Rara vez los críticos, las academias y los intelectuales están de acuerdo con el público, sobre todo en cuestiones de entretenimiento (entiéndase por entretenimiento al cine, la televisión, la literatura y la música). Las élites, con sus monóculos de superioridad, critican los productos “sencillos”  mientras colocan en pedestales y llenan de halagos ciertas obras para expiar sus culpas. American Fiction (o “Ficción estadounidense”), ópera prima del director Cord Jefferson, construye una sátira divertida que explora la hipocresía del entretenimiento actual, el mundo editorial, la publicidad y los estereotipos raciales.

Thelonious “Monk” Ellison (Jeffrey Wright) no está pasando por los mejores momentos de su vida: dos tragedias familiares, desacuerdos en su trabajo debido a sus métodos poco convencionales y el fracaso de su último libro, lo llevan a escribir una novela cargada de estereotipos raciales sobre la comunidad afroamericana bajo un pseudónimo, todo con la finalidad de exponer la hipocresía del mundo editorial, sin embargo, el libro resulta ser un gran éxito comercial que pone de cabeza el mundo de Monk, pues, a como dé lugar debe continuar con la farsa.

El guion de American Fiction, también escrito por el mismo director, navega con fluidez a través del drama y la comedia para construir una sátira inteligente sobre el estado actual del entretenimiento, las agendas de corrección política y la burbuja elitista de los académicos e intelectuales. Jefferson se toma el tiempo de construir bien a Monk, su personalidad y sus conflictos familiares para después comenzar a desarrollar toda la farsa de la novela, el pseudónimo y la promoción del libro en distintos medios.

Jefferson utiliza la historia de Monk para satirizar a las elites respecto a ciertos contenidos que no se alinean con su manera de pensar; también se burla de la superficialidad de los certámenes y concursos que fingen abrirse a la diversidad de voces e historias pero en realidad solamente buscan aprobación de las minorías; el guion ataca directamente las estrategias agresivas de las agencias de marketing y publicidad para posicionar ciertos contenidos frente a otros. Cord no deja títere con cabeza, pero lleva a cabo su masacre de forma elegante, con chistes inteligentes, diálogos rápidos y momentos absurdos.

Todo lo anterior no sería posible sin la extraordinaria actuación de Jeffrey Wright (Asteroid City), quien derrocha carisma en cada una de sus escenas. Monk es agradable, tiene una sonrisa burlona y su mirada indica que siempre busca ser el más inteligente de la habitación, sin embargo es humano y tiene fallas, constantemente deja salir una actitud condescendiente hacia los demás y sus prejuicios sesgan todas sus relaciones.

John Ortíz (Ad Astra), Sterling K. Brown (Pantera Negra) e Issa Rae (Barbie) acompañan a Wright en el reparto de la película, complementan su actuación y también ayudan a darle muchas más capas de profundidad al relato. Ortíz, por ejemplo, que interpreta a Arthur, el agente de Monk,  al inicio se muestra temeroso y escéptico de la nueva novela de su cliente, la considera ofensiva y hasta vulgar pero, una vez comienzan a llegar las carretas de dinero su actitud cambia por completo, esto se ve reflejado en la interpretación de Ortiz pues pasa de tener algunos manierismos nerviosos a demostrar mucha seguridad tanto en su postura como en el tono de su voz.

Sterling K. Brown (Waves) interpreta al hermano de Monk, Clifford, un hombre homosexual recién divorciado que acaba de perder a sus hijos y está buscando encontrar su camino. Cliff es un ancla emocional para Monk, no teme hablar con su hermano de su parecido con su padre ausente y cómo está comenzando a imitar muchos de sus comportamientos. Además, está en su propio viaje de autodescubrimiento para tratar de entender quién es él en esta nueva etapa de su vida; la actuación de Brown da en el clavo, pues con sus ojos transmite toda la tristeza y melancolía del personaje, pero casi siempre contrasta esa mirada con la calidez de su sonrisa.

Issa Rae, por otro lado, interpreta a la rival literaria de Monk. Su personaje, Sintara Golden, escribe una novela sobre la experiencia afroamericana en los guetos; el éxito de Sintara enfada a Monk pues él considera que ella está ayudando a promover cierta imagen de los negros desde la pornomiseria. Durante la mayor parte del filme apoyamos las ideas de Monk, pero cuando el director decide confrontar ambas opiniones, la cinta da un giro y Sinatara saca al personaje de su burbuja de privilegio.

Cord Jefferson creó algo especial con American Fiction. La cinta jamás se siente pretenciosa o aleccionadora, más bien es inteligente y divertida gracias a sus personajes imperfectos; podemos identificarnos con Monk y su situación desesperada, ya que el director logra hacernos empatizar con él para luego darle una vuelta de tuerca a su historia y cuestionar los prejuicios de los espectadores. Probablemente pocas cosas cambien después de la forma tan interesante en la que Jefferson expone al mundo del entretenimiento, pero sin duda nos invita a reflexionar acerca de cómo y por qué vemos determinados productos.

“American Fiction” o “Ficción estadounidense” ya está disponible en Prime Video.