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Si tu médico te recetó óvulos vaginales, tal vez te preguntes cómo funcionan. Un óvulo es un sistema de administración de medicamentos que puede usarse para introducir varios medicamentos, hierbas, hormonas o lubricantes en la vagina. Una vez que el óvulo se encuentre en tu vagina, se disolverá, lo que liberará el medicamento para tratar alguna enfermedad de la vagina (como una vaginitis) o del cuerpo entero (como tratamientos hormonales). Si te vas a colocar una pastilla o pomada, el óvulo puede venir con un aplicador de plástico para ayudarte a introducirlo.[1]

Parte 1
Parte 1 de 2:

Introducir el óvulo

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  1. Usa un jabón suave para lavar cuidadosamente las partes externas de tu vagina y la zona a su alrededor. No laves el interior de tu vagina. Asegúrate de lavarte bien las manos. Enjuaga la zona vaginal y tus manos para retirar el jabón por completo. Con el uso de un paño de algodón limpio palmea tu piel para secarla.[2] [3]
    • Limpiar tu vagina y manos puede evitar la propagación de bacterias en tu vagina mientras introduces el óvulo.
  2. Retira el aplicador del óvulo de su empaque y fíjate si ya está precargado con la crema o la pastilla. Si no es así, sostén el aplicador entre tus dedos pulgar e índice y usa tu otra mano para colocar la crema o pastilla en el otro extremo del aplicador.[4] [5]
    • Para llenar un aplicador con un óvulo en crema, conecta el tubo de crema al aplicador de modo que quede firmemente unido. Aprieta el tubo de crema hasta que la dosis correcta esté en el aplicador. Retira el tubo y guárdalo para tu dosis siguiente.
    • El aplicador proporcionado para administrar un óvulo en crema por lo general tiene marcas que te indican la cantidad que tiene adentro, como 1 gramo, 2 gramos, etc.
  3. Párate con las piernas y las rodillas separadas. Levante un pie sobre un banquillo, el borde del inodoro, la tina o una silla. O puedes acostarte boca arriba con las rodillas flexionadas. Tus pies deben estar separados a lo ancho de los hombros. [6] [7]
    • Ambas posiciones te darán un acceso más fácil a la abertura vaginal lo que hará más sencillo introducir el óvulo.
  4. Usa tu mano no dominante para separar los labios (vaginales) de tu vulva. Esto expondrá tu vagina. Mantenla expuesta mientras usas tu mano dominante para colocar el óvulo en la abertura vaginal.[8] [9]
    • Aunque puede parecer difícil al principio, trata de relajarte. Recuerda que lleva algo de tiempo acostumbrarse y puedes seguir intentándolo hasta que introduzcas con éxito el óvulo.
  5. Introduce el aplicador del óvulo o usa tu dedo índice para introducir el óvulo en tu vagina. Empújalo tanto como sea cómodo para que el óvulo quede en tu vagina. Si usas un aplicador, empuja el émbolo para que se administre todo el óvulo a tu vagina.[10] [11]
    • Sabrás que el óvulo está en tu vagina cuando aproximadamente la mitad del aplicador esté dentro ella o cuando tu dedo índice esté en la vagina hasta el nudillo.
  6. Retira el aplicador y lávalo por completo con un poco de jabón suave y agua si es reutilizable o bótalo si no lo es. Lava y seca tus manos. Puede tomar hasta una hora que el óvulo se disuelva por completo. En ese momento, quizás notes que algo gotea si estás parada y dando vueltas.[12] [13]
    • Sigue las instrucciones del fabricante o del médico para tu óvulo en específico.
    • Es probable que no sientas el óvulo una vez que te lo coloques y no necesitarás retirarlo ya que se disolverá en tu vagina.
Parte 2
Parte 2 de 2:

Utilizar óvulos vaginales eficazmente

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  1. Los óvulos por lo general están hechos de grasas o polímeros hidrosolubles. Empezarán a derretirse en tu cuerpo una vez que los introduzcas en tu vagina. Para evitar que los óvulos se derritan antes de introducirlos, guárdalos a temperatura ambiente. Considera refrigerarlos si vives en algún lugar caliente, donde tienen más probabilidades de derretirse a temperatura ambiente.[14]
    • El proceso de derretimiento liberará los medicamentos, hierbas, hormonas o lubricantes en tu vagina.
  2. Si te recetaron un óvulo, es porque tu médico cree que tendrás un mayor beneficio de ese sistema de administración. Si empiezas a menstruar, continúa con el uso de los óvulos como te indicó tu médico. Solo asegúrate de usar una toalla sanitaria en lugar de un tampón.[15]
    • Si olvidas una dosis, solo recuerda colocarte el óvulo en la siguiente hora programada. No te coloques dos dosis a la vez.
  3. Debido a que los óvulos gotearán mientras se disuelven en tu vagina, debes colocarlos por la noche antes de acostarte. Si necesitas usarlos durante el día, considera llevar puesta una toalla sanitaria o algún tipo de forro para protegerte de cualquier fuga.[16]
    • Evita usar un tampón para absorber . El tampón absorberá el medicamento, lo que hará que sea menos efectivo. También irritará tus paredes vaginales.
  4. Dado que los óvulos vaginales se usan para una serie de enfermedades médicas (como infecciones bacterianas o por hongos, sequedad vaginal y desequilibrios hormonales reproductivos), los efectos secundarios pueden variar. La mayoría de los efectos secundarios no requieren atención médica. En general, puedes experimentar:
    • malestar vaginal;
    • sequedad vaginal;
    • quemazón o picazón;
    • secreción de la vagina mientras el óvulo se disuelve.
  5. Hazle saber a tu médico si tienes algo de dolor o incomodidad. Si piensas que tienes una reacción alérgica, contacta a tu médico. Los signos de una reacción alérgica incluyen inflamación de la zona de la vagina y de la vulva, picazón, urticaria y opresión en el pecho. Revisa el documento que viene con tu óvulo para conocer los riesgos específicos de alergia.
    • Conversa con tu médico sobre si debes abstenerte o no de tener relaciones sexuales mientras usas los óvulos.[17]
    • Si tienes problemas con el uso del aplicador del óvulo, entonces convérsalo con tu médico. Tal vez tu médico o una enfermera pueda enseñarte cómo usarlo durante una visita al consultorio.

Acerca de este wikiHow

Carrie Noriega, MD
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Carrie Noriega, MD. La Dra. Noriega es una obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial, y escritora médica en Colorado. Se especializa en salud de la mujer, reumatología, neumología, enfermedades infecciosas y gastroenterología. Recibió su doctorado en la Creighton School of Medicine en Omaha, Nebraska, y completó su residencia en la Universidad de Missouri - Kansas City en 2005. Este artículo ha sido visto 356 872 veces.
Categorías: Salud vaginal
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