Lecciones de buen gusto de Martina Mondadori, la editora que hace de la decoración un arte

Lecciones de buen gusto de Martina Mondadori, la editora que hace de la decoración un arte

En portada

Distinguida y exquisita, la editora de ‘Cabana’ atesora el legado de dos de las dinastías italianas más influyentes; desde su revista dicta lecciones de buen gusto, con la artesanía y la opulencia como divisas

Martina Mondadori

Martina Mondadori tiene un instinto innato para la belleza y el arte de recibir en casa

Cabana

Martina Mondadori (Milán, 1981) tiene una forma personalísima y ecléctica de tratar la decoración y el estilo de vida. Creció rodeada de belleza, sofisticación y cierta extravagancia, entre la operística casa de su madre, Paola Zanussi, diseñada por Renzo Mongiardino, y la de su padre, el editor Leonardo Mondadori, voraz coleccionista de arte, cerámica, libros y tejidos que pivotaba entre lo antiguo y los contemporáneo. Los veranos, Martina los pasaba en la casa de sus abuelos, Villa Ronche una mansión del siglo XVII cerca de Venecia.

Su instinto para la belleza lo plasma en Cabana, alta costura editorial que se publica dos veces al año. Los 21 números de esta revista son un suntuoso festín visual de moda, interiores y arte empapados del estilo de una mujer en la que también anida el legado de una dinastía industrial -es nieta del fundador de la compañía de electrodomésticos Zanussi-.

Las oficinas de ‘Cabana’ se encuentran en una casa de Mondichiano donde creció Mondadori

Martina Mondadori, en la vivienda materna, diseñada por Renzo Mondichiano. Allí creció y ahora es la sede de su revista

Cabana

El universo de la revista se extiende en la web Casa Cabana, que alberga porcelana artesanal, cristal de Murano, mantelerías, ricos tejidos y colaboraciones con marcas como Stephen Janson, Pierre-Louis Mascia, Ulla Johnson o la madrileña Valeria Cotoner… Y ahora, para redondear su mundo, acaba de abrir su primera tienda física, mezcla ecléctica de accesorios para el hogar, antigüedades y artículos vintage en la milanesa Via Borgospesso.

Celebran el décimo aniversario abriendo tienda y con portada de seda de Valentino. ¿Viene de una familia de grandes editores, pero imaginó que llegarían tan lejos?

Creo en el papel impreso, es una reacción a la excesiva digitalización. Hace diez años, las revistas impresas estaban empezando a copiarse entre sí. Imágenes cada vez más pequeñas, un poco de collage, papel cada vez más pobre. Nosotros pensamos en hacer una pieza de colección con imágenes a página completa contando lo íntimo. Así es como hemos roto un poco con la tradición.

¿Qué es el estilo?

Personalidad. Es decir, las personas que tienen estilo normalmente tienen una fuerte personalidad y el coraje de expresarse con su modo de vida, de casa, su forma de hablar… No es una regla dictada por alguien, sino que es la expresión misma de una personalidad.

Martina Mondadori considera su salón milanés el corazón de su casa. Atesora un mural con las ruinas de Paestum pintado por su pareja, Ashley Hicks

Martina Mondadori considera su salón milanés el corazón de su casa. Está ilustrado con un mural con las ruinas de Paestum pintado por Ashley Hicks, su pareja

Ashley Hicks

¿Cómo se alimenta el estilo?

Va unido a una gran curiosidad. Por ejemplo a viajar, o simplemente leyendo muchos libros o yendo a museos. Viajar con los ojos ayuda también a crear tu estilo.

Un lema que guíe su vida.

Soñar manteniendo los pies en la tierra.

¿Cómo lo consigue?

Manteniendo un poco de humildad, ser realista pero soñando. En mi caso, soy más soñadora, pero hay que tener romanticismo junto con una dosis fuerte de realidad.

Me encanta la belleza de la imperfección”

Martina Mondadori fundadora y editora de 'Cabana'

¿Qué lugar le acaba de sorprender?

Diría que Hungría. Budapest me ha impresionado por su belleza y por su energía. Su historia tiene muchos giros, momentos diferentes, cruces de culturas, artesanía, tiendas de segunda mano que debemos valorar.

Le da mucho valor a la artesanía, y sus casas de Milán y Londres están llenas de recuerdos y objetos heredados o comprados en tiendas de antigüedades...

