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Lunes 18/03/2013. Actualizado 06:29h.

URGENTE

TEATRO | Obra de teatro de la esposa de JFK y Onassis

'Jackie era una maestra del camuflaje'

Foto: Carol Rosegg

  • La obra est� llena de referencias a los l�os de faldas del presidente JFK
  • La Nobel Elfriede Jelinek firma el gui�n y Tina Benko interpreta a Jackie

Una mujer menuda asoma su rostro maquillado por la portezuela de una alcantarilla. Luce un pa�uelo, unas gafas de sol y una gabardina de color crema. Quiz� tambi�n una peluca oscura para esconder las heridas del c�ncer del que morir�. As� arranca la obra ‘Jackie’, escrita por la Nobel austriaca Elfriede Jelinek e interpretada por la joven actriz Tina Benko en los s�tanos de un teatro de Nueva York.

La obra se interpreta sin descanso y apenas dura unos 80 minutos. Un tiempo suficiente para transmitir sensaciones contradictorias sobre la protagonista, que se presenta como una v�ctima de los ojos omnipresentes que la observan pero tambi�n como una esfinge altiva y en ocasiones reaccionaria. No menciona una sola vez a Arist�teles Onassis y en cambio vuelve una y otra vez sobre su relaci�n con su primer esposo, al que retrata como un personaje tan atractivo como irrelevante. "Jack era un hombre sin costuras", dice mientras se arrodilla junto al maniqu� que lleva el nombre del presidente. "Era un paquete vac�o que abr�an con frecuencia y donde no encontraban nada".

Tina Benko acept� sin titubear el desaf�o de interpretar a Jackie. "Me interesaba explorar la obra de Jelinek y tambi�n trabajar con la directora bosnia Tea Alagic, que es muy femenina y muy provocadora". Ella me dijo que nadie conoci� del todo a la verdadera Jackie y que no deb�a sentirme atrapada en ninguna camisa de fuerza. Yo no interpreto al personaje hist�rico sino a un s�mbolo de otras mujeres que buscan y a la vez temen su propio poder", explica la actriz entre funci�n y funci�n a ELMUNDO.es.

A Benko le maravilla que los espectadores estadounidenses puedan "re�rse con un humor que aborda una tragedia" como el magnicidio de Dallas y aventura que quiz� lo hacen porque "valoran esos instantes de alivio" en un texto a veces �spero y antip�tico. "Yo siempre cre� que todo el mundo conoc�a a Jackie", explica Benko a este diario. "S�lo al interpretarla me di cuenta de que era una gran desconocida. Mi impresi�n es que nadie lleg� a conocerla bien. Conocemos sus im�genes, sus prendas de ropa, su imaginer�a pero nada m�s. Supongo que por eso Elfriede Jelinek puede mostrarte muchas versiones de Jackie. Porque en cierto modo nosotros no hemos visto m�s que una".

Educada como una princesa

Quienes conocen la obra que ahora se estrena en Estados Unidos recuerdan que forma parte de lo que su autora define "las obras de las princesas". Una serie que mezcla mon�logos de personajes reales e imaginarios como Blancanieves, la Bella durmiente o Diana de Gales. "Se trata de mensajes sobre mujeres que viven sus vidas a trav�s de los hombres", dec�a recientemente la directora Alagic.

"En cierto modo se puede decir que a Jackie la educaron como a una princesa", explica a este diario Benko, que ha revisado varios libros sobre la primera dama y ha conversado con quienes la conocieron para interpretar el papel. "Sus padres le ense�aron buenas maneras y le pagaron clases de franc�s y de espa�ol. La ense�aron tambi�n a ser culta y a estar callada cuando no ten�a nada que decir. La llevaban a fiestas donde deb�a dejarse observar sin decir nada. Algo que enseguida me record� a una princesa en un torre�n y que coincide con su vida en la Casa Blanca. Al morir JFK, ella hizo lo posible por tener el dinero y la seguridad suficiente para mantener el foso alrededor de su castillo y seguir siendo intocable".

