La historia del famoso tanque soviético T-34: El terror de los nazis y sus ejércitos | Mitos y Enigmas

La historia del famoso tanque soviético T-34: El terror de los nazis y sus ejércitos

El T-34 fue uno de los mejores tanques de la historia gracias a su gran potencia de fuego, blindaje y maniobrabilidad.

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Además del temible tanque Tiger alemán, el otro blindado legendario y mortífero que descolló en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial fue el tanque medio soviético T-34, gracias a su gran potencia de fuego, movilidad, fiabilidad técnica, blindaje inclinado y económica producción.
T-34 Tanque-ruso-t34

El sitio web Eurasia1945 precisa que con un peso de 30,9 toneladas, una longitud de 7.08 metros, una altura de 2,09 metros, un blindaje inclinado de 14-45 mm y unas orugas anchas que le permitían recorrer los caminos más abruptos, el T-34 podía alcanzar una velocidad de 50 kilómetros por hora gracias a un motor V-2 de 12 cilindros, sin mencionar que podía causar terribles estragos en el campo de batalla gracias a un arsenal secundario compuesto por dos ametralladoras de 7’62 mm y un poderoso cañón L/30’5 de 76’2 mm que disparaba proyectiles perforantes de 6’25 kilogramos, capaces de atravesar un blindaje de 55 milímetros gracias a una velocidad de boca de fuego de 610 metros por segundo.
T 34 II

Diseñado por el ingeniero ruso Mikhail Koshkin, ingeniero de la Fábrica Komitern de Kharkov, quien fue comisionado por las autoridades soviéticas para que reconvirtiera los viejos y obsoletos carros BT y T-26 –de muy poco blindaje- que habían combatido en la Guerra Civil Española en nuevos modelos, el T-34 disponía de una capacidad de 615 litros de carburante, que le aportaban una autonomía de 450 kilómetros, aunque esto le hacía más vulnerable a los proyectiles. Además, introdujo en su diseño una ingeniosa estructura concebida para transportar soldados soviéticos tras la torreta, gracias a una serie de guardamanos ubicados en su parte de atrás que le hicieron menos vulnerable a la infantería enemiga.
T 34 1941

Se cuenta que cuando Stalin, el implacable dictador de la Unión Soviética, aún dudaba si aprobar o no el diseño final del T-34 para que comenzara su producción en masa, el ingeniero Mikhail Koshkin, creador del nuevo blindado, manejó en persona uno de los prototipos del flamante tanque desde la localidad de Kharkov hasta Moscú. Una vez que los jerarcas soviéticos comprobaron personalmente la maniobrabilidad, velocidad y poder de fuego del tanque, ordenaron de inmediato su producción en cadena en 1940. Lamentablemente, Koshkin jamás llegaría a ver a su tanque en acción en un verdadero campo de batalla, pues antes de su producción falleció de una repentina pulmonía.

El ingeniero ruso Mikhail Koshkin, el creador del tanque soviético T-34.

El ingeniero ruso Mikhail Koshkin, el creador del tanque soviético T-34.

Los T-34 tendrían su bautismo de fuego en la Guerra de Invierno de 1939 a 1940 entre la Unión Soviética y Finlandia, sin embargo, los carristas rusos, debido a la intrincada geografía finesa, no pudieron explotar a cabalidad las cualidades de sus nuevas máquinas, muchas de las cuales fueron atacadas en emboscadas por los ingeniosos cócteles molotov arrojados por los soldados y esquiadores del Ejército Finlandés.

Durante la “Operación Barbarroja”, la invasión de Alemania al territorio soviético, desencadenada por el Tercer Reich contra la URSS en el verano de 1941, las altas cúpulas nazis quedaron horrorizadas cuando descubrieron que los soviéticos, el pueblo eslavo considerado por algunos ideólogos nazis como “untermenschen” o “subhumanos”, habían sido capaces de diseñar y construir un tanque mejor a los suyos.
T-34

La aparición del tanque T-34 en el verano de 1941, de hecho, fue casi un schock psicológico para los soldados alemanes, que habían sido preparados para enfrentarse a un enemigo supuestamente inferior. Un fragmento del diario del general nazi Alfred Jodl, de hecho, relataba cómo los alemanes fueron tomados por sorpresa con la aparición del T-34 en la localidad rusa de Riga.

Durante el invierno de 1941-1942, los T-34 tomaron ventaja sobre los tanques alemanes de la época gracias a su capacidad de moverse sobre fango o nieve sin quedarse atascados, pues su movilidad, orugas anchas, buena suspensión y gran motor le daban un gran rendimiento en terrenos difíciles. A comienzos de la guerra, sólo el 5% de los tanques soviéticos eran T-34, pero esto se incrementaría hasta el 50% o 60% a mitad de 1943, e incluso mucho más al final de la guerra.

