Documental 'Break Point: A Davis Cup Story'

“Esta historia merecía tener un final así de bonito”

Roberto Bautista y el resto del equipo español recuerdan un año después las emociones que sintieron al conquistar la Copa Davis frente a Canadá en la Caja Mágica.

Fernando Murciego | 28 Nov 2020 | 21.00
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Roberto Bautista, el héroe de la Copa Davis 2019. Fuente: Rakuten TV
Roberto Bautista, el héroe de la Copa Davis 2019. Fuente: Rakuten TV

El equipo de Kosmos Producciones y Rakuten TV estrenaron hace un par de días el documental BREAK POINT: A DAVIS CUP STORY, un recorrido de 54 minutos donde repasan las vivencias del equipo español de Copa Davis en la última edición de 2019, donde Sergi Bruguera y sus jugadores fueron capaces de levantar la sexta Ensaladera de su historia, la primera con el nuevo formato de competición. Una aventura contada desde dentro con las opiniones en primera persona de Rafael Nadal, Roberto Bautista, Feliciano López y compañía. Vamos a repasar algunas de las declaraciones más interesantes de esta película.

Fue una semana intensa, con un ojo puesto en la pista y el otro puesto en Castellón. Allí se encontraba el padre de Roberto Bautista en un estado de salud crítico. Sobre cómo llegó la noticia al vestuario lo cuenta Bruguera. “Me llama la mujer de Roberto y me comenta toda la situación del padre. Estaba sufriendo y lo tenían que desconectar. Yo me quedé en shock, aunque Rober ya estaba al tanto de todo. Al día siguiente le di la noticia al resto del equipo, fue un momento muy duro, todos se quedaron muy afectados porque todos adoran a Rober. Aquello traspasó todo lo deportivo. Justo ese día no nos tocaba jugar, pero lo pasamos con la cabeza en otro lado”, confiesa el bicampeón de Roland Garros.

Una noticia cruel que aterrizó en mitad de una eliminatorio fundamental para el equipo. Una jornada donde Roberto gana su partido para luego enterarse de todo. “Ganamos a Croacia y esa noche en el hotel me siento con mi novia Ana, ahora mi mujer, y me traslada lo que le había dicho la doctora. Sabía que mi padre estaba muy mal, pero no que estaba tan mal como para irse. La doctora nos dijo que lo mejor era volver a casa para, al menos, tener la oportunidad de despedirme de él”, recuerda el de Benlloch.

El segundo mejor jugador del equipo español abandona la concentración para despedirse de su padre, pero no pierde el contacto con sus compañeros. Una imagen de todos ellos dejando un hueco mientras suena el himno ante Argentina le hace reaccionar. “A las 12:00 de la mañana siguiente decidimos regresar con el equipo, quería estar presente en la eliminatoria con Gran Bretaña. Los compañeros no sabían que yo volvía, el único que lo sabía era el doctor que, a su vez, había hablado con Sergi. Lo único que me preguntó Sergi era si había metido las raquetas en el coche. Por supuesto, le dije que sí”, asiente un Bautista emocionado.

Pero Gran Bretaña no lo pone fácil y las bajas del equipo español tampoco. Sin Bautista, sin Carreño y sin Granollers, finalmente son Feliciano y Nadal los que deben salir a definir en el punto de dobles. El toledano, que horas antes había perdido su encuentro individual, salió reforzado de aquel compromiso. “Cuando llega Rafa y me abraza, la verdad es que sentí una sensación de alegría y satisfacción muy grande. También de alivio, lo pasé muy mal ese día, cuando acabó el partido es cuando Sergi me miró y me dio la enhorabuena, me dijo que me había superado. Al final gracias a ese partidos nos metimos en la final”.

Una vez en la final, Canadá suponía el último obstáculo. ¿Sería capaz Bautista de saltar a la cancha a disputar el primer punto? Rafa Nadal lo tuvo desde un primer momento. “Conociendo el carácter de Rober y viéndolo ahí con nosotros, yo no tenía ninguna duda de que él iba a jugar el domingo. Le veo su cara y veo que quiere hacerlo. Estaba absolutamente convencido, fue una ejemplo de superación tremendo”, resume el balear.

El propio Roberto detalla cómo se gestó el plan para que fuera él quien saltar a competir ante Aliassime. “Tenía mucha ilusión de jugar la final. Me reuní con Sergi, hablamos sobre la eliminatoria y me preguntó cómo estaba para jugar mañana. Le dije que estaba como estaba, pero que si había que jugar saldría ahí fuera a darlo todo. Me fui a dormir habiendo tenido esa conversación, sabiendo que al día siguiente iba a tener la oportunidad de jugar la final, Mis padres se desvivían porque yo estuviese bien, porque fuese feliz, siempre me habían recalcado que mi carrera era lo más importante. En ese momento sentí que mis padres hubieran deseado verme en una final de Copa Davis y yo mismo también sentía que lo merecía, había luchado mucho durante toda mi vida”.

Un desenlace de película

Y jugó. Y ganó. Y todo el equipo se volcó con el castellonense, aunque el trabajo todavía no estaba hecho. Faltaba todavía un punto, el que saldría a buscar Rafa Nadal ante Shapovalov. Por su parte, el capitán estaba tranquilo antes de el choque clave. “Rafa Nadal es el tenista más importante que tenemos en la actualidad. Para mí es el mejor tenista de la historia de la Copa Davis, nunca he visto una cabeza igual, algo capital en esta competición. Además está lo que aporta al resto de jugadores, todos saben que él está ahí y que tirará del carro. No ha existido en la historia un jugador igual”, contrasta Bruguera.

No fue fácil, pero Rafa no falló. No podía fallar después de todo el esfuerzo que habían hecho sus compañeros. “Empecé el partido jugando muy bien, pero a medida que el partido iba pasando yo notaba que mis fuerzas iban flaqueando un poquito más. Al segundo set llegué muy justo de fuerzas. Una vez gano, lo celebro y me levanto buscando a Rober para abrazarle. Él era la persona que merecía todo el reconocimiento y todos los honores de ese momento. Viendo las imágenes todavía me emociono, fueron vivencias que quedarán para el resto de nuestras vidas. Si alguien merecía vivir un momento así, ese era Rober”, asume un Nadal al borde del llanto.

El título será recordado siempre por una Caja Mágica volcada, por un Nadal incansable, pero sobre todo, por un héroe llamado Roberto Bautista. “Tengo imágenes de jugar durante varios puntos seguidos con la piel de gallina. Estaba emocionado, sentía que tenía una energía extra, sentía que podía con todo. Todo el cariño que recibí en esa pista de tenis es un momento inolvidable en mi vida”, afirma el valenciano, el auténtico protagonista de esta historia. “A nivel personal fue un momento muy trágico, pero a nivel deportivo creo que ha sido el momento más bonito de mi carrera. La historia de mis padres y mía con la Copa Davis se merecía un final así de bonito”