Abróchense los cinturones
No es fácil dilucidar si Nadine Velazquez está destinada a ser una actriz de altos vuelos, pero nadie podrá negar la belleza de esta atractiva latina.
Nadine Velazquez nació el 20 de noviembre de 1978 en Chicago, en Estados Unidos, aunque sus ancestros son de Puerto Rico, su apellido desde luego no oculta su procedencia latina. Se graduó en marketing en la Universidad de Columbia, pero su belleza demostró que podía “vender” bien en la pantalla, por lo que hizo varios spots publicitarios, por ejemplo de McDonald’s, y se labró un carrera como modelo. Pero se ve que quería ser algo más que “chica despampanante”, por lo que también hacía teatro.
Sus primeras apariciones en cine y televisión son puramente anécdoticas, figurante o personaje con una frase, pero logró colarse en la conocida serie Me llamo Earl con un papel recurrente, el de Catalina, una chica que compatibiliza su trabajo de limpiadora con el de bailarina de striptease. Allí estuvo de 2005 a 2009, impecable tarjeta de presentación para volar camino del éxito. Y lo fue haciendo con otras series, quizá de menor repercusión, pero que le permitían ganarse la vida, como son La liga fantástica y Doctora en Alabama.
Su primer film de entidad ha sido El vuelo, aunque tuvo que pagar su peaje con una escena muy subida de tono al arrancar la película, que pretende mostrar el triste tenor de vida del protagonista de la cinta de Robert Zemeckis, encarnado por Denzel Washington. Su azafata Katerina Marquez no dejaba indiferente, pero desaparecía pasado el primer tramo de la película.
De todos modos está claro que Velazquez ha despegado en cine, pues ha terminado de rodar dos nuevas cintas: El mensajero (Snitch), junto al musculoso Dwayne Johnson, y la comedia de acción Aztec Warrior. No han faltado las turbulencias –casada en 2005 con el productor Marc Provissiero, el matrimonio se rompió en agosto de 2012–, pero le deseamos de todo corazón “feliz vuelo” en el cine.