Además, en 1941, el blindaje inclinado del T-34 podía soportar a todas las armas antitanque alemanas en distancias normales, con la sola excepción de los cañones Flak de 88 mm o los cañones cortos de 50 mm lanzados en distancias cortas. Además, los T-34 tenían una gran operatividad, que en 1943 ya era de entre un 70% y un 90%, mientras que los estándares alemanes oscilaban entre el 48% y el 62%.
T-34 tripulación

Sin embargo, a pesar de que los T-34 era el tanque que mejor equilibraba potencia de fuego, movilidad y blindaje de los existentes y eran superiores técnicamente en el combate directo contra los carros alemanes Panzer III y IV, las anticuadas y pobres tácticas del Ejército Rojo consistentes en formaciones compactas de tanques a la carga, así como la escasa experiencia de sus tripulaciones, el hecho de que los blindados carecían de radios para coordinarse y la mala disposición ergonómica del compartimiento de la tripulación, terminaron con la destrucción de la mayoría. A todo ello había que agregar la anticuada cadena de mando, la falta de liderazgo y el deficiente entrenamiento de la tripulación, consecuencia directa de las sangrientas purgas de Stalin en los cuerpos de oficiales a finales de los años 30’, que fueron agravadas por la pérdida del personal mejor entrenado durante las derrotas del Ejército Rojo en 1941. Muchas tripulaciones de los T-34, de hecho, entraban en combate con sólo el entrenamiento básico y las 72 horas de instrucción en clase.
T 34 tank-driver-t-34-mikhail-sergeyevich-smirnov-bw

Durante la Batalla de Moscú, acaecida a finales de Diciembre de 1941, el general Georgi Zhukov modernizaría la organización de los T-34 en escuadrones autónomos mucho más profesionales, haciendo más efectivo la labor del nuevo blindado soviético. Durante la mítica batalla de Stalingrado, de hecho, los T-34 infligieron cuantiosas bajas a los tanques del Eje, tanto a los tanques germanos Mark III y IV como a los carros de combate italianos y rumanos.

Un Tanque T-34 derribando una casa en la localidad de Nemiroff, Ucrania, en 1943.

Un Tanque T-34 derribando una casa en la localidad de Nemiroff, Ucrania, en 1943.

A mediados de 1943, la producción de T-34 era de unos mil tanques al mes, mucho más alta que la producción alemana. Sin embargo, las pérdidas soviéticas superaban a las alemanas debido, como ya se mencionó, a la inferioridad táctica, la falta de entrenamiento de las unidades, una cadena de mando defectuosa, la escasez de radios en los tanques y un deficiente diseño en ergonomía, pues todas las versiones armadas con el cañón de 76 mm tenían una torreta estrecha para dos hombres, por lo que la visibilidad del comandante, que también tenía que realizar las funciones de artillero, en el campo de batalla era bastante reducida. Además, el hecho de que la escotilla se abriera hacia adelante le forzaba a observar el terreno desde un visor y un periscopio transversal. Por esa época, por el contrario, casi todos los tanques alemanes, británicos y estadounidenses de la época tenían una torreta de tres personas con comandante, artillero y cargador, que permitía que el comandante se concentrara en dirigir y coordinar sus acciones con el resto de la unidad, sin tener que ocuparse de apuntar o recargar el cañón.
El-T-34-icónico-tanque-de-la-Segunda-Guerra-Mundial-llega-a-la-gran-pantalla-batiendo-récords

A mediados de 1943, en la batalla de Kursk, los alemanes, para hacer frente al eficaz y versátil T-34, estrenarían dos mortíferos, pesados y legendarios blindados que superaban ampliamente al blindado soviético: el nuevo tanque Tiger I y el tanque Mark V Panther. Los T-34, sabiendo que no podían pelear de igual a igual con estas dos letales moles germanas de metal, se vieron obligados a atacar en grandes oleadas, lo que significó la muerte en el campo de batalla de miles de tanquistas de los T-34.

El mítico tanque pesado alemán Tiger I, diseñado especialmente para hacer frente  a los tanques T-34 soviéticos.

El mítico tanque pesado alemán Tiger I, diseñado especialmente para hacer frente a los tanques T-34 soviéticos.

El sitio Eurasia1945 precisa que, posteriormente, la introducción a finales de 1943 del T-34/85 con un cañón más largo de 85 mm y con una torreta de mayor tamaño (con 3 tripulantes, como en los tanques alemanes) subsanaría en algunas características su inferioridad técnica. De ese modo, sumado a su gran número de producción, los T-34 lograrían sonadas victorias como las del Río Dniéper en 1943, la reconquista de Bielorrusia en la “Operación Bragation” en 1944, las ofensivas sobre Polonia, Hungría, Austria, Prusia Oriental y el Río Oder en Alemania y, finalmente, la Batalla de Berlín entre Abril y Mayo de 1945.

Tanques soviéticos T-34/85 preparándose para entrar en batalla en Julio de 1944.

Tanques soviéticos T-34/85 preparándose para entrar en batalla en Julio de 1944.

