El 2023 está siendo un año de grandes revoluciones en Berria, tras el lanzamiento de la nueva Bravo con la que se han sumado a evolucionar el mundo de las rígidas un paso más allá, ahora era el turno de su doble Mako. El resultado parece que está destinado a dar mucho que hablar. Berria se alista a la tendencia de esconder el amortiguador en el interior del cuadro, con un diseño de integración completa que recuerda mucho al de la Scott Spark de última generación, atrayendo la atención aún más.
El desarrollo, con más de dos años de trabajo detrás, ha dado un giro drástico con la Mako anterior –la tercera generación, que fue desarrollada codo con codo junto a los suizos de Thomus- y ahora Berria ha emprendido un nuevo camino en el que ellos han centralizado todo el desarrollo de sus bicis y sus tecnologías.
La integración pasa a ser máxima en la nueva Mako, con un concepto muy parecido a la Scott Spark
Algo que Berria ya introdujo en esta Mako presentada en el año 2020 fue la integración de los cables por la parte alta de la dirección y fue de hecho una de las primeras marcas en apostar de lleno por ello.
Y precisamente la integración es el concepto en torno al que gira el nuevo modelo, motivo por el que desde la marca han apostado por ocultar el amortiguador en el interior del tubo de sillín, un concepto obligado para poder llevar dos bidones de agua de gran tamaño de la forma más limpia y lógica posible.
113 mm de recorrido y desde 1.875 g
Ni 105 como la anterior, ni 120 mm como muchas marcas apuntan a la tendencia inevitable de cara al futuro. Berria ha creado un sistema de suspensión con un total de 113 mm de recorrido, un punto intermedio entre las cifras más tradicionales en el XC y las más modernas. Y combinado con una horquilla de 110 mm. De todas maneras, es compatible con horquillas de mayor recorrido de 120 y 130 mm, de hecho, paralelamente también se pone a la venta una versión DC de Down Country que equipará horquillas recorrido mayor y un montaje más enfocado al Trail, con componentes de medidas diferentes.
Las líneas del nuevo cuadro estrenan una estética que ya vimos en parte en la Bravo rígida y que en la marca han denominado como “Curvas Tensas”, ya que reúne caras curvas y muy suaves con algunas aristas y esquinas. Y tiene algunos elementos distintivos de la marca como el tubo de sillín con el cierre también integrado (y que por cierto tiene un funcionamiento que nos ha parecido bastante sólido y fiable) cuyas formas incluso se han acentuado más en la Mako evocando un poco la silueta de una aleta de tiburón, animal que da nombre a este modelo (Mako, también conocido como marrajo). Además también tiene unas estrías en la tapa del amortiguador como si fueran unas branquias.
Para llegar a todas las formas del cuadro, ya que la cavidad del amortiguador es una zona extremadamente compleja, Berria ha requerido de un total de 28 moldes de acero para darle forma, 2 externos y 26 internos, un proceso muy laborioso y complejo.
Y como ya es costumbre en la marca albaceteña el cuadro se fabrica en dos versiones de carbono y precio. Por un lado tenemos el carbono que ellos denominan HM2X, el más económico y cuyo peso anunciado es de 2.175 g, el que nosotros hemos puesto a prueba, y luego tenemos el tope de gama UHM3X con un peso de 1.875 g y que estará disponible hacia finales de este año 2023.
Tenemos un cableado completamente interno de inicio a fin, los cables cruzan por la zona del amortiguador de una forma bastante limpia, e incluso encontramos una guía interna para el cable de la tija telescópica que evita que quede suelto junto al amortiguador. La dirección cuenta con bloqueo de giro con la particularidad de que el sistema se encuentra en la pista inferior, para descargar de complejidad la parte de arriba de la dirección. Dentro encontramos rodamientos de la marca Acros y también tenemos unas pistas de tamaño 1-1/2’’ tanto arriba como abajo, por eso vemos una pipa un tanto sobredimensionada y muy rígida.
En las ventanas posteriores de la zona del pedalier, por detrás del amortiguador, vemos muchas pequeñas piezas de goma protegiendo la entrada de barro al interior del sistema de suspensión.
Y un componente que llega junto a la Mako es el nuevo combo de manillar y potencia de su marca Avant, llamado Aguila, que sigue un poco las líneas del cuadro y que se fabrica en dos versiones de carbono al igual que el cuadro. Se pone a la venta en tres longitudes de potencia y con un ancho de 760 mm, con pesos que arrancan en 175 gr en la versión BR tope de gama y en 290 g en la versión normal. Y también hay otra versión llamada Condor para los modelos de Down Country más elevado y con unas medidas más enfocadas al Trail.
