(DOC) BARROCO EN NUEVA ESPAÑA | andre garcia - Academia.edu
BARROCO EN NUEVA ESPAÑA El arte barroco en Nueva España permitió a los artistas novohispanos experimentar en la creación de formas expresivas, contrastantes y realistas, creando manifestaciones artísticas que tuvieron gran aceptación entre la sociedad novohispana Destacan, por una parte, esculturas talladas y policromadas que además de mostrar las habilidades técnicas de los artesanos, reflejan la expresividad y los contrastes de color propios del barroco novohispano. Dos columnas que formaron parte de algún retablo, muestran los rasgos característicos de las modalidades del barroco en la arquitectura novohispana: el salomónico, desarrollado a partir de mediados del siglo XVII y el estípite que comenzó a difundirse a partir de los primeros años del XVIII Una maqueta de la Catedral de Puebla, representa la magnificencia de las obras arquitectónicas de Nueva España. Un libro de coro, acompañado de un clavicordio del siglo XVIII, destacan la importancia que tuvo la música para la sociedad novohispana del periodo barroco en México. Arquitectura Durante los siglos XVII y XVIII, la arquitectura barroca hispanoamericana siguió el modelo establecido por España. Sin embargo, el medio físico, la diferencia de materiales disponibles en las diversas áreas geográficas y la herencia de las culturas precolombinas lo acabarían diferenciando del barroco de la Península Ibérica. La frecuencia de terremotos en algunas zonas, como México, Guatemala o Perú, obligó a los arquitectos a desarrollar técnicas de construcción resistentes a los movimientos sísmicos. Por esto, el barroco de Hispanoamérica es principalmente decorativo y no presenta las mismas caracterisictas estructurales que el barroco español. Algunas de sus características son la fachada-retablo (fachada que repite en el exterior de un templo la espléndida decoración del interior), la ausencia del oro, la presencia de colores vivos que se logra con piedras, ladrillos, la yesería y talla de madera policromada y los azulejos. Pintura Las primeras muestras de pintura colonial fueron las de escenas religiosas elaboradas por maestros anónimos, realizadas con medios precolombinos, con tintas vegetales y minerales y telas de trama áspera e irregular. Destacaron las imágenes de la Virgen con el Niño, con una iconografía de raíces autóctonas donde, por ejemplo, se representaban los arcángeles como arcabuceros contemporáneos. La producción artística hecha en Nueva España por indígenas en el siglo XVI es denominada arte indocristiano. Adentrado el siglo XVI surgieron los grandes frescos murales, de carácter popular. Desde mediados de siglo empezaron a llegar, procedentes de Sevilla, maestros españoles (Alonso Vázquez, Alonso López de Herrera), flamencos (Simon Pereyns) e italianos (Mateo Pérez de Alesio, Angelino Medoro). Escultura El mismo sentido decorativo afectará a la escultura ornamental, presente en los interiores y exteriores de las numerosas iglesias barrocas que, con un estilo extremadamente recargado, se construyeron a lo largo de las colonias españolas. En México destaca el español Jerónimo Balbás, que llegó a América a principios del siglo XVIII, autor del retablo del altar mayor de la iglesia del Sagrario. La imaginería popular floreció en Guatemala, con Quirio Cataño y Juan de Chávez, en Quito, con Bernardo Legarda, y en Lima donde, gracias al estrecho contacto con Sevilla, se pueden contemplar numerosas obras de Martínez Montañés Literatura La literatura barroca es la continuidad del renacimiento en temas géneros y formas.Los escritores del Barroco buscan la originalidad caracterizada por la dificultad entendida como una como un reto a la inteligencia de lector actitud crítica, satírica y hasta sarcástica que permite la aparición de géneros como la picaresca. La lengua literaria se enriquece con la incorporación de cultismos y con el retorcimiento expresivo Historia de la música en la Nueva España A principios del siglo XVII comenzó a darse un cambio en la música española que terminó por influir en la música creada en los territorios conquistados del continente americano. En España, como en el resto de Europa, hacia finales del siglo XVI y comienzos del XVII tuvo lugar un importante cambio en la música. Hasta hace poco a esa época se le conocía como inicios del barroco, un nombre prestado de las artes plásticas. Pero a diferencia de Italia, en España el cambio ocurrió de modo imperceptible, sin estridencias, por la dinámica interna y la evolución de la música del Renacimiento, que cuando había alcanzado su punto máximo de perfección rompió hacia nuevos derroteros. Este desarrollo alcanzó a la música americana de una forma natural, ya que la vida musical de nuestras catedrales estaba hecha según el modelo de