Camille Saint-Saens compuso «El Carnaval de los animales» en 1886, aunque mucho tiempo no la interpretó en sus conciertos y prohibió que se hiciera, tan sólo permitía la ejecución de «El cisne», porque le preocupaba que afectara a su reputación de compositor serio. Esta prohibición fue revocada en su testamento.
«El Carnaval de los animales» es una fábula musical, e incluso una sátira. La orquestación tan extraña como apropiada está interpretada por dos pianos, dos violines, una viola, un violonchelo, un contrabajo, una flauta, un clarinete, un acordeón y un xilófono.
Interpretación de la London Sinfonietta bajo la dirección de Charles Dutoit.
Introducción – León
El ciclo se abre con una marcha que presenta al rey de los animales: el león, la marcha repite varias veces el rugido de este animal.
Gallinas y gallos
El segundo piano reproduce el cloqueo de las gallinas, el primer piano imita al gallo, pero las gallinas tendrán la última palabra.
Mulas
«Animales de los pies ligeros». La sátira se hace patente cuando los dos pianistas interpretan escalas a modo de estudio.
Tortugas
La lentitud propia de estos animales viene sugerida por la interpretación del can-can de «Orfeo en los infiernos» de Offenbach tres veces más lenta.
El elefante
Tras un comienzo al piano con un vals, el contrabajo marca el ritmo lento y pesado de este animal torpón
Los canguros
Sus saltos están imitados por los dos pianos que cambian bruscamente de compás.
El acuario
La flauta y los violines interpretan una dulce melodía, que a su vez es reproducida por el acordeón en manera sincopada. Los dos pianos lo encuadran todo con una ejecución cruzada.
Personajes de largas orejas
Los violines, aunque parezca imposible, rebuznan.
El cucú en el bosque
Es ahora el clarinete el que imita el canto de este pájaro acompañado por los dos pianos.
La pajarera
Aquí es la flauta la que imita el trinar de los pájaros con el eco de los pianos.
Pianistas
La sátira llega al máximo nivel. El Hombre, es representado por los pianistas que hacen ejercicios de técnica pura.
Los fósiles
«¿Hay algo más fósil que un compositor famoso?» dijo Saint-Saëns. Su «Danza macabra» había sido admirada hasta darle náuseas, por esto retoma aquí el tema de la Muerte atrayendo a los fantasmas.El protagonista es el xilófono.
El cisne
La tradición cuenta que el cisne, antes de morir, emite una bellísima melodía. Aquí es el violonchelo el encargado de interpretar esta maravillosa elegía.
Cómo en una comedia shakesperiana, el Final reune a todos los personajes por última vez.
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