Jane Fonda sigue predicando su inspiradora regla de vida a los 86 años

Todos podríamos aprender de Jane Fonda para llegar a los 86 años con su vitalidad

Jane Fonda desplegó glamur como es su costumbre en el Festival de Cannes. (Foto de Vittorio Zunino Celotto/Getty Images)
Jane Fonda desplegó glamur como es su costumbre en el Festival de Cannes. (Foto de Vittorio Zunino Celotto/Getty Images)

Jane Fonda sigue al pie del cañón. La actriz ganadora del Oscar por partida doble volvió a cumplir con su cita obligada en el Festival de Cannes, repitiendo como estrella frecuente de su alfombra roja. La actriz y activista fue una de las figuras invitadas a la ceremonia de apertura donde Greta Gerwig dio rienda suelta a su desparpajo habitual como presidenta del jurado y Meryl Streep fue homenajeada con la Palma de Oro.

La relación de la estrella de Gracie and Frankie con el festival francés podría definirse como un factor imprescindible del certamen. Ya sea como embajadora de L'Oreal (uno de los socios oficiales del festival), entregando premios en la ceremonia de clausura, dando charlas en salas repletas de público, presentando películas (dentro y fuera de competición) o recibiendo premios, como la Palma de Oro que le otorgaron en 2007. Su relación es tan emblemática que su presencia nunca falla, coronándose como una de las estrellas más esperadas por los fotógrafos, destilando glamur bajo los flashes constantes como es su costumbre. Y este año, tras haber soplado las 86 velas en diciembre, volvió a hacerlo.

Jane Fonda asistió a la ceremonia de apertura donde se proyectó 'Le Deuxième Acte' ('The Second Act') en la 77 edición del Festival de Cannes. (Foto de Cindy Ord/Getty Images)
Jane Fonda asistió a la ceremonia de apertura donde se proyectó 'Le Deuxième Acte' ('The Second Act') en la 77 edición del Festival de Cannes. (Foto de Cindy Ord/Getty Images)

Su despliegue de glamur, elegancia y belleza constante sirven como testimonio de su regla de vida. Porque Jane Fonda es una mujer que vivió todo tipo de experiencias, tanto en la industria como en el plano personal, creyendo que no iba a vivir después de los 30 por culpa de la bulimia, luchando contra un cáncer de sangre en 2022 o manteniendo su labor activista desde hace décadas entre aplausos, premios, éxitos y fracasos. Pero siempre viviéndolo todo a pleno y, últimamente, a través de un mantra ejemplar.

Porque pese a que su energía inagotable apunte a lo contrario, ella es perfectamente consciente de que su tiempo no es infinito y que el momento de su partida está cada vez más cerca. Pero Fonda trata de afrontar su vejez con buenas vibraciones, intentando no dar importancia a la proximidad de la muerte o a los cambios físicos e intervenciones quirúrgicas que conllevan los problemas de salud. Y así está consiguiendo una última etapa de vida inspiradora.

Jane Fonda es una figura constante del certamen francés que nunca falta a su cita. (Foto de Stephane Cardinale - Corbis/Corbis via Getty Images)
Jane Fonda es una figura constante del certamen francés que nunca falta a su cita. (Foto de Stephane Cardinale - Corbis/Corbis via Getty Images)

Soy súper consciente de que estoy más cerca de la muerte, y en realidad no me molesta tanto”, afirmó la actriz en una entrevista en el programa CBS Sunday Morning en 2022. “¡Lo que me molesta es que mi cuerpo básicamente no es mío! Mis rodillas no son mías, mis caderas no son mías, mi hombro no es mío,... Estás mirando a alguien que solo soy yo de cuello para arriba”, explicaba sobre las diversas cirugías de reemplazo de rodilla y cadera a las que se ha enfrentado en los últimos años.

Pero a Fonda no le importan valorando el buen estado de salud en el que se encuentra en una edad avanzada, ni siquiera el verse obligada a dejar de practicar actividades habituales en su rutina como esquiar, ir en bicicleta o salir a correr. Ella solo piensa en lo afortunada que es por poder seguir trabajando al pie del cañón como si los años no hubieran pasado por encima.

