amigo y su perro (lo que interpreté como crisis de identidad), Valeria pierda su pierna y el Chivo pierda sus perros, sintiendo el dolor que causaba a los demás y moviendo para enderezar su mundo una vez más. Bibliografía Amaya, H., (2007). Amores Perros and Racialised Masculinities in Contemporary Mexico. New Cinemas: Journal of Contemporary Film, v(3), 201–216. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/1745796116/ Amores Perros. (n.d.). Retrieved June 2, 2019, from https://www.imdb.com/title/tt0245712/plotsummary?ref_=tt_ql_stry_2 Dijk, T. A. V. (2005). Racism and Discourse in Spain and Latin America. 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