¿Qué es el Grito de Dolores?
El Grito de Dolores, o grito de la independencia de México, fue el acto por el que se llamó a los mexicanos a rebelarse contra el poder colonial español. El autor de este llamamiento fue el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla y tuvo lugar en la localidad de Dolores, Guanajuato, el 16 de septiembre de 1810.
La invasión napoleónica de España, con el derrocamiento del rey y su sustitución por José Bonaparte, había generado rechazo en la población de Nueva España. Además, antes de eso, se habían organizado varias conjuras contra las autoridades coloniales, lideradas, en su mayor parte, por los criollos.
Una de esas conspiraciones fue la de Querétaro. Los conjurados decidieron contactar con Miguel Hidalgo, que tenía gran influencia entre indígenas y campesinos por su labor como sacerdote. Era la manera de ampliar el número de partidarios de la rebelión más allá de los criollos.
Cuando los españoles descubrieron los planes de los conspiradores, Hidalgo decidió pasar a la acción. Después de convocar a la población realizó un llamamiento que se convirtió en el punto de partida de la guerra de independencia de México.
Antecedentes del Grito de Dolores
- Invasión napoleónica de España. Aunque ya habían aparecido en Nueva España algunas voces reclamando mayor autonomía, fue un acontecimiento ocurrido en España lo que agitó la situación política. La invasión de Napoleón a la península, en 1808, provocó la caída del rey español, lo que causó gran preocupación en la colonia. En España, los partidarios del rey Fernando VII crearon Juntas de Gobierno para organizar la resistencia contra los invasores. En Nueva España, los primeros conspiradores intentaron copiar ese modelo, reclamando un gobierno propio, pero jurando lealtad al monarca español.
- Conspiración de Valladolid. La Conspiración de Valladolid, en septiembre de 1809, pretendía que se formara en Nueva España una Junta similar a las que se habían creado en la península. Los conjurados pretendían que fuera una especie de gobierno autónomo, aunque bajo la autoridad de Fernando VII.
- Conspiración de Querétaro. Tras el fracaso de la Conspiración de Valladolid, el siguiente gran movimiento que buscaba la autonomía del territorio se desarrolló en Querétaro, en 1810. Allí, el propio corregidor, Miguel Domínguez, comenzó a reunir a los partidarios de iniciar una revuelta. Entre los miembros más destacados de esta conspiración estaban Ignacio Allende, Juan Aldama y la esposa del corregidor, Josefa Ortiz. Dado que la mayoría de los conjurados pertenecían a clases medias o altas, consideraron necesario sumar apoyos de otros sectores, como los indígenas. Para ello, Allende contactó a Miguel Hidalgo, un sacerdote muy apreciado por su labor. La Conspiración de Querétaro tenía, en su comienzo, el mismo objetivo que la de Valladolid. Así, pretendían la creación de una Junta de Gobierno que jurara lealtad a Fernando VII. En esos momentos, la independencia aún no estaba entre las intenciones de los conjurados. La fecha elegida para iniciar la revuelta fue el 2 de octubre y los conjurados comenzaron a prepararse para sumar apoyos.
Causas del Grito de Dolores
La causa inmediata de que Hidalgo lanzara el Grito de Dolores fue la reacción de las autoridades virreinales ante la Conspiración de Querétaro. Sin embargo, existieron otras causas más profundas sociales, económicas y políticas.
- Cambio en el trono español. Napoleón decidió nombrar a su hermano José como nuevo rey de España. En la colonia, ningún sector aceptó la autoridad del nuevo monarca, permaneciendo fieles a Fernando VII.
- Desigualdad social. La organización social de Nueva España era muy estamental. En la parte más baja de la pirámide se encontraban indígenas y mestizos, pero no fueron ellos quienes iniciaron los movimientos independentistas, sino los criollos. Los criollos, a lo largo de los años, habían conseguido constituirse como uno de los sectores más importantes económicamente. Además, su formación académica había mejorado mucho. El principal problema era que las leyes reservaban para los peninsulares el acceso a los cargos de poder más importantes, tanto políticos como eclesiásticos. Esta discriminación les llevó a liderar las conspiraciones de Valladolid y Querétaro.
- Influencia de las ideas liberales. El acceso a una mejor educación hizo que los criollos pudieran estar al corriente de lo que ocurría fuera de sus fronteras. Los acontecimientos que más influyeron en la llegada de ideas liberales e igualitarias fueron la Revolución francesa y la estadounidense.