“Tengo casi 85 años", decía por entonces. "El hecho de que todavía estoy viva y trabajando, guau, ¿a quién le importa si tengo mis viejas articulaciones y ya no puedo esquiar, andar en bicicleta o correr?”, declaraba. “Sabes, puedes ser muy viejo a los 60 y muy joven a los 85, ¡Salud!”, bromeaba con toda la razón del mundo.

Sin embargo, las actividades físicas no han sido el único sacrificio de Jane Fonda para seguir disfrutando de una vida profesional plena. También contaba cómo en estos últimos años se vio obligada a abandonar el consumo de alcohol, puesto que sentía que a medida que iba envejeciendo le iba afectando de manera muy diferente a como lo recordaba. “Incluso con un trago, como si bebiera un Martini esta noche, mañana estaría a medio asta”, contaba. “Eso no era cierto cuando era más joven, pero a medida que envejeces creo que el alcohol te afecta de manera diferente”.

Los flashes y fotógrafos demostraron que sigue siendo una estrella infalible de Cannes posando sus lentes sobre ella. (Foto de Neilson Barnard/Getty Images)
Los flashes y fotógrafos demostraron que sigue siendo una estrella infalible de Cannes posando sus lentes sobre ella. (Foto de Neilson Barnard/Getty Images)

Dejando a un lado los tratamientos estéticos que durante un tiempo podíamos descifrar en su rostro, no cabe duda que Jane Fonda nos deja una lección de vida en toda regla: la de conocer el cuerpo de cada uno, cuidarlo y protegerlo, llegando a la vejez con vitalidad y energía para disfrutar mejor el tiempo que nos queda de vida. No bebe alcohol, hace algo que le apasiona y se mantiene activa, siendo consciente de las limitaciones de su físico.

Y es que ella sabe de lo que habla cuando se trata del cuidado personal. Y no solo por haber protagonizado más de 20 vídeos de entrenamientos caseros que lanzó al mercado del VHS entre los '80 y '90. Fonda confesó varias veces haber sufrido con su apariciencia durante su juventud, reconociendo haber padecido bulimia durante varios años de su vida, incluso después de cumplir los 40 hasta que decidió buscar ayuda. "A medida que te haces mayor es peor. Lleva más tiempo recuperarse de una recaída. Tenía una carrera, estaba ganando premios, apoyando a obras de caridad, tenía una familia y tenía que tomar una decisión: vivir o morir", dijo hace unos años.

Incluso es superviviente de cáncer de pecho y el mencionado en la sangre que en 2022 dijo que estaba en remisión. Padece osteoporosis, pero nada la detiene. A esta altura de su vida, además de trabajar, hace una caminata larga a diario, practica yoga y entrenamiento de resistencia. "Nunca voy a parar", dijo al Daily Mail en 2016. "Lo más importante es seguir moviéndose, mantenerse activo. Es lo que hago y así es como te mantienes fuerte".

Curiosamente, lo mejor de todo según dijo la propia Fonda, es que su ejemplo está sirviendo para dar ánimos a muchas personas que se enfrentan al lado más aciago de la vejez. Al final de su intervención, matizó que, a raíz de su trabajo en la serie de Netflix Grace and Frankie junto a Lily Tomlin, le estaban llegando mensajes de “muchas mujeres que se han enfrentado a cosas terribles” que al verlas en la serie han conseguido “mantener la cabeza a flote” y generar “esperanza”, lo que sin duda es un perfecto ejemplo del buen referente que supone que una actriz continúe trabajando, viajando largas distancias y disfrutando de la vida al máximo pasados los 80.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

Jane Fonda y la proposición indecente de un director que quería "ver cómo eran mis orgasmos"

Meryl Streep reconoce la “traumatizante” competencia que descubrió en Nicole Kidman

Anya Taylor-Joy y el vídeo viral que convierte a la fama en una carga incómoda