Creo que hay cosas que se están perdiendo, pero también que es importante reinventar las tradiciones para mantenerlas vivas, porque, si no, corres el riesgo de que se conviertan en museos. Me encanta la belleza de la imperfección en todas sus formas: bordado, cerámica, vidrio soplado… Este también es un buen momento para el arte y las antigüedades, por reacción al mundo digital; se vuelve a lo hecho a mano, a texturas ricas, a la pieza única.

Mantelería de la colección Garda, que celebra el 10.º aniversario de 'Cabana'

Mantelería de la colección Garda, que celebra el 10.º aniversario de 'Cabana'

Miguel Flores-Vianna

¿El minimalismo ya no es moderno?

Hay un minimalismo que me gusta, pero no es el quirúrgico, forzado, porque va un poco en contra de la vida real. Había un dicho famoso que decía que en cada casa minimalista hay una habitación donde entras y se esconde la vida real donde todo se acumula.

¿En qué se fija al entrar en una casa?

En la luz, sus colores y sus olores, su atmósfera. Las casas hablan por sí solas y pueden transmitir placer, rigidez, confort, alegría...

Vivió en una casa de Renzo Mondichiano, arquitecto y escenógrafo que también diseñó para los Moratti, Versace, Onassis, Agnelli... ¿De niña, le gustaba o la encontraba pomposa?

No me gustaba para nada. Yo quería vivir en un cubo blanco, minimalista. Mi adolescencia transcurrió en los años 90, con esas familias que trabajaban en la industria del diseño. No vivían exactamente en casas minimalistas, pero sí sobrias. A mí me gustaba eso y se lo decía a Mondichiano para provocarle. Pero cuando dejé Milán y me mudé a Londres, entendí hasta qué punto me había influido esa casa y ese tipo de interiores tan italianos.

Un espacio de la nueva tienda física de 'Cabana'

La firma acaba de abrir su primera tienda física, mezcla ecléctica de accesorios para el hogar, antigüedades y artículos vintage en la milanesa Via Borgospesso.

Cabana

¿Hay objetos que le siguen siempre?

Me encanta coleccionar telas que encuentro en bazares o anticuarios, también estas sillas de ratán Bonacina, que estaban en la casa donde crecí. Para mis hijos, ahora son parte de su vida. Me gusta el sentido de continuidad, de transmisión. Un objeto puede tener recuerdos, el peso de una historia.

El número ideal de comensales para tener una velada exitosa son ocho personas”

Martina Mondadorieditora y empresaria

¿Cuál es el secreto del arte de recibir?

Hacer que tus invitados se sientan cómodos, no imponerse, es como un ritual. Cuando llegan, un aperitivo porque es un momento en el que se sienten bienvenidos, se mezclan, comienzan a sentirse como en casa. Luego, buena comida y buen vino en una mesa que debe ser sofisticada pero no pomposa, no imponente. Siempre empiezo con el mantel y mezclo objetos de valor con otros que no valen nada. Y en general, también ser capaz de generar una conversación que involucre a todos. En mi opinión, el número ideal de comensales para tener una velada exitosa son ocho.

¿Por qué ocho?

Por mi experiencia, cuando somos ocho hay suficiente diversidad de personas, pero no demasiada y todos pueden conocerse y dialogar con facilidad.

Creció rodeada de mujeres elegantes, ¿cuáles son sus musas en la moda?

Loulou de la Falaise, Jackie Kennedy. Quizás la reina Letizia, su estilo no es exactamente el mío, pero se nota que tiene carácter.

Su madre siempre vestía de Yves Saint Laurent, ¿qué pieza nunca falta en su armario?

Me gusta un poco de vintage Saint Laurent, amo los jeans, los mocasines, y tal vez una camiseta divertida.

¿Y cuál nunca entrará en su vestidor?

Ningún elemento de vulgaridad.

¿Qué es la vulgaridad?

Bueno, eso es subjetivo. Tal vez algo que puede parecer vulgar en una persona quizás no lo sea en otra. Por lo tanto, debes conocerte muy bien a ti mismo, tu estilo, cómo te comportas. Para mí es vulgar el exceso de corto, el exceso de desnudez, el exceso en general.

Martina Mondadori, en un diván antiguo de Peter d’Ascoli, diseñador de textiles que crea en Nueva Delhi

Martina Mondadori, en un diván antiguo de Peter d’Ascoli, diseñador de textiles que crea en Nueva Delhi

Guido Taroni

¿Qué celebridad de las que ha conocido le ha impresionado más?

Recuerdo la vez que acompañé a mi padre a un encuentro con Jackie Kennedy en Nueva York porque ella también era editora. Él no me había dicho que íbamos. Jackie fue increíblemente amable y educada. Nos recibió en el ascensor y nos acompañó de vuelta al ascensor. Yo tenía 13 años y me regaló un libro. Era una mujer muy elegante, muy amable.

