El diputado del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el parlamento regional de Mecklemburgo-Antepomerania, Martin Schmidt, fue agredido con un cenicero de cristal en la ciudad alemana de Schwerin y tuvo que ser trasladado al hospital por una herida leve en la cabeza, según informó la policía.

Las fuerzas del orden agregaron que, primero, el presunto agresor insultó anoche en un local de la ciudad al político -cuyo nombre no trascendió en un primer momento-, lo que derivó en una discusión, en la cual el autor del ataque arrojó un cenicero de cristal hacia el diputado, según citan los medios.

El líder de AfD en el estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania (este), Leif-Erik Holm, confirmó que se trataba de Schmidt y aludió al "acoso y propaganda" contra su partido al condenar el ataque.

La policía, que ha abierto una investigación por lesiones físicas e insultos contra el autor del ataque, señaló que el sospechoso, de 52 años, quien dijo pertenecer al espectro de izquierdas, afirmó haber actuado por aversión hacia AfD.

El presidente del grupo de AfD en el parlamento regional, Nikolaus Kramer, calificó lo ocurrido de ataque cobarde y denunció que "la violencia contra los políticos, independientemente de qué partido, es un ataque a la libertad de opinión y al discurso democrático".

Los ataques contra políticos de todos los partidos están en aumento en el país. El eurodiputado y principal candidato socialdemócrata de Sajonia en los comicios europeos de junio, Matthias Ecke, resultó gravemente herido a principios de mes en Dresde al ser agredido mientras pegaba carteles electorales.

Previamente, los presuntos autores de la agresión habían atacado a un voluntario de los Verdes, que también se encontraba pegando carteles.

La semana pasada, la titular de Economía y exalcaldesa de Berlín, la socialdemócrata Franziska Giffey, resultó herida leve al ser golpeada en la cabeza con una bolsa rellena de un material duro.

También AfD denunció la semana pasada un ataque a un puesto de campaña electoral en Stuttgart, reivindicado por un grupo antifascista.