Pedro Sánchez juramenta su cargo como presidente del Gobierno español

Con su mano derecha sobre la Constitución, frente al rey de España Felipe VI y sin simbolismos religiosos, Pedro Sánchez juramentó su cargo de presidente del Gobierno español. “Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y de Ministras”, recitó por tercera vez en los últimos cinco años.

El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) revalidó su cargo después de conseguir la mayoría absoluta de 179 escaños a favor –171 en contra– en el Congreso de los Diputados. Esto, gracias a los votos positivos de una amalgama de ocho fuerzas políticas distintas, algunas confrontadas entre sí, que se unieron con el fin de levantar un muro “frente a la derecha retrógrada”, en referencia al partido ultraderechista Vox, aliado del conservador líder del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, quien falló en su investidura, dándole la oportunidad a Sánchez de formar Gobierno.

Algo que el reelegido mandatario logró, cuatro meses después de los comicios legislativos del pasado 23 de julio, debido al pacto con los independentistas catalanes de Junts per Catalunya. Entre lo acordado destaca la amnistía a todas las personas relacionadas con el “procés”, el fallido referendo de independencia de Cataluña en 2017. Este pacto le sirvió a Sánchez para logar la mayoría en el Congreso luego de un tenso debate de investidura que se prolongó durante dos días y pone fin a casi cuatro meses de incertidumbre política en España.

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Para el mandatario izquierdista, el pacto es una oportunidad para “cerrar heridas” y garantizar “la unidad de España mediante el diálogo y el perdón”, en referencia a las amnistías ofrecidas a los participantes del referendo catalán.

Feijóo, sin embargo, criticó que la amnistía “daña nuestra reputación internacional y afecta sin duda a nuestra democracia”.

Dos semanas de protestas lideradas por la derecha y la extrema derecha

Precisamente, la entrada de los independentistas al Gobierno levantó ampollas entre los partidarios de los conservadores y ultraderechistas, que en las últimas dos semanas han estado saliendo a las calles, con banderas de España y coreando lemas franquistas, pero también racistas, por lo que consideran un “golpe de Estado” y un "atentado" contra la Constitución.

Unas declaraciones que también están siendo avivadas por los políticos de extrema derecha como el líder de Vox, Santiago Abascal, que escribió en sus redes sociales: “Seguiremos apoyando todas las movilizaciones y convocatorias para oponerse al golpe a la Nación de un gobierno nacido de un pacto contraconstitucional”.

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La jornada de protestas nocturnas en Madrid, la capital, culminó con choques entre la Policía y los manifestantes. Estos últimos también cargaron contra los medios de comunicación y periodistas que estaban cubriendo las marchas.

“Cada vez que sale en la tele miente. No hay palabras para describir lo que está pasando en España con respecto a la economía, la sociedad y todo”, apuntaba un estudiante presente en las marchas.

Durante las últimas noches, más de 1.600 uniformados fueron desplegados y ubicaron barreras metálicas frente al Parlamento para impedir la entrada de los congregados, que esperaban la salida de los líderes políticos para abuchearles.

“Yo creo que España vive una situación gravísima, su unidad territorial está en peligro por los pactos del Gobierno con los separatistas. Ha cedido absolutamente en todo lo que los separatistas le han planteado y llega el momento de plantar cara a este Gobierno y defender la unidad nacional”, criticaba un manifestante ultraderechista.

Unos 50 militares franquistas retirados piden la destitución de Sánchez

Este viernes, decenas de militares franquistas retirados, pertenecientes a la Asociación de Militares Españoles (AME), firmaron una misiva en la que reclaman la destitución de Sánchez “y la convocatoria de elecciones generales”, debido a lo que denuncian como una “grave situación actual” y “absoluto desprecio” de las instituciones por parte de la coalición de Gobierno.

El texto también critica al Tribunal Constitucional “compuesto parcialmente por magistrados que recientemente han detentado relevantes cargos políticos en el poder Ejecutivo, lo que anula su neutralidad”, denuncia el manifiesto contra el líder del PSOE, que hace también referencia a la “ruptura de la unidad de España”, uno de los lemas coreados durante las protestas nocturnas, convocadas también para la noche del viernes.

En respuesta, el diputado de Sumar Íñigo Errejón pidió tomar “medidas ejemplares” contra los exmilitares que llamaron a destituir al líder de los socialistas. “Ya está bien de jugar al golpe”, apuntó.

“Yo espero que la decencia que hay en todos estos ámbitos emerja (... ) y que emerja la democracia, que es lo que ayer sucedió. Por fin hemos tenido una investidura, por fin se puede conformar Gobierno, que es lo que decidieron los ciudadanos el día 23 de julio, y lo que vamos a hacer ahora es trabajar”, dijo Aina Vidal, la portavoz adjunta de Sumar a una televisión española.

El trabajo de Sánchez inicia ahora, una vez publicado su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que oficializa su cargo. El primer desafío es la conformación de un nuevo Ejecutivo de coalición para los próximos cuatro años y el reto de cumplir con todo lo pactado con las distintas ramas políticas, algunas regionalistas, que votaron a favor de su investidura.

Se espera que el presidente izquierdista comience a reunirse con los actuales ministros este fin de semana. En el nuevo Gobierno de coalición tendrá una fuerte participación Sumar, el partido liderado por Yolanda Díaz, hasta ahora vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.

“Frente a su odio, nuestra alegría”, escribió Díaz en la red social X, antes Twitter, tras la investidura.

Medios locales afirman, sin embargo, que no habrá anuncios en La Moncloa hasta la próxima semana. “El presidente proyecta una gabinete de marcado perfil político, para afrontar una legislatura en la que se prevé una oposición extrema y destructiva. En la calle y en las instituciones. También planea un Ejecutivo con menos carteras ministeriales”, informaba el medio español 'Eldiario.es'.

Con EFE, AP y medios locales