Marlowe (2022), de Neil Jordan

Los Ángeles, en 1939. La enigmática y sofisticada Clare Cavendish, una mujer casada, acude a visitar al detective Phillip Marlowe para encargarle la búsqueda de Nico, su amante. Al iniciar sus pesquisas todo indica que el tipo podría estar muerto, pero el veterano investigador sospecha que algo anda mal, y tirará del hilo hasta desentrañar una trama de corrupción que tiene que ver con la industria de Hollywood.

Dick Powell, James Garner y Elliott Gould interpretaron al detective Philip Marlowe, pero ninguno de ellos logró evitar las comparaciones con el legendario Humphrey Bogart en El sueño eterno. Lo intenta ahora a sus 70 años Liam Neeson, en su reencuentro con el veterano realizador Neil Jordan, con el que rodó 26 años atrás Michael Collins. El realizador no adapta una novela del creador del personaje, Raymond Chandler, sino un homenaje titulado "The Black-Eyed Blonde", de John Banville, que contó con el beneplácito de los herederos del maestro del género negro. William Monahan (Infiltrados) se ha encargado del guion adaptado.

Cualquier cinéfilo de pro que valore al personaje, y que conozca los antecedentes de Jordan y de Liam Neeson afrontará el visionado con las expectativas muy altas. El arranque ilusiona, con la típica rubia glamurosa que contrata a Marlowe, y una cuidadísima reconstrucción histórica del Los Ángeles de la época, aunque en realidad la cinta se ha rodado en Barcelona. Por desgracia, pronto queda patente que al invento le falta ingenio, sobre todo a los pretenciosos diálogos que a veces intentan ser sarcásticos sin conseguirlo, y otras se pasan de intelectualoides, aludiendo a escritores como Marlowe, el otro, o sea el autor teatral Christopher Marlowe.

No se esperaba que saltaran las mismas chispas cuando Diane Kruger (Cavendish) se acerca a Marlowe (Liam Neeson) que cuando Lauren Bacall descubre a Bogart, en el clásico de Howard Hawks. Ni escenas del nivel de la de la librería de aquél, con una impresionante Dorothy Malone. Pero sí que tuvieran algo de garra. Se desperdicia así el talento de los esforzados protagonistas, y de secundarios del nivel de Jessica Lange (la madre actriz del personaje de Kruger), Danny Huston (propietario de un club sórdido), Akinnuoye-Agbaje (un resolutivo chófer) o Alan Cumming (un coleccionista de antigüedades raras).