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Kyung-hun Cho. Categoría: Película. |
Beauty Water es el título de esta perturbadora película pero también el del producto de belleza que está en el origen de la trama. Se trata de un líquido de propiedades milagrosas que, tras ser aplicado sobre la piel durante media hora, permite esculpir el cuerpo para obtener las facciones y las formas que se desee. Naturalmente, un producto así resulta enormemente tentador, aunque solo unos pocos se lo pueden permitir porque el precio es prohibitivo.
Kyung-hun Cho debuta en la dirección de largometrajes con una incursión en el terror, género poco cultivado por la animación porque es uno de los más difíciles de comercializar: solo las producciones de ‘imagen real’ funcionan bien en taquilla. Cierto que resulta más difícil provocar miedo en el espectador con animación, pero me extrañaría que alguien viese esta película sin sentir escalofríos o incluso horror en más de un pasaje. Como ejemplo de cine animado de terror, es uno de los más logrados.
Beauty Water es recomendable, pero tiene sus limitaciones y la principal es su poco atractiva estética, realizada con animación 3D aunque el aspecto de los personajes imite el de la animación tradicional con acetatos. Imagino que se trata de una cuestión presupuestaria, no de una elección artística del director. En ocasiones la animación resulta poco fluida -hay una escena de baile que parece el trailer de un videojuego de al menos una década antes- y, en general, no acompaña para crear las inquietantes y malsanas atmósferas que el film parece demandar.
Porque el guion no considera que sugerir sea una opción. Se trata de un terror gráfico, explícito. Al centrarse en las posibilidades de transformar el cuerpo, se dedica sistemáticamente a mostrar el físico de la protagonista, sus asombrosas metamorfosis y sus terroríficas consecuencias. Pero claro, para eso es necesario un realismo o un enfoque artístico que este tipo de animación 3D no permite. Aún así, son varias las escenas en las que incluso con esta estética las imágenes resultan memorables y muy perturbadoras.
Para acabar con el guion, hay aspectos que apenas si están desarrollados -la protagonista, por ejemplo, comete un acto especialmente reprobable que no tiene ninguna consecuencia ni es mencionado más- y, en general, es poco verosímil, aunque hay que reconocer que su sorprendente desenlace es poderoso y efectivo. Por otra parte, al elegir como personaje central a una mujer gorda, poco agraciada físicamente y de clase media baja, aprovecha para reflexionar sobre la desigualdad y la importancia que la sociedad contemporánea otorga al físico, pero esos comentarios sociales van progresivamente pasando a segundo plano para centrarse en el componente de terror del argumento.
En fin, aun con sus aspectos discutibles y sus limitaciones estéticas, Beauty Water es una muy meritoria obra de terror animado que tiene muchas posibilidades de traer a los amantes del terror que se produce más allá de Hollywood.
