La Santa Cruz es una fiesta muy sentida en todo nuestro pa�s. Precisamente la cruz es uno de los elementos m�s presentes en la religiosidad popular del mexicano: se la porta colgada al cuello; se coloca en las fachadas de las casas, detr�s de las puertas, en los altares familiares; se levanta una cruz de cal en la casa del difunto; etc. En la Pen�nsula de Yucat�n hay un modo particular de devoci�n: la Cruz Verde.�


Miscel�nea eclesi�stica
Armando Jos� Rosado Cel.
La Cruz Verde, maya y cristiana.
Roma, 26 de abril de 2013.

La Santa Cruz es una fiesta muy sentida en todo nuestro pa�s. Precisamente la cruz es uno de los elementos m�s presentes en la religiosidad popular del mexicano: se la porta colgada al cuello; se coloca en las fachadas de las casas, detr�s de las puertas, en los altares familiares; se levanta una cruz de cal en la casa del difunto; etc. En la Pen�nsula de Yucat�n hay un modo particular de devoci�n: la Cruz Verde.

Presencia de la cruz en el mundo prehisp�nico.

En diversas culturas mesoamericanas exist�a la cruz. Hay dos versiones que intentan explicar las cruces del �rea maya. Seg�n una, algunas de ellas son una representaci�n del �rbol de la vida o �rbol c�smico, la ceiba, el �rbol sagrado, como centro del universo, un s�mbolo de la muerte como inicio de vida, y el paso por la muerte y el inframundo como exigencia para alcanzar la condici�n celeste en el m�s all�. Con esta hip�tesis se relacionan los ejemplares mayas m�s famosos hallados en los templos de la Cruz y de la Cruz Foliada, en relieves de piedra y en la escultura de la loza de la tumba del rey Pakal (el ejemplo m�s importante), situados en Palenque, Chiapas. Ellos son una muestra simb�lica de la cosmogon�a maya: el palo vertical de la loza de la tumba del rey Pakal, por ejemplo, que brota de una ra�z, representar�a el inframundo; el tronco, el mundo f�sico en que vivimos; el quetzal situado en el remate superior, el cielo; de los extremos del travesa�o horizontal brotan unas ramas que se curvan y cruzan en forma de arabescos.

La segunda versi�n dice que otras cruces mayas pueden verse como s�mbolo de la planta de ma�z, base de la alimentaci�n mesoamericana. Fray Diego L�pez Cogolludo ofrece noticias sobre cruces en Yucat�n. Se dan varias explicaciones sobre ellas: los ind�genas de alguna manera habr�an recibido por parte del Dios cristiano un conocimiento de la cruz; el sacerdote maya Chilam Balam habr�a profetizado sobre la cruz y mandado erigir la de Cozumel, lo cual fue dando lugar a una difundida devoci�n; Hern�n Cort�s en su paso hacia la conquista de los aztecas habr�a plantado una cruz cristiana en Cozumel, que fue la que luego encontraron los conquistadores. Lo cierto es que el adoratorio de la cruz hallada en Cozumel estaba relacionado con las lluvias, tan necesarias para el cultivo del ma�z. De esa cruz el mismo Cogolludo dice que se le adoraba como a dios de la lluvia, ofreci�ndole sacrificios de codornices, procesiones y resinas a modo de incienso.

Como se ve, a su llegada, los espa�oles se sorprendieron al encontrar cruces, y algunos de ellos llegaron a pensar que eran cristianas.

La cruz de los misioneros.

