Édouard Manet, héroe de los jóvenes impresionistas
“Seis cuadros. Un concepto”
Tengamos en cuenta que Édouard Manet nunca llega a ser un “verdadero impresionista”: más allá de la pincelada suelta y la temática de la vida moderna, su pintura no busca obsesivamente plasmar el efecto de la luz y el cómo percibimos las cosas (la impresión). Además, su paleta es oscura, incluso utiliza el negro generosamente. Manet no se identifica con la búsqueda de los impresionistas, y es por eso que decide no participar en sus exposiciones (aún así apoya el movimiento).
¿Por qué es el héroe de los jóvenes pintores de su época? Porque sus obras generan un entusiasmo enorme para “romper con la academia”, para dejar de pintar como le enseñan a uno y empezar a pintar la realidad, lo que uno ve, lo que uno experimenta.
Es como si empezara ese proceso donde ya no vale tanto el pintor sino el artista, ya no vale tanto la habilidad para reproducir sino la mirada del artista.
Tal es así, que muchos consideran que su obra marca el comienzo de la era del arte moderno.
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