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A continuación vienen spoilers sobre el octavo capítulo de la sexta temporada de la serie. Si no lo has visto, estás avisado. Lee bajo tu responsabilidad.
Tras el final de los capítulos especiales de The Walking Dead, que se despidió con un extraordinario capítulo dedicado a Negan, ha regresado la segunda mitad de la sexta temporada de su spinoff, Fear the Walking Dead. Y para regocijo de los fan del universo zombie de TWD, no ha podido volver de una manera mejor... y más triste.
Vamos al grano directamente. ¿Recuerdas la muerte de Nick Clark en la cuarta temporada? Pues hoy hemos asistido probablemente a una muerte más devastadora que aquella, al final de un capítulo que nos será complicado de olvidar. "La puerta", que así se llama el octavo capítulo de esta sexta temporada que supone la vuelta a nuestras pantallas de FTWD, marcará un antes y un después en la historia, porque no sabemos muy bien cómo se podrán desarrollar las cosas tras lo sucedido en este impactante y demoledor episodio.
John Dorie (Garret Dillahunt) es uno de esos personajes que te dejan huella. Un pistolero con sentimientos que evita matar por matar, un hombre con sentimientos a flor de piel capaz de dar a su vida un giro absoluto para evitar una catástrofe que se enamora perdidamente de una mujer (y ella de él) en un mundo donde el amor ya tiene aparentemente muy poco que decir.
Pero John no podía durar mucho en un mundo así. Sus fantasmas le perseguían y aunque él intentaba hacer bien las cosas, lo cierto es que todo o casi todo le salía mal. Hasta hoy, donde tras una revelación que se veía venir pero que no ha dejado de ser triste e impactante, nos ha dejado tras una de las escenas más geniales y salvajes de la historia de la serie.
John no ha dejado de hacer el bien hasta el final de su vida. Ha intentado ayudar a Morgan (Lennie James) y Dakota (Zoe Colletti) a conseguir llegar con el resto de sus compañeros en su intento por evitar a Ginny (Colby Minifie), que les está persiguiendo para tratar de recuperar a su hermana. Esa pequeña Dakota que, como se ha demostrado hoy, es un ángel endemoniado que decide quién vive y quién no. Porque ya sabíamos que ella era la que había matado a Cameron, pero no sabíamos que ella también había sido la que había salvado a Morgan. Precisamente, los dos coprotagonistas de hoy con ella, dos personas que ya no quieren matar más, que están cansados de hacerlo en un mundo en ruinas que exige ser implacable y usar la violencia a menudo. Dakota no es así, ella tiene claro que en este mundo o matas, o te matan. Y por ello hará lo que tenga que hacer para seguir adelante.
Pero antes de seguir adelante, tenemos que hablar del principio del capítulo. John está evidentemente en un momento extremo. Le vemos sentado frente a una puerta... sin puerta, mientras observa el río que pasa frente a la casa donde está. Está intentando reunir toda la valentía necesaria para quitarse la vida, pero cada vez que parece estar listo, aparece un muerto viviente que le distrae y al que tiene que liquidar. Así hasta que pierde la paciencia, y decide dejarlo para otro momento cuando pueda cerrar esa puerta ahora inexistente y que ya nada le distraiga. ¿Suena ridículo? Pues no, todo tiene su sentido teniendo en cuenta que son las últimas horas de vida del personaje.
Un personaje tan atormentado como John tiene un alma gemela en Morgan, que durante todo el capítulo intenta convencerle de que se vaya con ellos e intente encontrar de nuevo una razón para vivir. Morgan tiene a Grace (Karen David), y John tiene a June (Jenna Elfman), pero John está rozando el larguero, y no tiene muchas más ganas de seguir vagando por un mundo tan inhóspito y frío donde la violencia es tan habitual que lógicamente agota hasta el extremo a una persona tan íntegra.
La manera en la que las puertas son usadas en el capítulo es magnífica, incluso en ese último momento en el que parece que al final es lo que puede salvar a John, pero que resulta ser su manera de llegar por última vez con su amada... pero ya convertido.
Esa escena final, con una destrozada June en presencia del amor de su vida ya muerto, es uno de los momentos más estremecedores desde que comenzó el universo de The Walking Dead. La forma de acabar definitivamente con John, esa mano acariciando su pelo ensangrentado, y la demostración una vez más que en este mundo post apocalíptico puede morir cualquiera, te dejan con la boca abierta.
Al final se abre la caja de los truenos, porque Virginia no parará hasta recuperar a su hermana, que ahora se dirige junto a Morgan (que sigue en shock tras saber que fue ella la que le salvó la vida) a reunirse con Dwight (Austin Amelio) y el resto de sus amigos que ya están avisados de lo que se les viene encima. Si la cosa sigue así, estaremos ante una de las mejores temporadas de la serie. Crucemos los dedos.
Nuestra nota del capítulo: Como hicimos la pasada semana con el capítulo de Negan de la serie nodriza, tenemos que darle un 10. Pocas veces hemos visto en Fear the Walking Dead un capítulo tan redondo pese a su extrema dureza.
¿Qué veremos en el noveno capítulo de la sexta temporada de Fear the Walking Dead? Aquí tienes el avance para que vayas abriendo boca:
