Nick est� muy seguro de sus capacidades, y convencido de que obtendr� su ascenso a director creativo de la agencia en la que trabaja. Pero el pobre deber� soportar con estoicismo la noticia que le da su jefe (Alan Alda): el nuevo director creativo no ser� �l... sino ella. S�, una mujer. O m�s precisamente Darcy McGuire (Helen Hunt), la creativa-estrella que acaba de renunciar a la empresa de la competencia.

Esa noche, en su casa, mientras toma unas copas de vino y escucha para inspirarse un disco de Alanis Morisette que le rob� a su hija de la mochila, Nick prueba en su cuerpo cada uno de aquellos art�culos. Luego de bailes frente al espejo y luchas con el secador de pelo, Nick cae travestido en la ba�era, con el aparato enchufado, y se electrocuta. Hubiera sido un buen final, pero ah� no termina sino que empieza la pel�cula. Al otro d�a, cuando despierta, Nick descubre algo que lo horroriza primero y lo satisface despu�s. Puede escuchar los pensamientos de todas las mujeres: su empleada dom�stica, su hija, sus compa�eras de trabajo, las que se cruza en la calle e incluso los de la propia Darcy. Astuto, Nick pronto se da cuenta de las ventajas que eso le depara: con ese as bajo la manga podr� derrocar a Darcy y obtener su tan ansiado puesto.

Esta pel�cula es bastante mala. Una comedia rom�ntica del mont�n, id�ntica a tantas otras, con el agravante de que a Helen Hunt, la actriz que se llev� el Oscar por Mejor imposible, le cuesta transmitir las emociones. Gibson, en cambio, lo deja todo en cada escena.

Los �nicos momentos verdaderamente c�micos son aquellos en los que Gibson busca de manera exc�ntrica la inspiraci�n, hasta que se electrocuta y entonces sobrevienen todas las idas y vueltas de un gui�n poco inteligente. Lo dem�s, ya lo han visto. Y lo m�s seguro es que no lo quieran volver a ver.