El artero Judd Apatow lo supo ver antes que nadie. La comedia romántica occidental tenía que adaptarse… o morir. Si quería sobrevivir en la época de las nuevas sensibilidades, las políticas de identidad, la globalización y el activismo millennial no le quedaba otra que ser internacionalista, como el comunismo. Equilibrar con dosis de compromiso y acercamiento a otras culturas y minorías las partes que menos agradaban a la nueva normalidad, pero que no dejaban de constituir su esencia irrenunciable: la idealización del amor romántico y el uso de arquetipos predefinidos y más o menos universales, además de las dosis de frivolidad que requería la fórmula. Una película como 'La gran enfermedad del amor' (Showalter, 2017), artefacto del que estaba detrás Apatow Productions, ejemplificaba someramente el nuevo camino a seguir. Público y crítica mordieron el anzuelo, y no dieron mucha importancia a que, tras su hermosa máscara, la comedia nos vendía la misma idealización liviana, el mismo romanticismo de postalita y el viejo nuevo liberalismo.

El más que próximo Oriente

Ahora, '¿Y qué tendrá que ver el amor?', aparte de fusilar el título original del biopic de Tina Turner dirigido por Brian Gibson en 1993, se propone hacer algo parecido narrando un romance entre una periodista británica y un pakistaní (Lily James y Shazad Latif; guapos, resultones pero sin chispa) tratando de abordar el tema de los matrimonios concertados (o, ejem, asistidos) viéndoles una parte positiva para no herir sensibilidades identitarias y culturales. ¿Por qué no? En 2008, 'Baby Mama (Madre de alquiler)' de Michael McMullers también nos mostró “el lado bueno” de la gestación subrogada, así que la idea no era tan descabellada. La película del pakistaní Kapur (director de de 'Elizabeth y Elizabeth. La edad de oro', pero también de un muy aburrido remake de 'Las cuatro plumas') entrelaza su reflexión con una reivindicación sentimental de los clásicos del género, de los noventa en adelante. Garry Marshall y Richard Curtis, básicamente. También 'Matrimonio de conveniencia', 'El diario de Bridget Jones' y, sobre todo, 'Mi gran boda griega' y la ineludible 'Cuando Harry encontró a Sally', de la que roba una estructura apoyada en entrevistas a cámara, añadiendo, de paso, el leitmotiv de los cuentos de hadas que acompañará al personaje de James durante toda su peripecia, para que no olvidemos lo que realmente se nos está contando. El brainstorming con el que arranca la trama, en este sentido, es puro Apatow: tan propio de él es exponer lo ridículo y calculado de un punto de vista para, acto seguido, abrazar su estrategia sin miramientos.

Si la cosa funciona se debe a que la guionista de Jemima Goldsmith Khan (ojo, multimillonaria británica casada con el primer ministro pakistaní Imran Khan; por si quedaba alguna duda de que esto es cualquier cosa menos cine proletario) sabe de lo que habla y el director se las ingenia para dotar al conjunto de una pizca de corazón y coherencia, inspirándose también en los hallazgos de series como 'Master of none' o 'The Mindy Project', creadas por gigantes como Mindy Kaling y Aziz Ansari. Y porque la película no deja de ser algo parecido a la superior 'El gurú del sexo' (Daisy von Scherler Meyer, 2002) pero con un rictus más afectado, que a veces vira en mueca. Y, al mismo tiempo, la versión light y políticamente correcta de la vitriólica 'Oriente es oriente' (O´Donnell, 1999), demostrando que esta generación de cineastas tampoco está inventando nada. O un apéndice mainstream y tardío de la notable y más honesta 'El próximo Oriente' (1996) de Fernando Colomo… ¿Seguimos? Mejor no.

¿Qué obtenemos al final? Lo que esperábamos: un sí pero no, o un no pero sí. Un llamamiento al respeto por la cultura, árabe e islámica, condenando los extremismos a la vez que relativizando sus propósitos, equiparándolos, de paso, a ciertos clichés de una cultura occidental ya interiorizada (las matriarcas metomentodo) con las dosis justas de demagogia. Lo raro (y, en cierta medida, el triunfo) es que, metiéndose en semejante jardín, la película de Kapur llega a una conclusión medianamente razonable y bien traída. Y que pequeños detalles, como el tratamiento del personaje del Sajal Ali, muestran briznas de un compromiso genuino en un conjunto que no tiene nada que envidiar a las comedias de Vardalos o Showalter, pero mira todavía desde la distancia a sus hermanas mayores. Por su parte, Emma Thomson, como secundaria cómica, parece condenada a recrear la versión madura de su numerito en 'Junior' (Reitman, 1994).

Ideal para conciliar la reflexión sociopolítica de vuelo corto con la emotividad del imaginario Disney

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Lo mejor: su habilidad para meterse en charcos y salir con los zapatos limpios.
Lo peor: faltan risas y sobran minutos… y el rollo de la casa en el árbol.

FICHA TÉCNICA

Dirección: Shekhar Kapur Reparto: Lily James, Shazad Latif, Emma Thompson, Nikkita Chadha País: Reino Unido Año: 2022 Fecha de estreno: 17–3-2023 Género: Comedia Guion: Jemima Khan Duración: 108 min.

Sinopsis: Mientras Zoe filma el esperanzador viaje de su amigo desde Londres a Lahore para casarse con una extraña elegida por sus padres, comienza a preguntarse si podría tener algo que aprender de un enfoque diferente para encontrar el amor.

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Pablo Vázquez

Perdedor con encanto que solo gana cuando se equivoca. Disidente por defecto. Ferris Bueller de Hacendado. Escritor de medio pelo, guionista mal y fan del Nestea. Hooligan de Adam Sandler. Suele vérsele por el Instagram @muypococool, donde expone sus orgullos y vergüenzas. Insiste en no responsabilizarse de lo que piensa y escribe.