Desarrollo del Grito de Dolores
Los miembros de la Conspiración de Querétaro solían reunirse en la casa del corregidor Domínguez. Además de su esposa, en estos encuentros participaban figuras como Ignacio Allende, Juan Aldama y el abogado Juan Nepomuceno Mier.
Casi todos los participantes eran criollos y pronto comprendieron que, para que la revuelta triunfara, iban a necesitar el apoyo popular, indígenas incluidos. Por esa razón, se fijaron en un cura que ejercía en Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla. Su trabajo con indígenas y campesinos había hecho que ganara gran prestigio e influencia entre ellos.
- Descubrimiento de la conspiración. Aunque los conspiradores tomaron todas las precauciones posibles, sus planes fueron descubiertos por las autoridades coloniales. Por fortuna para ellos, los realistas solo sabían que se preparaba una revuelta, pero no la identidad de los participantes. Por esta causa, la primera denuncia sobre los hechos fue realizada ante el corregidor Domínguez. Este, para ganar tiempo, ordenó arrestar a algunos sospechosos. Sin embargo, las autoridades virreinales no se conformaron con esto, y el 11 de septiembre, organizaron detenciones masivas para capturar a los rebeldes, aunque con poco éxito. La esposa del corregidor, Josefa Ortiz, se enteró de que se estaba produciendo esa redada y dio aviso a Allende para que ayudara a sus compañeros a ponerse a salvo. Allende puso rumbo a Dolores, para reunirse con Hidalgo. Ambos hombres decidieron tratar de reunir a todos los conspiradores que siguieran en libertad en esa localidad. Fue en esos momentos cuando Miguel Hidalgo tomó la iniciativa y declaró que había llegado el momento de tomar las armas. Sus palabras a Allende fueron: “Lo he pensado bien, y veo que, en efecto, no nos queda otro arbitrio, que el de coger gachupines, por lo que acabaremos de cenar y daremos principio”.
- Liberación de presos. Durante la noche del 15 de septiembre, Hidalgo y Allende se pusieron en marcha. Su primer movimiento fue organizar un grupo armado para liberar a todos los encarcelados por sus ideas independentistas.
- Grito de Dolores. Miguel Hidalgo, ya en la madrugada del 16 de septiembre, se dirigió a la iglesia de la localidad. Allí hizo sonar las campanas para avisar a todos los habitantes de Dolores. Alrededor de la iglesia se reunió una multitud para escuchar a Hidalgo. Este comenzó entonces el discurso, que sería conocido como el Grito de Dolores. Según los historiadores, no existen testimonios directos de las palabras exactas de Hidalgo. Sí existe, no obstante, un escrito redactado por el obispo de Valladolid de Michoacán, Manuel Abad y Queipo, publicado el 28 de septiembre. El eclesiástico describía la actuación de Hidalgo así: “…E insultando á la religión y á nuestro soberano D. Fernando VII, pintó en su estandarte la imagen de nuestra patrona nuestra Señora de Guadalupe, y le puso la inscripción siguiente: Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la América. Y muera el mal gobierno…”. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que Hidalgo llamó a los congregados a que se levantaran en armas contra los españoles para establecer un gobierno autónomo en Nueva España.
Consecuencias del Grito de Dolores
- Toma de Guanajuato. Una vez finalizado el discurso, Hidalgo guio a todos los que decidieron unirse a su causa. El grupo empezó a buscar todo lo que pudiera servir como arma, aunque fueran machetes o lanzas. El primer objetivo del pequeño ejército reunido por Hidalgo fue Guanajuato. El sacerdote trató de que la ciudad se rindiera sin luchar, pero las autoridades rehusaron la oferta. Finalmente, los insurgentes tomaron la localidad por la fuerza, causando un gran número de bajas entre sus enemigos.
- Inicio de la guerra de independencia. Conforme las noticias sobre el levantamiento llegaban al resto de Nueva España, los apoyos a Hidalgo iban creciendo de manera masiva. Así, pronto, pudieron formar un auténtico ejército capaz de hacer frente a los españoles. En un principio, los insurgentes derrotaron a los españoles en varias batallas importantes, tomando las ciudades de Celaya y Salamanca. Hidalgo, entonces, fue nombrado oficialmente general del ejército rebelde.
- Batalla del Monte de las Cruces. El conflicto tuvo un punto de inflexión a finales de octubre. Las tropas de Hidalgo tenían la Ciudad de México muy cerca y más cuando derrotaron a los españoles en el Monte de las Cruces. Sin embargo, en lugar de dirigirse hacia la capital, Hidalgo decidió reagrupar sus tropas y hacerlas marchar hacia El Bajío. No se conocen a ciencia cierta los motivos de esa decisión, pero existe el consenso de que cambió el rumbo de la guerra.
