El paciente (2022), de Christophe Charrier

El joven Thomas despierta en la habitación de un hospital tras una larga temporada en coma, y su psicóloga Anna le comunica la terrible noticia de que su familia fue asesinada, incluido un primo, y que él se salvó mientras su hermana se encuentra en paradero desconocido. Con la movilidad reducida y en estado de shock, incluso cree ver a un monstruo, una sombra encapuchada, Anna intenta ayudarle a superar la tragedia.

Cinta de terror psicológico y claustrofóbico, de ritmo hiperpausado, con final más o menos sorpresivo, donde se juega con la vieja idea de que las apariencias engañan y con las traumas que dejan profunda huella. Está apoyada por el canal televisivo francés Arte, y en manos más expertas que las del desconocido Christophe Charrier tal vez habría funcionado mejor.

Aquí la lentitud narrativa exaspera a cualquiera, y lo cierto es que no llegamos a conocer a los personajes, por lo que la empatía que una trama tan desgarradora demandaba no se llega a producir. Se la puede alabar en todo caso como esforzado ejercicio de estilo, pero poco más.