Solo muy pocas obras artísticas (libros, películas, cuadros…) saben captar el ambiente actual desde una perspectiva diáfana, lúcida y con sobriedad. Marko Škop, productor, guionista y director eslovaco de documentales, series y largometrajes de ficción, sabe situar a la perfección su mirada en los temas que aborda. Analítico y ecuánime en su visión, sin prejuicios ni posiciones doctrinales, siempre deja al espectador la última palabra.

‘Let There Be Light (Hágase la luz)’
‘Let There Be Light (Hágase la luz)’

Las relaciones entre padres e hijos, la fuerza de la educación y la intimidad familiar han centrado su interés en sus dos primeras películas. ‘Eva Nová’ (2015) ya abordaba las tensiones entre una actriz que intenta recuperar el amor de su hijo (situación que desarrolló a partir de una entrevista con la actriz francesa Annie Girardot). Una conmovedora película, seleccionada en el festival de Toronto, que ya mostraba la inteligencia en la dirección y un verdadero sentido narrativo, en un espacio prácticamente único y cerrado.

Con ‘Let There Be Light’ el cineasta eslovaco da el gran salto. De nuevo seleccionada, entre otros, en los festivales de Karlovy Vary, Chicago y Seminci (sin duda, lo mejor del certamen) y candidata para representar a Eslovaquia en los Oscar. No es de extrañar porque ‘Let There Be Light’ es, sencillamente, excepcional e impactante. La película que mejor muestra la ascensión del inquietante y peligroso populismo en nuestra Europa actual.

‘Let There Be Light (Hágase la luz)’
‘Let There Be Light (Hágase la luz)’

Un migrante económico, Milan (encarnado por el impresionante actor del mismo nombre, Milan Ondrík), obligado, como tantos otros, a trabajar en el país que mejor pague, en este caso, Alemania, regresa con su familia a su hogar cuando puede. Un buen padre que no ha caído en el odio de su progenitor, amable con sus vecinos, amante de sus hijos y esposa, y también, como cualquier ser humano, con sus pequeñas contradicciones.

Lo que prometía ser un periodo de descanso y reencuentro familiar, las vacaciones de Navidad, se convierte en una verdadera pesadilla. Su hijo, en plena adolescencia, empieza a tener problemas y, por si fuera poco, la pequeña comunidad local recibe impresionada, en apariencia, la noticia del ‘supuesto’ suicidio de otro joven del pueblo.

‘Let There Be Light (Hágase la luz)’
‘Let There Be Light (Hágase la luz)’

Un suspense ‘in crescendo’, una familia desbordada por una realidad social que desconocía, una comunidad, testigo mudo y a la vez culpable por su falta de respuesta, una conexión entre política y religión que empeora la situación… Marko Škop borda cada uno de los hilos argumentales de su película y deja boquiabierto al espectador en cada secuencia. Sencillamente, magistral, y de visión imprescindible.