El nuevo sistema IN-LINK
Berria ha bautizado el sistema de suspensión como In-Link, que destaca por ser un sistema que oculta el amortiguador por completo dentro del cuadro, y lo hace de una forma muy parecida a cómo ya hemos visto en la Scott Spark, aunque con diferencias y particularidades.
Se trata de un sistema en el que se recurre una vez más a la flexión en los tirantes y que cuenta con una pequeña bieleta que se integra parcialmente en el interior del cuadro, al igual que el amortiguador.
En el caso de la Mako la integración requiere de una tapa que cubre el hueco en el que va alojado el amortiguador. Esta tapa, patentada por la marca –su primera patente de hecho- es clave en el concepto de la bici, no es solo una tapa que oculta y protege al amortiguador, sino que también sirve como estructura sobre la que se instala el segundo portabidón, de manera que cumple un doble objetivo. Y de hecho esta es la idea en torno a la que gira su patente.
El amortiguador queda alojado dentro del tubo de sillín en un espacio bastante ajustado, hecho así a propósito para reducir el volumen total, aligerar y porque en materia de cinemática del sistema de suspensión, el movimiento que realiza la pequeña bieleta en forma de “L” es tan reducido que no requería más margen a su alrededor.
Para darle presión al amortiguador Berria incluye un racor acodado porque el espacio dentro es tan justo que no hay hueco para roscar directamente una bomba. No obstante es compatible con los amortiguadores electrónicos del mercado y es el motivo por el que esta tapa se ha elevado un poco más respecto al pedalier. Podemos utilizar un Flight Attendant de RockShox, un Live de Fox y también el TACT de Suntour.
Con todo ello la compatibilidad con el segundo bidón de agua es máxima, de hecho es compatible con bidones “de los grandes” de 750 ml de agua. Según la marca en las tres tallas en las que se fabrica la Mako. Nuestra unidad de pruebas es una talla M y ha cabido sin problemas –siempre y cuando usemos un portabidón de acceso lateral-.
Como un bidón de agua lleno pesa bastante, sobre todo si es de 750 ml, la tapa tiene que estar muy reforzada en dos sentidos. El primero en su propia estructura, y es por lo que vemos esos puentes de unión y nervios en la cara trasera, y el segundo es su forma de unión al cuadro. Vemos que va atornillada en tres puntos en lugar de usar una unión de pestañas o cierres más rápidos de manipular.
Por este motivo acceder al amortiguador para modificar su presión o rebote es algo lento, ya que tenemos que desmontar estos tres tornillos. Y el portabidón también, en caso de que llevemos uno instalado. La idea original de la Mako contaba con un racor que uniría el amortiguador con una salida exterior, colocada por delante de la tapa, con una segunda válvula.
De esta manera no tendríamos que desmontar la tapa para modificar la presión, se podría hacer desde fuera, pero la dificultad para encontrar estos racores personalizados es uno de los motivos por los que esta idea no se pudo llevar adelante.
Como recomendación nuestra, si vamos a tener una Mako vendría muy bien tener una herramienta tipo carraca para hacerlo mucho más rápido y cómodo.
La geometría y sus suspensiones tienen unas cifras y comportamiento Racing y equilibrado
Como también es de suponer, desmontar el amortiguador para hacer mantenimientos es algo más tedioso que con un sistema tradicional. Nosotros ya lo hemos desmontado, y realmente no es que haya sido muy difícil quitarlo, pero sí lleva bastante tiempo. Hay que quitar la biela derecha, la tapa del amortiguador, otra tapa trasera y todos los puntos de giro del sistema salvo el principal. No es algo que cualquier usuario vaya a hacer en su casa y menos de forma frecuente, pero es un factor a tener en cuenta para aquellos a quienes les gusta el “trasteo” en sus bicis.
Geometría y suspensiones: la clave
Desarrollar una bici de Cross Country de última generación con más recorrido de suspensión, que tenga una geometría moderna y que no pierda por el camino las sensaciones de bici de rendimiento y buena escaladora, no es algo precisamente fácil. Y en el caso de esta Mako creemos que Berria ha conseguido un equilibrio muy bueno entre todos esos factores.
Como es de esperar dentro de las tendencias habituales, su geometría ha crecido respecto a la tercera generación, un total de 18 mm entre ejes y también crece en Reach, siendo de 458 mm en talla M.