Hay alg�n detalle en esta ‘Jackie’ que recuerda la claustrofobia de la propia Jelinek, cuya obra ‘La pianista’ fue adaptada al cine por su paisano Michael Haneke en 2001 y cuyos textos la hicieron acreedora en 2004 de un Premio Nobel que con una intervenci�n desde su domicilio debido a su s�ndrome de ansiedad. Aqu� ‘Jackie’ es una criatura tan insegura como vanidosa y es mucho m�s locuaz que la esposa de JFK. Escupe reflexiones �cidas sobre su condici�n de icono femenino y suspira al evocar el recuerdo de su primer esposo o el de los tres hijos que se le murieron antes del parto o justo despu�s de nacer. "Me subo sobre mi carne y arranco trozos para que la muchedumbre pueda ver que tambi�n estoy hecha de carne", proclama la protagonista antes de a�adir hist�rica: "�Y se lo creen de veras! No. No se lo creen. Pero aun as� no hice mal papel. �Verdad que no?".

Quiz� por eso el texto de Jelinek ha optado por situar al personaje en una especie de limbo fuera del tiempo y por eso el decorado de Marsha Ginsberg evoca una piscina vac�a y trufada de hojas muertas. Por sus escalerillas desciende la protagonista como camino del purgatorio que le aguarda y lo hace arrastrando seis maniqu�es de gomaespuma que representan a los tres hombres de su vida y a sus hijos muertos.

'Yo siempre cre� que todo el mundo conoc�a a Jackie. S�lo al interpretarla me di cuenta de que era una gran desconocida'
Tina Benko, actriz

"Es un milagro que pueda hablar una imagen como yo", proclama desafiante antes de despojarse de las gafas de sol y de la gabardina y de evocar el fantasma de su primer esposo. La obra est� llena de referencias a los l�os de faldas del primer esposo de Jackie e indaga en su pugna con el fantasma de Marilyn Monroe, que falleci� unos meses antes de que lo hiciera el presidente con el que sus bi�grafos dicen que se acost�. Esa obsesi�n la refleja con crudeza el texto de Jelinek y la subraya aqu� la directora de la obra recurriendo a una docena de mu�ecas rubias que escupe uno de los grifos de la piscina y que la protagonista se apresura a recoger. A una le arranca la cabeza con sa�a y las dem�s las esconde antes de fingir un v�mito dentro de su bolso de Channel.

Jelinek estudi� en detalle la biograf�a de Jackie al escribir la obra que se estrena ahora en Nueva York. Pero su intenci�n no es tanto evocar sus hitos m�s destacados como indagar en su relaci�n con la celebridad. "Hoy ser�a imposible para Michelle Obama cultivar una aura de misterio como la de Jackie. Queremos que la primera familia se mezcle entre la gente. Pero tambi�n queremos que tenga un elemento de misterio o elegancia. Hoy nadie tiene un control absoluto sobre su imagen. Internet y los fot�grafos hacen imposible mantener la guardia en todo momento", explica Benko, que acaba de encarnar a la ‘Desd�mona’ de la escritora negra Toni Morrison en Nueva York.

En el texto se intercalan menciones a personajes como Abraham Lincoln o el m�sico espa�ol Pau Casals, al que el matrimonio Kennedy invit� a tocar durante una de sus veladas en la Casa Blanca. Jackie se dirige al espectador desde la limusina de Dallas y desde la tumba en la que yace en el cementerio militar de Arlington (Virginia). Recuerda que el presidente le peg� la clamidia que origin� los problemas que se cobraron la vida de sus hijos y se limpia compulsivamente el hombro como si a�n llevara impresos sus restos de sangre y de materia cerebral.

"Alguien dijo que la mitad del encanto de una mujer es lo que no te est� mostrando y supongo que es cierto para Jackie", dice Benko. "Al ser tan discreta, ella nos hizo a todos interesarnos por su vida. Nos despert� la curiosidad sin venir corriendo hacia nosotros. Ella atrap� su momento. Supo qu� mostrar y qu� cubrir. Era una maestra del camuflaje y una mujer muy femenina".

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