A principios de los 2000, las galas musicales producidas en Estados Unidos vivían su máximo apogeo impulsado en parte por la fiebre de la chiclosa música pop que ya empezaba a disiparse como género predominante. Las audiencias eran millonarias en espacios como las galas de MTV, los premios Nickelodeon y, como máximo exponente de estos saraos televisados, el medio tiempo de la Super Bowl. Fue en esta cita precisamente donde Justin Timberlake y Janet Jackson cambiarían la forma de consumir televisión en el país de las barras y las estrellas en el año 2004. Durante la actuación de ambos en el evento deportivo, el que entonces era el chico de oro del pop arrancaba sin el permiso de Jackson parte de su corsé y dejaba al aire uno de sus pechos cuyo pezón era adornado con un accesorio en forma de sol. Tal era el alcance de aquel ‘descuido’ que la emisión en directo en Estados Unidos introdujo un pequeño retraso de segundos por si volvía a ocurrir algo similar y tenía que cortarse la señal de televisión.

Pero ahí no se quedó la cosa: la prensa lo llamó el ‘nipplegate’ y al día siguiente protagonizaba todas las portadas internacionales habidas y por haber. De forma injusta, ella, la víctima de la ‘performance’, acababa siendo la gran damnificada cuando veía que todos sus compromisos laborales y proyectos futuros se truncaban mientras que Timberlake pasaba a vivir su era dorada profesional. Hace unos meses, era él mismo el que pedía perdón a Jackson a través de un extenso mensaje en el que reconocía haber sido partícipe de dinámicas machistas de las que se había beneficiado de forma indirecta por el hecho de ser un hombre blanco de éxito. También le pedía perdón a su ex, Britney Spears, de la cual se aprovechó durante años para su promoción como artista en numerosas entrevistas.

Esta fue la actuación que dinamitó la carrera de la hermana de Michael Jackson.

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El estilista de Janet cuenta qué pasó realmente

Ahora, 17 años más tarde y una vez que Timberlake ha expresado su ‘mea culpa’ mediático, ha sido Wayne Scot Lukas, el propio estilista de Jackson —encargado de aquel fatídico ‘look’ en la Super Bowl—, el que ha contado qué pasó realmente. Como se ha rumoreado durante años, todo fue un ‘show’ preparado al dedillo, aunque la sorpresa acaece al reconocer que el artífice de aquel ‘show’ fue el propio Timberlake.

“Justin presionó para que ocurriera aquel fallo de vestuario con la intención de superar a Britney Spears [su exnovia], Madonna y Christina que cautivaron al mundo meses antes al besarse en los MTV Video Music Awards. Insistió en que quería hacer algo más grande que aquella actuación, quería enseñar algo”.

Asimismo, el concepto original de la presentación, cuya idea cambió pocos días antes de que tuviera lugar el concierto, era que Jackson llevara un vestido firmado por Rocha que Timberlake pisaba para romper y que se viera así el tanga de la artista. Finalmente aquella idea pareció no ser lo suficientemente escandalosa. “Nunca llamaría aquello un ‘error de vestuario’. De hecho, fue el vestuario mejor preparado de la historia. Como estilista, el ‘look’ sirvió para lo que estaba destinado a hacer”, alega Scot Lukas. Eso sí, según él mismo, Jackson ya perdonó hace mucho tiempo a Timberlake en privado, un perdón que no le valió la vuelta a la industria que desde entonces la denostó en las principales listas de éxitos.

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Christian Rodríguez

Periodista. Sé de buena tinta que la hermana gemela de Lindsay Lohan existió. Esta es mi historia, Patricia.