Misión hostil
Comparte con tus amigos










Enviar

William Eubank vuelve a colaborar con David Frigerio, casi una década después, para llevar a cabo una producción de acción bélica a la vieja usanza. Una cinta repleta de acción y tipos duros, pero también con elementos inesperados y tensión narrativa. Ya mismo nos introducimos en territorio enemigo para llevar a cabo una ‘Misión hostil’.

“Bienvenido a la tierra de los malvados” (Bishop)

Crítica de Misión hostil

Estamos ante la quinta película como director de William Eubank, realizador que saltó a la palestra en 2011 con ‘Love’. Tres años después se dio a conocer al mundo de la scifi con La señal (2014). Posteriormente se adentró en el subgénero del terror submarino con Underwater (2020). Y a esta le seguiría ‘Paranormal Activity: Allegados’ (2021). Así pues, y viendo sus últimos trabajos, uno podría pensar que Eubank estaría ya atado al fantástico. Pero ahora ha optado, junto con su amigo David Frigerio, por dar un giro a su carrera. Y aquí es donde surge ‘Misión hostil’, una película de acción bélica ideada por Frigerio y Eubank. Ambos empezaron a dar forma al film cuando se encontraban rodando ‘La señal’ en Alburquerque. Allí estuvieron dos semanas aprendiendo de pilotos de drones y JTAC (oficiales de las fuerzas aéreas que se encuentran en tierra como enlaces de comunicación).

Llegado el año 2022, con la pandemia acabada, Eubank y Frigerio se pusieron manos a la obra para depurar el “boceto” original y venderlo en Cannes. Para entonces, ya contaban Liam Hemsworth y Russell Crowe involucrados en el proyecto. El resto del reparto fue incorporándose a medida que la fecha de rodaje empezaba a cercase en Septiembre de 2022. De inicio, se partió con un presupuesto de menos de 25 millones de $ y un rodaje en Australia. Y, finalmente, la película consiguió distribuidor para varios países europeos, siendo también adquirida en EE.UU. por The Avenue, para un estreno limitado en salas. A España nos ha llegado a cines gracias a YouPlanet.

Entrando ya en materia, ‘Misión hostil’ es una demostración de la maduración fílmica de William Eubank. Una maduración aquí solidificada de forma notable. El realizador bebe de varios referentes del cine bélico reciente. Me refiero a películas más o menos actuales como: ‘Tras la línea enemiga’ (John Moore, 2001), Black Hawk derribado (Ridley Scott, 2001),El único superviviente (Peter Berg, 2013) o13 horas (Michael Bay, 2016). Pero una cosa es “beber”, o tener referentes, y otra saber tener también criterio propio. Y Eubank lo tiene. El realizador tiene su propio nervio, su propia savia y una mentalidad clara a la hora de presentar su propuesta.

Es cierto que ‘Misión hostil’ no inventa nada nuevo, pero repercute en su gran acierto el hecho de que su narrativa tiene una buena estructura. El guión de Eubank y Frigerio utiliza los clichés del género para luego darle una vuelta de tuerca bastante atractiva. Como suele ser habitual en este tipo de producciones, la parte humana queda relegada a un segundo plano. Según Frigerio esto lo hicieron así para no desviar la atención del núcleo principal de la propuesta: la imposible situación del sargento Kinney. En cualquier caso, lo humano y/o sentimental está presente en algunas ocasiones como en el caso del personaje de Russell Crowe.

En relación a lo comentado, esta propuesta no es un film inspirado o basado en hechos reales… pero hay una clara implicación de que la cinta tenga un referente real. Y lo tiene en cuanto a la construcción de sus elementos de operaciones especiales. Especialmente en la comunicación entre los pilotos de drones y los enlaces terrestres que se encargan de dirigir los ataques aéreos en las operaciones de combate. Se nota la clara investigación de Eubank a la hora de exponer cómo se trabaja en estas misiones que se ejecutan a miles de kilómetros de distancia. En este caso, una selva del sur de Asia y Las Vegas, donde se encuentra el mando de drones.

