Antigua Guatemala, todo sobre la ciudad colonial más bella de este país

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Antigua Guatemala, todo sobre la ciudad colonial más bella de este país

La guía para saber qué visitar en la que fuera la antigua capital de Guatemala y dónde alojarse.

Conocida como la ciudad colonial más bella de Guatemala, La Antigua —así es como llaman los locales a este destino Patrimonio de la Humanidad desde 1979— Antigua Guatemala es una de las visitas indispensables en cualquier viaje al país. Recorrer su casco antiguo es hacer un viaje al pasado, a tiempos coloniales donde la esencia española lo inunda todo. Iglesias, monasterios y numerosos monumentos son parada obligatoria en esta ciudad rodeada de volcanes fundada el 10 de marzo de 1543.

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Foto: Shutterstock

Antigua capital

Uno de los datos más singulares es que Antigua Guatemala fue una de las capitales del país. Fueron concretamente cuatro las ciudades que ejercieron como cabeza de Estado: La primera de ellas fue Iximche, hoy conocida como Tecpán—; en el Valle de Almolonga se conformó la segunda capital, la actual Ciudad Vieja, destruida por las inundaciones del volcán Agua; los terremotos de Santa Marta tuvieron la culpa de destrozar la tercera, lo que es hoy Antigua Guatemala; y, por último, su capital actual, Nueva Guatemala de la Asunción o Ciudad de Guatemala. De esa historia, la penúltima ciudad, es hoy conocida como La Antigua, y se ha conformado en una visita indispensable en un recorrido por el país por su belleza intacta en el tiempo.

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Antigua Guatemala © iStock

Viaje al pasado

El centro de la ciudad, su casco histórico, es un viaje en el tiempo a cuando esta ciudad era la capital del antiguo Reino de Guatemala durante la época colonial española. Sus calles, empedradas, están llenas de casas bajas de una planta con puertas y balcones de madera y pintadas de toda una gama de colores, que va desde el amarillo al granate, convirtiéndose en el fondo perfecto para cualquier fotografía. Paseando aparecen las iglesias y de fondo, con una vegetación frondosa, sus imponente volcanes.

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Arco de Santa Catalina © iStock

El icono de la ciudad

No hay nada más reconocible de Antigua Guatemala que el Arco de Santa Catalina perteneciente al Convento de Santa Catalina. Este icono de la ciudad, pintado de un tono amarillo especialmente reconocible, fue construido con el fin de que las monjas de clausura pudieran cruzar entre los edificios de los que se componía el convento sin que fuesen vistas.

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Iglesia de La Merced © iStock

Templo de templos

Si hay un templo que uno no se puede perder en un viaje a Antigua Guatemala es la iglesia de La Merced. Esta espectacular iglesia llama poderosamente la atención por su color, amarillo con decoración en estuco blanco, y su imponente fachada de estilo barroco guatemalteco que data de 1767. Vale la pena acceder al interior para ver el claustro del Convento de La Merced y algunos de los retablos e imágenes que cuelgan de sus pareces como la de San Pedro Nolasco y la Virgen del Rosario.

 

Antigua Guatemala
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Ruinas bellas

Mandado a construir por las monjas clarisas e inaugurado en 1736, el Convento de las Capuchinas esuna visita obligatoria en Antigua Guatemala. A pesar de que fuera abandonado tras el terremoto que lo destruyó prácticamente por completo en 1773, es posible visitar su interior gracias a las obras de restauración. En el recorrido se recorre el claustro, la iglesia y la torre circular donde se encuentran las 18 habitaciones de las monjas con su baño privado individual y zona de estar. Una visita realmente peculiar que permite conocer cómo vivían las religiosas en aquel momento.

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Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, Antigua Guatemala © iStock

El romanticismo del pasado

Las decenas de iglesias que se distribuyen por Antigua tienen algo muy especial y es que, de entre todas, existen algunas donde el romanticismo de la ruina sigue más vivo que nunca. Esto no ha sido fruto del olvido ni de la dejadez, si no de los eventos naturales catastróficos que han sucedido a lo largo de los años a causa de los temblores de esta tierra. Es por eso que, junto Convento de las Capuchinas, existen otros numerosos templos cuyos yacimientos vale la pena visitar por la belleza con la que se mantienen. Entre ellos se encuentra la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, espectacular ejemplo del barroco guatemalteco, la Iglesia y Convento de la Compañía de Jesús, recuperado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, o el Convento de Santa Clara.

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Plaza Mayor, Antigua Guatemala © iStock

Epicentro social

Conocida como la plaza Mayor o Central, este lugar es el epicentro de la sociedad antigüeña, pues aquí es donde se encuentra su parque Central, convertido en lugar de reuniones de turistas y locales. En sus alrededores se encuentra la Catedral de San José, convertido en el edificio principal de la plaza; las ruinas de la antigua Catedral de Santiago, con sus imponentes columnas y los restos de la cúpula a cielo abierto; y el Palacio de los Capitanes Generales —y el Museo Santiago de los Caballeros—, donde residía antaño el presidente de la Real Audiencia de los Confines.

 

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© Villa Bokéh

Un relais & chateaux a un paso de antigua

En los alrededores de la ciudad de Antigua Guatemala se encuentra el alojamiento perfecto en el que hospedarse para disfrutar de la combinación perfecta entre historia, cultura, naturaleza y gastronomía guatemalteca: Villa Bokéh. Esta hacienda de estilo colonial, con sello Relais & Châteaux, desprende una energía única; quizá la culpa sea del volcán Agua frente al que se encuentra, o de la maravillosa familia que lo regenta y te hace sentir como en casa. Sea como fuere, este alojamiento boutique con un inmenso jardín privado es la alternativa ideal para disfrutar de esta bella ciudad. Sus habitaciones, de ensueño, están diseñadas entre Paliare Studio Architects y Grupo Alta, logrando una combinación perfecta entre tradición, modernidad y esencia guatemalteca puesto que las obras de arte —fotografías, esculturas y pinturas—, además de los tejidos, mobiliario y decoración son de artistas y artesanos nacionales.

 

La parte gastronómica es otro de sus puntos fuertes. Desde el desayuno, con una carta exquisita de platos, hasta el brunch que ofrecen el fin de semana, pasando por las comidas y las cenas. El restaurante, localizado en una reinvención contemporánea de un invernadero, tiene una oferta gastronómica centrada en la cocina tradicional guatemalteca con aires nuevos donde destacan platos como la crema de maíz, la sopa de frijol, los elotitos tiernos asados, el ceviche guatemalteco de camarón, el hummus de frijol blanco o el róbalo con mousse de maíz. El lugar perfecto para conocer la esencia guatemalteca de principio a fin.