The Burial (El negocio de la muerte) (2023), de Maggie Betts

Película basada en hechos reales acaecidos en Mississippi al comienzo de la década de 1990, el enfrentamiento judicial entre Jeremiah “Jerry” O'Keefe, dueño de varias funerarias en el estado y un negocio de seguros de decesos, y con problemas financieros, y un potencial comprador de parte de su empresa para salvar al resto, el canadiense líder del sector Ray Loewen, propietario solo en Estados Unidos de 700 establecimientos fúnebres y 100 cementerios. El acuerdo parece en realidad una táctica dilatoria de Loewen para acabar absorbiendo la empresa de O'Keefe, lo que motiva la demanda ante los tribunales. Representará a O'Keefe el mediático abogado negro Willie Gary, lo que supone un choque con el abogado de toda la vida del empresario, el blanco Mike Allred.

Estamos ante un proyecto que viene de lejos, inspirado en un artículo de Jonathan Harr publicado en “The New Yorker”, que dio pie a un guión de Doug Wright, luego asumido y reescrito por Maggie Betts, directora afroamericana que al final ha dirigido el film. La trama sigue la tradición de los dramas judiciales, mostrando a los dos equipos urdiendo concienzudamente sus estrategias, seleccionando testigos, persuadiendo al jurado, machacando argumentos...

Quizá lo que más llama la atención es cómo se han trenzado en el desarrollo, de modo bastante logrado, la lucha puramente empresarial, entre un pequeño y un gigante, el cómo se juega la carta racial, el empoderamiento femenino al poner al frente del equipo legal de Loewen a una mujer –el personaje de Jurnee Smollett-Bell, que es inventado–, y los entornos familiares y de origen que han hecho de ellos unos luchadores, los de O'Keefe –estupendo Tommy Lee Jones–, católico de origen irlandés, padre de 13 hijos y con un montón de nietos, y el de Gary –Jamie Foxx, que sabe dotar a su personaje de cierta chulería divertida–, que al ser discriminado en su admisión en un apartamento con su mujer, decidió emprender la carrera de derecho para poder un día demandarles.

Estamos ante un film donde se ha privilegiado a todo el reparto, hay papeles pequeños pero bien perfilados, con ocasión de lucimiento para sua actores, están fenomenales Mamoudou Athie, Pamela Reed, Bill Camp y Alan Ruck.