Hoy en COOL nos remontaremos a un tiempo en el que los perfumes eran poesía no recitada y para ello, vamos a conocer a fondo la marca de fragancias nicho Clive Christian. Un emporio británico cuyas sofiticadas creaciones olfativas atesora aromas de no menos de 100 ingredientes y que aúnan «la tradición y la majestuosidad de la perfumería de antaño» pero está actualmente «en perfecta armonía con todo lo moderno». Esto, nos lo asegura nuestra entrevistada, su actual alma máter, la encantadora Victoria Christian. Quedamos con ella -a través de nuestros amigos de Abanuc, espacio dedicado a la venta de marcas beauty de lujo y perfumes nicho-en un coqueto y palaciego hotel de Madrid y enseguida, nos damos cuenta de que su presencia todo lo llena. Se trata de una mujer extraordinaria, culta, estilosa y elocuente que ‘vende’ mejor que nadie la soñada firma que dirige.
De su mano -y deleitando nuestro sentido del olfato en su máximo expresión-descubrimos lo que supone Clive Christian, que al final es mucho más que una marca de lujo con el récord de la formulación del «perfume más caro de la historia» aunque eso, ya nos parezca por demás de sorprendente. Son sueños hechos fragancia, son los poemas de los aromas, la realeza de la alta perfumería. Sofisticadas fragancias que, aunque como es natural se ha ido adaptando con el pasar de los años, guarda la esencia de tiempos de la Reina Victoria y el gran idilio que ésta mantenía con este perfume. Perfumes ingleses envolventes llenos de matices que perduran sin atosigar y que dejan huella. Viajaron a bordo del Titanic y perfumaron el cuello de grandes divas del Hollywood más auténtico. DALE AL PLAY , hazme caso, te invadirá un aroma embriagador y adictivo a partes iguales…
«El perfume es tu accesorio invisible: cada gota guarda un recuerdo de un momento en tu vida…»
Victoria Christian es la hija mayor del diseñador británico Clive Christian OBE, y su amor por los perfumes comenzó a una edad temprana, cuando ella y su padre descubrieron un frasco original de 1800 de Crown Perfumery que había sido coronado por la Reina Victoria en 1872. El envase era idéntico al que usaba la aristocracia durante el siglo XIX. Victoria estudió ballet y artes escénicas en Covent Garden, Londres y actuó en el West End Stages antes de unirse a su padre en su resurgimiento de The Crown Perfumery y de la creación de un nuevo nivel de perfume de lujo.
Después de un intenso periodo de formación con los perfumes de Londres, París y Grasse con muchos perfumistas Victoria se unió a Clive en el lanzamiento de la Colección Clive Christian Original, y luego introdujo los perfumes en Bergdorf Goodman y en todo América. Hoy, Victoria viaja por todo el mundo como embajadora de marca de los perfumes Clive Christian.
El aroma que inspiraba a la Reina Victoria
El origen de la marca se remonta a 1865 cuando el famoso corsetero inglés William Sparks Thomson, para evitar que sus clientas se marearan debido a la presión que los corsés ejercían sobre ellas, formuló unas sales revitalizantes con aroma a lavanda. A estas sales les siguió la creación del primer perfume extra concentrado llamado Crab Apple Blossom en 1865.
Las damas de la alta sociedad se convirtieron al momento en clientas habituales del señor Sparks y entre todas ellas, la más ilustre fue la Reina Victoria.
En 1937 paró su producción de perfumes y no fue hasta 1999 cuando la marca volvió a hacer historia y ya fue adquirida por Clive Christian, un diseñador de interiores. En esta nueva etapa, la firma ha vuelto a convertirse en la más exclusiva del mercado, alcanzando el récord Guinness al formular el perfume más caro de la historia.
Los perfumes del Titanic
Durante mi charla con ella, Victoria Christian se me adelantó y sacó ella misma la vinculación de Clive Christian con el Titanic: «Como seguramente habrás investigado, si estuvieras en los camarotes de primera clase del Titanic, los habrías tenido». Y claro, a mí lo primero que se me viene a la mente es a Rose (aunque todos sepamos que lamentablemente es tan sólo un personaje cinematrográfico) disfrutando de esos perfumes a bordo.
Fragancias que son auténticas joyas
Lo que ofrece Clive Christian es toda una experiencia para los sentidos. Sofisticadas combinaciones de aromas que perduran, que no se olvidan, probablemente, nunca. Desde su aristocrático packaging a sus distintas y seductoras opciones existentes, suponen un placer que, aunque no esté al alcance de todos los bolsillos, merece la pena probar, alguna vez en la vida.