La cruz fue el estandarte de los misioneros, la portaban como distintivo y la plantaban en los lugares por donde pasaban. En Yucat�n Fray Diego de Landa estableci� estas obligaciones para los indios: ir en procesi�n a la doctrina precedidos por una cruz y un estandarte; hincarse cuando pasara el Sant�simo Sacramento y hacer rezos y reverencias frente a las im�genes de Cristo, de Mar�a y de la Cruz; persignarse al acostarse y levantarse, y rezar las oraciones mandadas por los religiosos. �stos impulsaron mucho la cruz entre los ind�genas porque era una forma sencilla de explicarles verdades fundamentales de la nueva fe: el misterio del Redentor que abre sus brazos a los nuevos cristianos en se�al de salvaci�n; el triunfo de Cristo sobre la infidelidad antigua; la toma de posesi�n de Dios sobre el suelo ind�gena (significado por las cruces plantadas en los distintos lugares recorridos por los misioneros); la protecci�n contra las acechanzas y molestias del mal.

Con el paso del tiempo y ese esfuerzo insistente de los misioneros, el ind�gena se aficion� mucho a la cruz; aunque muchas veces s�lo en apariencia debido al instinto de conservaci�n de su propia religi�n, al deseo del contacto inmediato con lo sobrenatural, al animismo (por el cual atribu�an a los objetos poderes que en s� mismos no poseen), y al temor a los castigos. As�, muchos elementos de las tradiciones religiosas ind�genas se conservaron confundidos, mezclados o conviviendo con la religi�n cristiana; esto parece haberse verificado tambi�n en nuestras cruces verdes. Es siempre un reto de valoraci�n, educaci�n y purificaci�n para los evangelizadores de hoy.

Tentativo hermen�utico de la cruz verde

Viendo la cruz verde, los primeros elementos que podemos analizar son la materia y el color. Est� hecha de madera. En la mentalidad maya los significados de madera y �rbol son inseparables, por lo tanto, la cruz lleva impl�cito el significado de �rbol. Es, adem�s, verde, el color de la naturaleza, de la ceiba sagrada, de la vida. As�, los mayas concebir�an la cruz como algo vivo, como el ��rbol verde�. Por otra parte, se ha anotado ya el testimonio del fraile Cogolludo y c�mo hay autores que refieren la cruz a la planta de ma�z y de ah� la conexi�n de la fiesta del 3 de mayo con las milpas y las lluvias. Los� significados de �rbol y vida aplicados a la cruz forman parte del pensamiento cristiano, pues muriendo en ella Cristo venci� la muerte para donar la vida eterna a la humanidad. Los primeros misioneros habr�an completado y potenciado aquellas concepciones que encontraron presentes en la mentalidad maya.

El segundo punto a analizar est� constituido por los s�mbolos que aparecen en la cruz. Es ineludible la pregunta �por qu� en nuestras cruces verdes no se representa entero el cuerpo de Cristo? Parece que, como sucedi� en otras partes del pa�s con las cruces atriales, los misioneros trataron que el artista ind�gena s�lo plasmase el rostro de Cristo (en raras ocasiones, que m�s bien parecen posteriores, aparece su entero cuerpo) o elementos relacionados con su Pasi�n (clavos, corona de espinas, dados, escalera, lanza, gallo, columna, martillo, t�nica, etc.). B�sicamente se dan tres posibles explicaciones: 1) Ocultar las relaciones perjudiciales entre la religi�n ind�gena y la cristiana, entre ellas el representar al crucificado con las llagas abiertas y ba�ado en sangre bien pod�a evocar los antiguos sacrificios; 2) Facilitar con elementos visuales la catequesis sobre la Pasi�n de Cristo; 3) Temor a que las cruces de los atrios o cementerios fueran maltratadas o profanadas durante la noche.

Durante la Guerra de Castas la cruz -centro de un culto completamente sincr�tico- se convirti� en el aliciente para mantenerse en la lucha. La migraci�n producida por la guerra contribuy� a la difusi�n de la cruz: las casas o las entradas de pueblos la ostentaban como signo de identificaci�n o aceptaci�n del movimiento armado. Perdido completamente todo aqu�l sentido, hoy las cruces verdes forman parte del legado religioso, cultural e hist�rico de muchos de nuestros pueblos y familias, legado que debemos ense�ar a valorar y conservar a las nuevas generaciones.