Lo anterior le sirve a Eubank para gestar una gran tensión narrativa. Tensión y nervios que surgen entre la toma de decisiones sobre el terreno respecto a la respuesta de los drones en el aire a la hora de ver los resultados. Esto sirve para aplicar un buen tempo narrativo. Sus casi dos horas de metraje apenas tienen tiempos muertos… y se manejan excelentemente los momentos de suspense e incluso algunos giros de guión. Por consiguiente, Frigerio y Eubank logran su principal propósito: entretenimiento al máximo.

La película está filmada con nitidez y una clara implicación en la creación de las secuencias de acción. Y sí, tenemos el slow-mo marca de la casa de Eubank desde ‘La señal’ con explosiones, impactos y casquillos volando en todas las direcciones. Este efecto puede parecer una “chorrada cool”, pero presta al film un claro empaque visual e intenciones dentro de la película demostrando, otra vez, la capacidad fílmica y el sello de Eubank como cineasta. Atrás quedan los planos “esquizofrénicos” que impiden visionar estas escenas como es debido… Ayudando a lucir al máximo a todas las set-pieces está la estupenda localización en Queensland (Australia) haciéndose pasar por una jungla del sudeste asiático. Destacan una serie de tomas aéreas que dan a la producción un naturalismo inusitado. Aquí hay que aplaudir la estupenda fotografía de Agustin Claramunt.

Tengamos en cuenta que el presupuesto de ‘Misión hostil’ no supera los 25 millones. Sin duda, esta cifra es bajísima para la envergadura de lo que trata de mostrarnos la película. Por todo esto hay que valorar más si cabe sus espectaculares set-pieces filmadas en exteriores con un empleo mínimo del CGI. El propio Frigerio se alegraba de haber podido utilizar helicópteros y un caza real.

En cuanto al casting, las dos estrellas principales son Liam Hemsworth y Russell Crowe. El primero ofrece una más que decente interpretación como el sargento Kinney, un JTAC que es metido con calzador en la misión porque como bien dice: “no pude alcanzar mi vuelo”. Hay que reconocerle a Hemsworth que le pone ganas y más pasando casi la mitad del tiempo corriendo por la selva, cayendo y recibiendo tiros. En consecuencia, la parte física es uno de los aspectos más importantes para su personaje y el actor salva con nota la prueba. Por su parte, Crowe es Eddie Grimm, un capitán de las fuerzas aéreas cuya gloria ya pasó y ahora es piloto de drones. El veterano actor se lo pasa bomba. Su personaje bascula entre lo serio y lo cómico (ojito al momento del final con su carismática presencia siendo de oro).

En el lado de Kinney, también están Sugar, Bishop y Abell, que son los tres soldados elegidos para el operativo de rescate. Este trío es interpretado por Milo Ventimiglia, Ricky Whittle y Luke Hemsworth, otro de los hermanos del clan. Los tres encarnan a tres tipos duros dando en el clavo, especialmente Ventimiglia en su papel de Sugar, un sargento duro como el acero e impasible que escupe frases y órdenes a saco. En cualquier caso, y al igual que Liam Hemsworth, sus roles son prácticamente físicos porque es lo que el film demanda y estos actores se entregan al completo a ello.

En conclusión.
Acabo esta crítica de Misión hostil, a pesar de su genérico título en España… este film es la prueba más sólida de que William Eubank ha madurado desde un punto de vista cinematográfico hasta convertirse en un realizador muy a tener en cuenta, y ya no solo por sus más que demostradas capacidades como director, sino también por su trabajo como guionista. En definitiva, una propuesta bastante destacada en muchos de sus apartados y que merece un reconocimiento mayor del que ha tenido en Estados Unidos.

Tráiler de Misión hostil

Escucha nuestro podcast