El ángulo de dirección se ha abierto 1,7º y se han ido a 67,5º en esta talla (67 en la talla S y 68 en la L), y el ángulo de sillín aunque pueda parecer más inclinado por la forma del cuadro, es de 76º, 0.2 más vertical en la S y 0.2 más abierto en la L.
Y en las vainas se pasa ahora a tener 430 mm, que son 5 mm menos que antes, algo que es muy importante en cómo se desenvuelve la bici a la hora de pedalear con energía.
Estamos ante una geometría moderna, un poco larga a priori y con un ángulo de dirección en el límite de lo que podría considerarse muy abierto y lo que no lo es tanto. Pero sobre todo lo que hemos visto con ella es que juega constantemente en el equilibrio entre bici rápida, estable y que da mucha confianza bajando, pero también tiene a su vez ese puntito de bici reactiva y ágil y que se desenvuelve bien en las subidas incluso en curvas reviradas.
Y este mismo equilibrio que vemos en la geometría se replica en las suspensiones. Su recorrido de 113 mm trasero (110 en horquilla, recordemos) es una cifra intermedia entre lo más moderno, a veces considerado excesivo por los aficionados al XC y maratón, y los 100 mm más tradicionales que viven con la amenaza constante de empezar a quedarse algo obsoletos con el paso de los años. El objetivo es tratar de conseguir eficiencia a la hora de pedalear y comodidad y absorción cuando pedaleamos en terreno montañoso.
La cinemática del sistema IN-LINK tiene un primer tramo progresivo y después es más regresivo, con un leverage ratio muy constante. La consecuencia de esta curva es que el sistema es sensible al principio y se va endureciendo poco a poco, de manera que tenemos un pedaleo bastante estable y sin vaivenes. Hacia los 25-30 mm finales el recorrido se consume con más facilidad de cara a aprovechar muy bien todo el recorrido, un tipo de comportamiento que encaja muy bien con los circuitos de XC modernos. Pero también con tramos de pista o llaneo en los que pedaleamos en modo carrera moviendo muchos vatios.
Aquí se recomienda inicialmente un sag del 15% que es con el que hemos rodado inicialmente, y en esta configuración la bici es un misil pedaleando, pero es verdad que no se aprovecha del todo bien la capacidad del sistema. En torno a un 22% e incluso un poco más hasta un 25% es donde nosotros nos hemos encontrado más a gusto y vemos que dibuja mejor el terreno y los pequeños baches, y hay menos reacciones secas, sin llegar a mostrarse perezosa de atrás.
Como curiosidad añadida, los modelos con amortiguador RockShox SIDLuxe tendrán dos posiciones de hidráulico (abierto y bloqueo), mientras que los que opten por el Fox DPS contarán con la opción de tres posiciones (abierto, intermedio y bloqueo). Nosotros al llevar la primera opción –aunque con el mando Fox de tres posiciones- hemos podido comprobar que en abierto la bici pedalea muy bien y casi no nos pide una posición intermedia nunca, en muy pocas circunstancias hemos podido requerirla. No obstante los modelos que sí la lleven tendrán esa posibilidad más para jugar con el comportamiento de la suspensión.
Desde 4.199 euros
La nueva Mako se pone a la venta en cinco montajes desde el 6 al LTD, aunque en cada uno de ellos podemos elegir distintas ruedas con lo que al final tenemos un total de 18 reseñas en el catálogo y un precio que va desde 4.299 a 9.899 € y eso sin contar las versiones BR con el cuadro más ligero que aún están por llegar.
Y también tenemos otros cuatro modelos Mako DC más bajadores que en total suman otras 8 reseñas más en función de las ruedas, con unos precios que en este caso oscilan entre 4.199 y 8.199 €. Todo ello además con la posibilidad de personalización de colores que ya es habitual en la marca.
Nuestro modelo probado es el LTD, y en nuestro montaje destaca el peculiar juego de ruedas Fulcrum Red Zone Carbon con un perfil de llanta que se ensancha y estrecha constantemente junto a los radios –el ancho interno es de 28 mm siempre- y crea un efecto de movimiento muy peculiar.
También encontramos la tija Tibia también propia de Berria que está diseñada así para permitir cierta flexión (poco apreciable en una bici de doble suspensión), estrenada con la Bravo rígida, el grupo SRAM XX T-Type tope de gama o unos frenos SRAM Level Ultimate. El peso final ha pasado por muy poco la barrera de los 11 kilos en talla M y sin pedales. 11,140 kg.
Más información en www.berriabikes.com