Inicialmente, los primeros T-34 salieron de la Fábrica Komitern de Kharkov, aunque poco después la producción se amplió a las industrias de Leningrado y Stalingrado. Posteriormente, tras la invasión de Alemania a la Unión Soviética en 1941, las factorías de montaje fueron desmanteladas y trasladadas a los Montes Urales. Los soviéticos seguirían con el diseño de los T-34 hasta alcanzar las 84.070 unidades, lo que convirtió a este versátil tanque en el más construido de la Segunda Guerra Mundial. El último tanque T-34 sería construido en 1958.
T-34 fabrica

Tras la Segunda Guerra Mundial, los T-34/85 serían utilizados por muchos países aliados o clientes de la Unión Soviética. La Yugoslavia del Mariscal Josip Tito los utilizó en sus formaciones partisanas y la China Comunista de Mao Tse-Tung los usó contra los tanques del Kuomintang durante la Guerra Guerra Civil China que concluiría en 1949. Durante la Guerra de Corea, en 1950, fueron la punta de lanza en la invasión a Corea del Sur, donde se enfrentaron contra los tanques estadounidenses M4 Sherman, M24 Chaffee y M26 Pershing, demostrando ser muy superiores.

Un tanque soviético T-34 puesto fuera de combate en la Guerra de Corea, en 1950.

Un tanque soviético T-34 puesto fuera de combate en la Guerra de Corea, en 1950.

También los T-34 formaron parte de muchos ejércitos del Pacto de Varsovia, actuaron en la revolución húngara de 1956 y en Oriente Medio, cuando la Liga Árabe compuesta por Egipto, Siria, Irak, Líbano y Palestina, dispusieron de unas unidades para combatir a Israel. También intervinieron en la Guerra de Vietnam, donde lucharon al lado de Vietnam del Norte, Laos y Camboya contra los poderosos blindados estadounidenses Sheridan y Patton. También serían usados durante las Guerras Yugoslavas de 1990 a 1995, cuando las fuerzas armadas de Serbia, Croacia, Eslovenia y Bosnia-Herzegovina emplearon antiguos T-34 en la contienda civil que asoló los Balcanes.

También en otros países (Grecia, Austria, Indonesia, Irán, Pakistán, Afganistán, Yemen, Congo, Somalia, Sudán y Zimbawe) serían utilizados como carros de entrenamiento y seguridad, siendo Libia la última nación en operar con el histórico T-34 durante la Primavera Árabe de 2014.
T-34 now II

Después del inicio de la Guerra Fría en 1947, el T-34 se convertiría en el carro simbólico del comunismo al ser la columna vertebral de las fuerzas acorazadas de los países miembros del Pacto de Varsovia como Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Yugoslavia y Albania. De hecho, serían decisivos en el sangriento aplastamiento de las Revoluciones populares de Praga y Budapest, cuando dispersaron fácilmente a los miles de manifestantes que en las calles de esas ciudades pedían más libertades políticas y económicas.
T 34 1941

Sin embargo, el T-34 es recordado hoy sobre todo al constituirse en uno de los factores decisivos que allanaron el triunfo de la Unión Soviética sobre Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando apareció por primera vez en 1940, el T-34 era considerado el mejor tanque del mundo y aunque a la mitad de la guerra ya no era técnicamente superior a sus oponentes germanos, pues no podía enfrentarse de igual a igual con los mejores tanques alemanes -los tanques Tiger I y Mark V Panther-, todavía era mejor que la mayoría, era fiable mecánicamente y, aún más importante, estaba disponible en enormes cantidades, característica que compartió con el tanque medio estadounidense M4 Sherman.

Un tanque soviético T-34 realizando ejercicios militares en condiciones invernales.

Un tanque soviético T-34 realizando ejercicios militares en condiciones invernales.

El autor y periodista alemán Gernot Kramper, en un artículo publicado en el medio “Stern”, recordó que el carro blindado soviético T-34 resultó ser toda una “sorpresa mortífera” para la Alemania nazi cuando atacó a la URSS. “Al principio de la guerra, este tanque superaba a todos sus oponentes nazis que, en comparación con el T-34, no eran más que juguetes. Ello fue posible gracias a su potente cañón, excelente agilidad y un blindaje inclinado impenetrable para los proyectiles alemanes. Otro aspecto que destacaba del T-34 era la sencillez de su construcción, lo cual facilitó su fabricación en serie. A pesar de que la Wehrmacht (las Fuerzas Armadas de la Alemania nazi) llegó a desarrollar nuevos tipos de carros blindados, ninguno logró igualar la maniobrabilidad y capacidad de paso que poseía el T-34″.

Kramper agregó que “el motor V-2 del tanque también fue innovador para aquellos tiempos: era un motor diésel de 12 cilindros. Incluso los sucesores de este motor siguen usándose en el carro de combate ruso T-90. El T-34 fue el principal carro de combate del Ejército Rojo hasta mediados de 1944, cuando entró en servicio su versión mejorada, el T-34/85. Estas impresionantes máquinas fueron protagonistas de más combates por todo el mundo e incluso 70 años más tarde después del fin de la Segunda Guerra mundial aún siguen funcionando”.

Video: El T-34 en la Segunda Guerra Mundial:

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