Rubén Lobo: “Este disco es la historia de mi vida” – Diario El Ciudadano y la Región
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Rubén Lobo: “Este disco es la historia de mi vida”

Reconocido por sus dotes de sesionista y por haber compartido escenario con grandes artistas como Mercedes Sosa, junto a quien tocó 20 años, el percusionista Rubén Lobo editó su primer registro solista, titulado “La voz de los parches”. El músico tucumano tocará esta noche, a partir de las 21, en la sala Empleados de Comercio.


“Hace muchos años, en Tucumán, en mi casa natal y a escondidas de mi padre, armé por primera vez su batería. Desde aquel instante esos palos y el sonido de los parches me han acompañado por caminos impensados”, evoca al arreglador, cantante y percusionista Rubén Lobo en La voz de los parches, su disco debut como solista, ese que después de 50 años de carrera musical decidió editar para registrar y mostrar su historia. Lobo es un talentoso sesionista que supo acompañar a Mercedes Sosa por 20 años aportándole sus dotes de eximio percusionista, del mismo modo que junto a León Gieco, Alberto Cortez, Sandro, Raúl Lavié, Charly García, Jairo, Mariano Mores y Ariel Ramírez, entre muchos otros.
“Este disco es la historia de mi vida”, dice sin tapujos pero con toda humildad, y se justifica: “Porque para hacerlo convoqué a los músicos con los que yo toqué en estos 50 años; aunque me faltan dos Negros y una Negra”, lamenta, haciendo referencia a Rubén Juárez, Eduardo Lagos y Mercedes Sosa. “También faltan amigos queridos como Lalo de los Santos, un músico rosarino impresionante que murió muy joven”, agrega.
El material en el que Lobo buscó volcar su experiencia personal acompañado por Juan Falú, Lilian Saba, Daniel Maza, Pablo Motta, Ricardo Cánepa, Pablo Fraguela, Sebastián “Tati” Cala y Fabián Bertero, entre otros, tendrá su estreno en Rosario esta noche, a las 21, en la sala Empleados de Comercio (Corrientes 450). La velada servirá también para conocer su nuevo proyecto musical, agrupación con la que ya está planeando un segundo material y de la que participa su hijo, actual líder de Dancing Mood, Hugo Lobo, entre otros talentosos músicos.
El recorrido de La voz de los parches es también un repaso por la vida de Lobo, su infancia en Tucumán, su experiencia en las Antillas holandesas y los músicos con los que le ha tocado compartir vida y escenario. “Todos los temas tienen una historia”, dice, y asegura que los 13 tracks tienen un porqué, remiten a un hecho que cambió su forma de ver el mundo y, sobre todo, su rumbo musical. “Están «Pequeña» y «Lluvia de estrellas», que son de Osmar Maderna, que falleció cuando yo era muy pequeño. Mi papá era muy fanático y yo lo escuchaba desde niño. De grande me dije: «Tengo la oportunidad de tocar y grabar esos temas y lo voy a hacer». Después está «Bajo este sauce solo» del Chivo Valladares, «La Oncena» (elegida para abrir el disco), una chacarera de Eduardo Lagos con quien toqué hasta su último tiempo. También hice un tema con Juan Falú, «Horizonte de octubre», que habla del desarraigo de alguien que se fue de su provincia y que cuando vuelve quiere encontrar todo como lo dejó; eso me pasa, porque hay algunos amigos que no están, alguna casa que desapareció, algún barrio que cambió”, detalló.
“Desde el 73 que no estoy en Tucumán. Me vine a Buenos Aires, estuve 6 meses y me fui a vivir a las Antillas holandesas, estuve 8 años, volví a Buenos Aires en los 80 y me quedé. A Tucumán vuelvo a ver a los amigos y a mi familia”, explicó.
Rubén Lobo es uno de los bateristas-percusionistas más reconocidos del folclore nacional, además de arreglador y dueño de una excelente voz. Sus arreglos son muy elogiados por los especialistas y, según él mismo se apura a explicar, cuentan con una particularidad: “Todos los arreglos que hago los hago desde la batería; al revés que un pianista que inicia en la armonía y va hacia el ritmo, yo lo hago desde el ritmo y después le pongo la armonía. Son arreglos con una óptica diferente a lo común porque le doy prioridad a lo rítmico”. Y agrega: “El disco se llama La voz de los parches, porque lo que se escucha nace de los parches”.

Reconocimiento a la calidad

“Hice este disco con la seguridad de que iba a tener buenas críticas”, dice Lobo con la seguridad del trabajo bien realizado, aunque confiesa que la nominación a los premios Gardel como mejor álbum intérprete masculino de folclore lo sorprendió. “No lo esperaba porque todo es más difícil cuando hacés un disco independiente. Pienso que tuvo que ver con la importancia del disco musicalmente y por el peso de los invitados”.
Sin descansar en el trabajo que tantos elogios le valió, Lobo redobló la apuesta armando una banda para poder reproducir los arreglos del disco (tarea difícil por la calidad de los invitados que grabaron en el material) y comenzar un nuevo proyecto. “Una banda muy potente, con buenos arreglos, no tan inclinada a temas fusionados con jazz como el disco, aunque sí tiene de todo y el que quiera pararse y bailar va a poder”, bromeó, haciendo referencia que esta nueva formación incorporará carnavalitos y guainos además de “temas muy románticos” que Lobo trae de su paso por Centroamérica. “Allá canté mucho bolero y salsa. Esta banda tiene un poco de todo eso, un poco caribeña y un poco de música folclórica”, concluyó.

 

Calidad y raíz como premisas

Rubén Lobo es considerado un referente para la nueva generación de percusionistas, y al hablar de folclore actual manifiesta preocupación: “Estamos corriendo el riesgo de que dentro de 10 años nadie sepa cómo era realmente una zamba o un chamamé canción, porque se van a acostumbrar a otras formas rítmicas de tocar y nadie se va a poner a buscar libros de hace 20 años para ver cómo se hacía originalmente”. Y agrega que la escena actual ya no hay, como antes, “una o dos corrientes, ahora hay muchas; algunas propuestas excelentes de grandes músicos”. Finalmente, aclara: “Lo único que percibo es que si bien uno puede aportar a los ritmos tradicionales desde los arreglos, a veces nos estamos saliendo un poco del carril y vamos perdiendo la raíz. Mi banda hace esa fusión pero trato que predomine la raíz ya sea en el canto o en el ritmo, porque de otro modo estamos tocando mucho más parecido a los ritmos de otros países que a los nuestros. Me gustaría que cada uno que transite por ese camino lo haga porque le gusta más, porque conoce lo original, pero se siente más cómodo haciéndolo diferente y no que lo hagan porque no saben cómo se toca lo de su tierra”, aseguró.

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