las de España. El uso del órgano para el acompañamiento de la polifonía y el desarrollo de una práctica policoral estuvieron asociados, o bien se desarrollaron de manera conjunta. La bicoralidad fue el punto de partida de una práctica que alcanzó proporciones esplendorosas en el siglo XVIII. Durante el siglo XVII, además del órgano, se incorporó el arpa a las capillas musicales catedralicias para realizar el acompañamiento de los villancicos. Aunque desde 1611 se registra la presencia de un arpista en Puebla, el bajo continuo con el arpa se consolidó en todo el ámbito hispanoamericano alrededor de 1630 y este instrumento estuvo vigente hasta finales del siglo XVIII. Muchos de los arpistas que tocaron en los conjuntos catedralicios eran mestizos o indígenas. Quizá el verdadero aporte de nuestros compositores de la época colonial no está tanto en la música latina como en el villancico o en la canción de alabanza en lengua vernácula. En el siglo XVII, el villancico polifónico se torna en una pieza acompañada con instrumentos que ejecutan el bajo continuo, alcanza rasgos de dramatismo y asume una jerga típica de los negros e indios conversos; aunque en esto suele repetir esquemas provenientes de España, la solución es mucho más típica, mucho más nuestra. Los elementos sustanciales del villancico están planteados en el Cancionero musical, de Gaspar Fernandes, un cuaderno que contiene casi 300 composiciones polifónicas escritas a mano, la mayor parte de ellas firmadas por el mismo Gaspar, el cual logró llegar más o menos completo hasta nuestros días. CREADORES PROPIOS En el siglo XVI se conformaron grandes centros culturales y artísticos que hicieron posible prescindir de la importación europea de pintores, escultores, poetas y músicos. Muchas de las edificaciones fueron realizadas por constructores nativos o peninsulares radicados en la América española. Lo mismo se puede decir de las obras de pintura y escultura, que en su mayoría surgieron de los talleres de la Nueva España, Nueva Granada y del Perú. En lo musical, instrumentistas y compositores nativos o españoles avecindados en nuestras tierras llenaron de sonidos los conventos y los templos grandes y pequeños. En los centros urbanos, donde se fundaron obispados, aparecieron conjuntos musicales, coros y grupos de ministriles. El primer arzobispo de México, fray Juan de Zumárraga, nombrado en 1528, emprendió un ambicioso programa para la catedral, solicitando fondos especiales a Carlos V para cantores y músicos profesionales. En 1539, nombró al canónigo Juan Xuárez como maestro de capilla y a Antonio Ramos como organista. El principal compositor de la Nueva España del siglo XVI fue Hernando Franco, o Fernandus Franco, maestro de capilla de la catedral de México en 1575 y 1585. De su labor quedan valiosos testimonios, entre los cuales destaca el famoso códice Franco, un excepcional manuscrito que contiene una colección de Magnificat y que se conserva en el Museo del Virreinato, en Tepotzotlán. La música de los maestros españoles también se cantó en las catedrales de México, Puebla y Oaxaca, donde se conservan ediciones originales o copias manuscritas de música hispana de Cristóbal de Morales, Sebastián Aguilera de Heredia, Tomás Luis de Victoria, Francisco Guerrero, Rodrigo de Ceballos y Alonso Lobo. Pero el vínculo entre la metrópoli y las colonias se dio también por la presencia en la Nueva España de compositores ibéricos que desempeñaron un papel importante en nuestras catedrales, entre ellos destacan Juan Xuárez, Lázaro del Álamo, Juan de Victoria y Hernando Franco, en la catedral de México y Pedro Bermúdez en la de Puebla. Instrumentos los instrumentos barrocos en el barroco hay una serie de instrumentos que van a destacar: familia de viento: el oboe: aparece en francia hacia 1650 como adaptació n a la chirimía renacentista. el clarinete: los primeros clarinetes comienzan a construirse a principios del siglo xviii. el ó rgano: es el instrumento má s espectacular del barroco. autores como j.s. bach desarrollará n la té cnica de este instrumento hasta límites insospechados. familia de cuerda: el violín: la familia de cuerda frotada (violín, viola, violonchelo y contrabajo) será la gran protagonista de la mú sica barroca. los mejores luthiers, como la familia stradivarius, van a realizar los mejores violines de la historia. BARROCO DE INDIAS Para mi el barroco de indias fue una corriente don predominaban los criollos o tenian un intenso protagonismo , los cuales en un principio estabn muy apegados con el estilo español pero que poco a poco gracias al sincretismo entre ambas culturas fueron tomando rasgos de la tierra en don de ellos habitaban ( nueva españa). El proceso de sincretismo se empezo a dar por 1531 con la aparicion de la virgen de guadalupe a un indio.