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Ur Bare tiene una ubicación inmejorable en Zarautz (Guipuzcoa). Y es que este nuevo alojamiento boutique se localiza en la ladera del parque Mutxio, con vistas a la playa y las Islas Mollarri. Además cuenta con una puesta en escena verdaderamente apetecible para los que priorizamos el buen diseño. Se trata de un proyecto de interior y artístico que ha estado a cargo de Trenchs Studio, Anna Torndelacreu y el estudio Crūde mientras que el proyecto urbanístico y arquitectónico de la rehabilitación integral del edificio lo firma el estudio Beatriz Bergasa Arquitectura.
Este hotel boutique surge de la ilusión de un matrimonio de la zona que soñaba con una propuesta de alojamiento singular, donde poner en valor la arquitectura, así como la tradición gastronómica y enológica de estas tierras. La idea era recuperar el esplendor de una antigua villa particular de tres plantas, y que data de 1945, para transformarla en un hotelito de pocas habitaciones, con restaurante y algunos espacios exclusivos como un gimnasio o varias terrazas. Alejado del concepto de hoteles rurales del País Vasco, este nuevo refugio nos habla de un diseño contemporáneo que se integra en el entorno. Precisamente en la rehabilitación se tuvieron en cuenta principios sostenibles, como el aislamiento acústico y térmico para alcanzar, así, el máximo nivel de eficiencia energética, asegurando siempre el mejor confort a sus huéspedes. Además, los nuevos espacios verdes del exterior han servido como perfectos conectores entre el edificio y el entorno natural de la villa.
Una escalera original, a la que se han añadido formas redondeadas para actualizarla y darle mayor protagonismo, organiza los niveles de la casa. En la planta baja se localizan las zonas sociales, como el restaurante y bar – junto al jardín–, mientras que en los otros dos niveles se distribuyen las 13 habitaciones con las que cuenta el hotel. Además, es en la planta más alta donde se ha diseñado una preciosa piscina, solo para clientes, con una panorámica fabulosa. La guinda del hotel son el Spa y la bodega –donde se realizan catas–, y que se encuentran en un semisótano.
Trenchs Studio planteó un proyecto donde se diera relevancia a materiales nobles y tradicionales, como la madera color tabaco, para conseguir un efecto de calidez y confort junto a unas paredes de estuco a la cal en tono beis, que le dan al ambiente un cierto halo del pasado. De todo el diseño de interior destacaríamos dos propuestas: los diseños curvados de algunos paramentos y estructuras, para crear ambientes más amables; y la preciosa celosía en la entrada del restaurante, con 1500 piezas cerámicas impresas con tecnología 3D. Claro que la condición de integrar visualmente la luz natural y el entorno en el interior ha sido sin duda la clave del éxito de este proyecto. En la mayoría de habitaciones, los baños se han compartimentado dejando las duchas junto a la fachada para poder gozar de las vistas; se han introducido nuevos lucernarios en aseos y pasillos; y el árbol que se encontraba en un antiguo porche se ha integrado hoy en un comedor de planta baja. En resumen, un escenario impecable que hoy acoge además una exquisita lista de muebles en sintonía con la reforma. Piezas y diseños contemporáneos, sin excesos ni pretensiones pero con preciosos acabados en materiales nobles y tejidos de calidad.
Además, no podemos terminar el artículo sin nombrar su restaurante, Villa Aiten Etxe, bajo la dirección del famoso y televisivo chef alavés Javier Sierra, quien nos deleita con un menú de primera calidad elaborado con productos traídos directamente del cercano Cantábrico.