¿Quién le ha dado el mejor consejo?

Mi madre, que falleció en el 2021, ha sido una gran fuente de consejos. No sé cuál tomar en particular, pero me transmitió la idea de ser una mujer fuerte que no se deje someter.

¿Y lo ha logrado?

Sí, pero tengo mucha fragilidad también. Cuando pasas por períodos de fragilidad y sales de ellos, lo haces más sabia. Y saber reconocer momentos de debilidad te hace más fuerte.

¿Qué no haría que vaya en contra de sus principios?

Fingir, va en contra de la naturalidad. El problema es que se ha vuelto demasiado fácil debido a las redes sociales. También porque la sociedad solo quiere éxito y es muy difícil para las nuevas generaciones lidiar con esto... Tienes que ser guapo, proyectar una vida y unas vacaciones perfectas; la perfección no existe. Hay que volver a enseñar que de las debilidades aprendemos; caemos, nos levantamos, y espero que mis hijos puedan crear herramientas para enfrentarse a esos momentos.

¿Para una persona conocida, como usted, es difícil ser auténtica?

Debes ser siempre tú mismo, con tu gente, con tus amigos, con quienes trabajas. Obviamente si tienes una figura pública no quieres revelarlo todo. Soy bastante tímida y un poco reservada, pero eso no significa que no seas auténtico, simplemente das un paso atrás.

Cerámica de la colección Ginori en la cocina de casa Cabana

Porcelana producida por Ginori en la cocina de casa Cabana

Miguel Flores-Vianna

¿Qué le enseña a sus hijos?

Leonardo, Tancredi y Cosima, tienen 15, 13 y 7 años. Les digo que siempre sean personas auténticas, que crean en sí mismas y que sueñen pero que mantengan una gran dosis de humildad. En mi opinión, el gran problema de hoy es la arrogancia en todos los niveles.

¿Cómo les protege de las redes?

Hay que compartir con ellos momentos de vida real, cenar juntos, hablar. Mis hijos también están acostumbrados a sentarse con mis amigos, un intercambio que de lo contrario solo viene desde el mundo digital, que es inevitable que exista para ellos.

Me gusta reír más que cualquier otra cosa, me gusta el lado ligero de la vida”

Martina Mondadorieditora y empresaria

¿Qué piensan ellos de su casa?

Que es como un cuento de Alicia. Los chicos la preferirían muy cool, moderna. Tienen colgados skateboards en su habitación, pero les encanta la atmósfera acogedora.

Con su pareja, el interiorista y fotógrafo Ashley Hicks, nieto de Louis Mountbatten, ¿son complementarios o diferentes?

Somos muy diferentes, pero hay un aprecio fundamental de la calidad, la belleza, el conocimiento histórico y cultural. Es un buen diálogo, luego tal vez la diferencia es que a él le gusta ir a museos y a mí a un mercado de pulgas. Hicimos la casa juntos y él es muy bueno escuchando, interpreta lo que quiero. Si no eres diseñador, y yo no lo soy, puedes saber lo que te gusta, pero necesitas a alguien para hacerlo realidad.

Si pudiera viajar en el tiempo, ¿iría a su pasado o a su futuro?

Siempre me proyecto hacia delante, pero quizás a mi adolescencia, que fue muy feliz. Mis progenitores se separaron muy pronto pero siguieron siendo buenos amigos. Mi padre murió cuando yo tenía 21 años, pero hicimos viajes maravillosos y estudié Filosofía, como él.

Ha colaborado con Zara Home y con la diseñadora Valeria Cotoner, ¿cómo elige las marcas con las que colabora?

Zara Home nos contactaron ellos. Es curioso, porque mi madre, cuando estaba montando mi casa en Londres y aún no existía Cabana, me decía que todo lo que necesitaba para la mesa era una mezcla de cosas bonitas y antiguas que había heredado de papá y otras de Zara Home. A Valeria empecé a seguirla en Instagram y encontraba muy elegantes y simples sus vestidos. Luego descubrí que teníamos mucho en común y debo decir que me sorprendió gratamente la acogida que su familia me dio en Madrid cuando lanzamos nuestra colaboración. Es una familia hermosa en la que las mujeres cuentan mucho.

Algo que no adivinaríamos de usted a simple vista.

Quizás que me gusta reír más que cualquier otra cosa, me gusta el lado ligero de la vida, es necesario.

Lee también
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...