Gran Este es una tierra de tradiciones, conocimientos y gastronomía situada en el corazón de Europa. La región cuenta con muchos atractivos, que apreciarán sin lugar a dudas los amantes de las novedades y la autenticidad. La región es muy conocida por el champán, el vino blanco de Alsacia, el flammekueche (tarta flambeada), el chucrut, el baeckeoffe (estofado), la ciruela mirabel y los fascinantes mercadillos navideños. Pero también por las ciudades histórico-artísticas, repletas de tesoros, los encantadores pueblos floridos con fachadas entramadas, las fortalezas medievales, las catedrales góticas, las iglesias fortificadas o con entramado de madera, los famosos museos, o las célebres fábricas de cristal y de loza.
Si se recorren los antiguos territorios de Alsacia, Champaña-Ardenas y Lorena, es obligado visitar algunos sitios. Destacan sobre todo Estrasburgo, con su famosa catedral gótica y la Pequeña Francia pintoresca; Colmar, con la Pequeña Venecia romántica y el famoso museo Unterlinden; y Metz, con el museo de la Cour d'Or y una gran cantidad de zonas verdes. Pero también merecen una visita los sobrecogedores lugares de memoria alrededor de Verdún; la impresionante ciudad fortificada de Langres; el casco antiguo de Nancy, con su patrimonio medieval, renacentista y Art Nouveau; la bellísima ciudad medieval de Troyes, con diez iglesias de interés histórico; la espléndida plaza Ducal de Charleville-Mézières; la enorme fortaleza de Sedán; el famoso monte de Santa Odilia; la magnífica ciudad fortificada de Riquewihr, los grandes museos de Mulhouse; o las prestigiosas bodegas de champán de Reims, Épernay y Châlons-en-Champagne.
Gran Este es un destino verde de vacaciones, y puede estar orgulloso de poseer un entorno natural extraordinario. Los parques naturales regionales de Ardenas, los Balones de los Vosgos, la Montaña de Reims, Lorena y los Vosgos del Norte están llenos de senderos señalizados, por lo que resultan ideales para practicar el senderismo o realizar una salida botánica. Por su parte, el lago del Der-Chantecoq, el lago de Madine y los cuatro lagos del País de Langres son lugares propicios para solazarse y llevar a cabo actividades acuáticas. Los amantes de los spas y el bienestar, por su parte, podrán regenerarse en cualquiera de las ocho acogedoras estaciones termales con que cuenta la región: Amnéville-les-Thermes, Bains-les-Bains, Bourbonne-les-Bains, Contrexéville, Morsbronn-les-Bains, Niederbronn-les-Bains, Plombières-les-Bains o Vittel. Solo hace falta elegir el lugar más apropiado, en función de las virtudes de las aguas termales y de la amplia oferta de ocio.