Mi amigo Dahmer

La base de la obra

My Friend Dahmer está basado en una novela gráfica del mismo nombre publicada en el 2012 por John “Derf” Backderf, quien es un personaje dentro de la película y fue compañero de Dahmer durante su último año en la secundaria. Este hecho hace que el producto tenga un tratamiento observacional minucioso que se aleja de los “caminos fáciles” que normalmente asumen las películas que tratan sobre asesinos en serie. My Friend Dahmer no es vulgar, no sobrexplota el morbo ni la violencia gráfica para retratar el comportamiento desencajado de Dahmer.

Observaciones de la psicopatía

My Friend Dahmer aborda el tema de la psicopatía con una mirada de corte holístico centrada en los diferentes planos de la vida de Dahmer: un entorno familiar disfuncional en el que no hay ninguna comunicación, un padre que trabaja largas horas y que siempre está estresado, una madre apática y con problemas mentales, mientras que en la escuela, hay una presión social (muy acentuada en sociedades como la estadounidense) que demanda popularidad para ser considerado exitoso (todos le temen a ser “perdedores”). Estos factores acaban detonando la psicopatía de Dahmer, quien que ya de por sí, genéticamente, traía la potencialidad de convertirse en un asesino en serie.

El resultado

Estamos ante una obra muy bien lograda que retrata y enlaza de manera certera el contexto y las causas que anteceden al primer crimen de Dahmer. El filme posee una puesta en escena precisa, a la que no le falta ni le sobra nada. Es una cinta que confía en el guion y sus personajes verosímiles, todos interpretados por actores que encajan en sus roles. En este sentido, hay que señalar a los dos actores más demandados: Ross Lynch como Jeffrey Dahmer y Alex Wolff como John “Derf” Backderf, quien posteriormente se convirtió en el autor de la fuente original de la obra: My Friend Dahmer, la novela gráfica.

Se podría afirmar que My Friend Dahmer se adentra en la tradición de tratar la violencia “enfermiza” de una manera más honda, seria y realista. Se interesa en ir más allá del morbo y del espectáculo, erigiendo una perspectiva analítica en los elementos narrativos. En esta tradición encontramos trabajos como los de Michael Haneke (por ejemplo, Escondido y La cinta blanca), una serie como Mindhunter y una película como Henry: retrato de un asesino. Se nota que el realizador y guionista, Marc Meyers, quería hacer una obra con peso y sin dudas que logró su objetivo.

Escrito por J. J Liranzo
https://cinemagavia.es/my-friend-dahmer-pelicula-critica/

Curioso como una película de 107 minutos donde casi no pasa nada, logra no ser aburrida, por lo menos a mí me mantuvo cautivado todo el tiempo. Logra que uno se convierta en espectador desde adentro de la mente perturbada de un adolescente inadaptado, lleno de frustraciones, con necesidad de afecto, y fantasías truculentas.
Sobria, cautivadora, bien interpretada, Anne Heche en uno de los mejores personajes de su carrera, igual Ross Lynch.

Se ofrece imprecisa. Momentos brillantes de cotidianidad, muy bien desarrollados, mezclándose con otros donde se pierde el foco.

Ross Lynch caracteriza con soltura y precisión a Dahmer, un tipo inteligente... a la vez que absolutamente desubicado de su entorno, de personalidad correosa, oscura y compleja.

Me costó valorarla, por su laberíntica diversidad. Hace unos meses vi también en Netflix, la miniserie que se hizo sobre el mismo personaje.

Terminando de ver “My Friend Dahmer” (2017) de Marc Meyers con Ross Lynch, Vincent Kartheiser, Anne Heche, Dallas Roberts, Miles Robbins, Alex Wolff, entre otros. Drama basado en la novela gráfica de 2012 del mismo nombre, del dibujante Derf Backderf, quien fuera amigo de Dahmer en la escuela secundaria en la década de 1970, poco antes de que Dahmer comenzara su matanza. La película explora la mente adolescente de Jeffrey Dahmer y su entorno tanto familiar como amigos y colegio; y pone especial énfasis en tratar de descubrir el génesis de unos de los asesinos más letales que han existido, a modo de una experiencia de iniciación que se desarrollará como bola de nieve hasta llegar al punto de no retorno. La película no es lo que se espera, pues no es un filme de terror, no hay momentos desagradables, y más bien pasa como un filme de adolescentes, atendiendo muy bien la época y el emplazamiento donde se desarrolla la acción, en especial, el punto de vista del autor del libro en que se basa la historia. Técnicamente el filme posee todos los elementos de una película para televisión, pero donde llega a convencer, es el apartado actoral: Ross Lynch está perturbador, inquietante e intrigante, con un mimetismo impresionante, donde la forma de mirar y caminar es la misma que Dahmer sin caer en la caricatura y la sobreactuación. Cada gesto, cada mirada, llena la pantalla de muchos cuestionamientos por saber: ¿Qué sucede en la cabeza de Jeffrey? Y el filme trata de explorarlo. Queda como precuela de aquella fabulosa producción “Dahmer” (2002) de David Jacobson con Jeremy Renner en el papel principal. Esta es una inusual perspectiva del “Génesis del Caníbal de Milwaukee”
RECOMENDADA
PRONTO una nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/

-He estado en épocas de mi vida muy obsesionado con los asesinos en serie, he leído todo sobre ellos, me he quitado para limpiarme, pero siempre vuelvo. Esta es la primera crítica que hago de una película que va sobre uno real que conocía muy bien (el otro, el de “El monstruo de St. Paoli”, no le conocía y el resto han sido de ficción).

-Jeffrey Dhamer, el carnicero de Milwaukee, es uno de los más enfermos y, por lo tanto, terribles y, por lo tanto, despreciables asesinos en serie de todos los tiempos.

-La idea de contar justo qué pasó en su vida (no toda, sino los meses anteriores a su primer asesinato) antes de convertirse en ese patético y pobre ser humano en el que se convirtió (los monstruos son para las películas de monstruos) era una idea muy buena, como así lo hace el cómic en el que se basa el guion.

-El cómic en el que se basa no puede ser mejor fuente: le creó el amigo del instituto real de Dhamer. Seguimos con el escalofrío. Pero que llega hasta aquí y aquí se acaba.

-Lo que en el cómic va creando incertidumbre y una ascensión paulatina hacia la locura, aquí es una línea que no va a ningún lado, no avanza y siempre estamos en lo mismo. Aburrimiento y predecible.

-Porque lo que se espera de un rito de iniciación como este es el desarrollo de lo que casi todo asesino en serie es: un pobre ser lleno de inseguridades, deseos reprimidos, miedos y pulsiones que si llegan a dar el paso les satisfacen por poco tiempo y deben repetir una y otra vez con cada vez menos espacio de tiempo, convirtiéndoles en depredadores para sus congéneres.

-La actuación tampoco me dice nada, la misma cara constante de "¡Ey, soy un tipo raro y al que todo y todos le joden!", que va a juego con el guion: la trama y el arco -nulo- de personaje.

-La dirección es artesanal, sin más, ni aporta, ni estorba.

-Decepción en general.