El tanatorio norte de Madrid se convirti� desde el jueves en un goteo de caras largas y conocidas. El mundo de la interpretaci�n en masa, desde los hermanos Guti�rrez Caba hasta Javier C�mara pasando por Lolita o Loles Le�n, acudi� a la capilla ardiente de Amparo Bar�, quien falleci� el jueves a los 77 a�os. Ayer, fue incinerada tal y como era su voluntad. Las caras de sus amigos lo dec�an todo. La muerte de la Bar� fue un mazazo, entre otras cosas, por lo inesperado. Tras el verano ten�a previsto un proyecto con el empresario Pedro Larra�aga para volver al teatro. Estaba muy ilusionada con su vuelta a las tablas tras su monumental papel de Agosto. Sobre todo, despu�s de que el Teatro Espa�ol cancelase la reposici�n de la obra, prevista para el pasado mes de diciembre.
"Ha sido algo fulminante. No hab�a nada que hacer", comentarosn sus allegados a LOC
Fue un mal trago para ella. Adem�s su salud empezaba a resentirse. Hace unas semanas la actriz catalana tuvo que abandonar la pel�cula La puerta abierta, un largometraje en el que habr�a compartido protagonismo de nuevo con su querida Carmen Machi. Se hab�a hecho fotos promocionales y preparado el papel pero, finalmente, la sustituy� Terele P�vez. La causa oficial de su recambio fueron "unos problemas de espalda. Nada grave", seg�n fuentes de la producci�n. Sin embargo, cuando la protagonista de Siete vidas acudi� al hospital le informaron de que ten�a c�ncer. "Ha sido algo fulminante. No ha habido nada que hacer", dec�an a LOC sus �ntimos.
La actriz llevaba tiempo obsesionada con la idea del c�ncer, aunque ninguno de los chequeos m�dicos a los que se someti� le dieran la raz�n. Su pareja desde hac�a 40 a�os hab�a muerto de esta enfermedad hace dos a�os. La enfermedad les golpe� casi al mismo tiempo en el que la actriz preparaba su papel de Agosto. Fue un proceso agridulce para ella. No pudo disfrutar al 100% de un �xito que le dio el premio MAX, venciendo a dos titanas como Blanca Portillo o la propia Machi. La Bar� no fue a recoger el premio, igual que no recogi� su Goya por Siete mesas de billar franc�s. No le gustaban esas ceremonias y no ten�a �nimo.
La muerte de su pareja fue un golpe muy duro del que no lleg� a recuperarse del todo. "Incluso ten�a sus cenizas en la habitaci�n". A la int�rprete no le faltaba el cari�o de la gente ni de sus compa�eros, siempre pendientes de ella. De hecho, Carmen Machi, acompa�ada del director Gerardo Vera, hab�a estado s�lo dos d�as antes de su muerte en el hospital. "Creo que ella sab�a que no nos iba a volver a ver", ha escrito el director.
Pese al cari�o de los suyos, muchas veces se sent�a sola. Al fin y al cabo, muchas compa�eras de su generaci�n hab�an fallecido en los �ltimos a�os. La actriz empezaba a sentir ese vac�o. Aquella temporada de su vida en la que se acostaba todos los d�as a las nueve de la ma�ana quedaba muy lejana. "Me lo pasaba estupendamente con compa�eros y amigos. Creo que era una forma ideal de descargar adrenalina. Pero si ahora hiciera eso, me tendr�an que ingresar en una cl�nica". Por eso, no perd�a la ocasi�n de trabajar en los proyectos que le ofrec�an. El �ltimo fue el cortometraje Eutanas S.A.
"He trabajado en lo que me gustaba y sigo con la misma pasi�n", asegur� Bar�
Pese a que sus �ltimos d�as se ti�eran con la nostalgia, no perdi� jam�s la pasi�n por su oficio. De hecho, siempre se consider� una afortunada. "Cuando miro hacia atr�s, pienso: 'Qu� suerte has tenido, Amparo'. He trabajado en lo que me gustaba, he podido elegir y nunca he tenido baches ni tampoco me han hecho putadas. Y sigo siendo una mujer absolutamente vocacional, con la misma pasi�n por ser actriz", dec�a a EL MUNDO en una de sus �ltimas entrevistas.
En los �ltimos tiempos, cuando particip� en El internado, la Bar� se resignaba a que ya no quisieran fotos de ella "estando los jovencitos". No era vanidad. De eso gastaba lo justo para saber que era una buena actriz y no le importase decirlo. Otros han escrito que era una actriz descomunal o tit�nica. Por la interpretaci�n sent�a un amor que no ten�a que ver con las coqueter�as de la profesi�n. "Me gusta el pantal�n. Soy capaz de no ir a un sitio si hay que ir demasiado arreglado. Soy una persona c�moda", dec�a.
Espa�ola muy popular
Es dif�cil entender la popularidad de Amparo Bar� sin su papel de Siete vidas: Soledad Huete, esa viejecilla atea y roja experta en collejas. Una encuesta publicitaria lleg� a situarla como la cuarta persona m�s querida de Espa�a, tan s�lo por detr�s de deportistas como Rafa Nadal. La actriz disfrut� mucho del �xito de su Sole pero se parec�a poco a ella. De su ate�smo, por ejemplo, no ten�a nada. "Me eduqu� en un colegio de monjas, soy cristiana, cat�lica... Entro mucho en las iglesias cuando viajo. Y tambi�n vivo enfrente de una iglesia, me gusta entrar cuando no hay misa, me relaja". Tambi�n le relajaban sus temporadas en su casa del campo. Ahora, descansa tras una vida dedicada a su profesi�n