- Primer gobierno independiente. Una de las consecuencias más importantes del Grito de Dolores, aparte del comienzo de la guerra de independencia, fue la creación del primer gobierno independiente de México. Fue formado en Guadalajara, en noviembre de 1810. Allí, Hidalgo declaró la independencia, procediendo después a promulgar varias leyes de carácter social. Entre ellas, la eliminación de la esclavitud y una reforma agraria, además de liberar a los indígenas de los impuestos que, hasta entonces, tenían que abonar a las autoridades del virreinato.
- Larga lucha. En lo militar, la situación comenzó a ser negativa para los rebeldes. Los realistas empezaron a recuperarse y, el 17 de enero de 1811, Hidalgo sufrió una importante derrota en la batalla de Puente Calderón. Esto, junto con las crecientes tensiones entre los líderes independentistas, provocó que Hidalgo fuera destituido como jefe del ejército. A pesar de su intento de huir hacia Estados Unidos para buscar aliados, Hidalgo y otros compañeros fueron traicionados y capturados por los españoles en las Norias de Baján. Poco después, todos los prisioneros fueron ejecutados. No obstante, la guerra de independencia iniciada con el Grito de Dolores continuó durante varios años hasta alcanzar su objetivo final.
Personajes implicados en el Grito de Dolores
Miguel Hidalgo y Costilla (1753-1811)
Miguel Hidalgo, el cura de Dolores, fue uno de los primeros héroes de la independencia mexicana. Nacido en Guanajuato, fue ordenado sacerdote en 1778, realizando una labor que le ganó la confianza de las clases más populares del Estado.
Esa popularidad fue la razón principal que llevó a los conjurados de Querétaro a buscar su apoyo para la revuelta que estaban preparando. Cuando los conspiradores fueron descubiertos por los españoles, Hidalgo se puso al frente del movimiento. El 16 de septiembre de 1810 lanzó el denominado Grito de Dolores, dando inicio a la guerra de independencia.
Durante los primeros meses del conflicto, Hidalgo ocupó la jefatura del ejército insurgente, y el organizador del primer gobierno autónomo del país. Las primeras leyes aprobadas eran acordes a las preocupaciones sociales que ya demostró durante su etapa como sacerdote: abolición de la esclavitud, eliminación de los tributos indígenas y la reforma agraria.
Tras una serie de derrotas militares y de ser destituido como jefe militar, Hidalgo trató de escapar a Estados Unidos. Sin embargo, fue capturado junto con varios de sus compañeros. El 30 de julio de 1811 fue fusilado por los españoles en Chihuahua.
Ignacio Allende (1769-1811)
Ignacio Allende entró muy joven en el ejército, por lo que su condición de militar fue muy apreciada cuando se organizó la Conspiración de Querétaro. Cuando fueron descubiertos por los españoles, acudió rápidamente a avisar a Hidalgo, quien se encontraba en Dolores. En la reunión mantenida entre ambos, el cura tomó la decisión de llamar enseguida al levantamiento armado.
Después del Grito de Dolores, Allende se convirtió en capitán general del ejército insurgente. Como tal, participó en batallas como la toma de Alhóndiga de Granaditas. Después de derrotar a los realistas en Monte de las Cruces, Allende era partidario de continuar hacia Ciudad de México, pero Hidalgo prefirió replegarse.
Allende fue uno de los acompañantes de Hidalgo durante la huida a Estados Unidos. Como el sacerdote, fue capturado en Acatita de Baján. Los realistas lo fusilaron en Chihuahua el 26 de junio de 1811.
Josefa Ortiz de Domínguez (1768-1829)
El papel de Josefa Ortiz, esposa del corregidor Domínguez, en el Grito de Dolores fue indirecto pero fundamental. Junto con su marido, había formado parte de la Conspiración de Querétaro. Sus miembros, de hecho, solían reunirse en su casa.
Cuando la conjura fue descubierta, Josefa Ortiz arriesgó su vida para avisar a Allende de las redadas que los españoles llevaban a cabo. Esto permitió al militar huir y avisar a Hidalgo.
Referencias
- 16 de septiembre de 1810: Grito de Dolores. Recuperado de bicentenarios.es.
- El Grito de Dolores. Recuperado de historia-mexico.info.
- Grito de Dolores. Recuperado de loc.gov.
- Grito de Dolores facts for kids. Recuperado de kids.kiddle.co.
- Grito de Dolores. Recuperado de britannica.com.