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Los alcatraces constituyen una bella adición para cualquier jardín, pero también es posible cultivarlos como plantas de interiores en macetas. Las personas adoran estas plantas perennes por varias razones: sus flores de aspecto ceroso y forma de trompeta vienen en una diversidad de colores, sus flores duran semanas y son de fácil mantenimiento. Sin embargo, es mejor cultivarlos a partir de bulbos, puesto que germinar las semillas puede llevar mucho tiempo. Provienen de Sudáfrica y son plantas tropicales, así que aunque puedes mantenerlos al exterior en verano, debes adoptar medidas para prepararlos de forma adecuada para el invierno en climas fríos.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Cultivar alcatraces en macetas

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  1. Aunque no es difícil cultivar alcatraces en macetas, necesitas el recipiente adecuado. Elige uno profundo con 30 cm (12 pulgadas) de diámetro y muchos agujeros de drenaje.[1]
    • Cultivar alcatraces en macetas grandes permitirá mantener la tierra húmeda y garantizará suficiente espacio para el crecimiento de los bulbos.[2]
  2. Llena la maceta con tierra bien drenada, por ejemplo, una mezcla para macetas. Después, traslada la tierra a un balde más grande. Añádele poco a poco suficiente agua tibia para humedecerla, no empaparla. Revuelve la tierra con la mano para distribuir el agua de forma homogénea.[3]
  3. Traslada suficiente tierra húmeda a la maceta para llenarla hasta dos tercios de su capacidad. Coloca el bulbo en el centro de la tierra con el crecimiento orientado hacia arriba (no hacia la tierra). Rodéalo con más tierra y llena el resto de la maceta.
    • No debes plantar el bulbo muy profundo. Por esta razón llenas la mayor parte de la maceta antes de plantarlo.[4]
  4. Los alcatraces necesitan 3 horas de luz solar indirecta al día para desarrollarse de forma adecuada. Sin embargo, las flores y las hojas se quemarán a plena luz del sol. Elige un lugar iluminado (como el marco de una ventana) que tenga sombra parcial o que solo reciba luz indirecta.[5]
  5. Añade un poco de agua adicional justo después de plantar el bulbo para hacer que se asiente la tierra circundante. Cada vez que la tierra empiece a secarse, añade más agua para mantener la tierra húmeda, no empapada.
    • Las hojas con puntas negras es un signo de riego excesivo.[6]
  6. La aplicación regular de fertilizante es beneficiosa para los alcatraces. Alimenta la planta diluyendo un fertilizante líquido de 10-10-10 con partes iguales de agua y aplicándolo en la tierra. Repite el proceso cada mes cuando la planta no esté en periodo de inactividad.[7]
    • Con una fertilización, riego y luz adecuados, la planta empezará a florecer 8 semanas posteriores a la plantación.[8]
  7. Cuando las temperaturas externas suban en verano, busca una zona al exterior donde los alcatraces puedan pasar los meses más cálidos. Lo ideal es colocarlos en una zona con sombra parcial o que solo reciba sol indirecto.[9]
    • Cuando las temperaturas empiecen a descender al final del verano, vuelve a llevar los alcatraces al interior de tu casa.
  8. Cuando las hojas empiezan a amarillearse, significa que la planta está entrando en inactividad. En este punto, deja de regarla y fertilizarla para detener su florecimiento. Traslada la planta a una zona interior que sea fría y oscura y déjala allí por 2 o 3 meses.[10]
    • Los alcatraces entran en estado de inactividad una vez al año. Este periodo de descanso es necesario para producir sus flores bellas y abundantes.
    • Un buen rango de temperatura para los alcatraces inactivos es de 15,5 a 24 °C (60 a 75 °F).[11]
  9. Una vez que la planta haya descansado un par de meses, llena otra maceta con tierra para macetas fresca y húmeda. Utilizando las manos, desentierra con suavidad el bulbo y trasládalo a su nueva maceta. Llévalo a un lugar iluminado y reanuda el programa de riego y fertilización regular.[12]
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Trasplantar los alcatraces al jardín

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  1. Puedes trasplantar los alcatraces al jardín en primavera, verano y otoño, siempre y cuando los cuides de forma adecuada antes del invierno. Puedes plantarlos al exterior cuando las temperaturas empiecen a aumentar y haya pasado el riesgo de congelamiento.[13]
  2. Los alcatraces plantados al exterior requieren abundante luz solar brillante pero indirecta. Lo ideal es una zona que reciba sombra parcial o luz filtrada o indirecta.[14]
  3. Labra la tierra del lecho de cultivo para soltarla antes de plantar. Esparce 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de materia orgánica (por ejemplo, composta o mantillo orgánico) en el lecho de cultivo. Haz penetrar la materia orgánica en la tierra con un arado cincel para mejorar el drenaje y brindarle a la planta una gran cantidad de nutrientes.[15]
  4. Haz un agujero de 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) en la tierra para el bulbo. Saca suavemente el bulbo de la maceta con las manos y colócalo en el agujero. Cúbrelo con tierra fresca.[16]
    • Si vas a trasplantar más de un alcatraz, sepáralos a 30 cm (12 pulgadas) de distancia.
  5. Conforme crezca la planta, riégala apenas la tierra empiece a sentirse seca al tacto. Riégala de forma regular para mantener la tierra siempre húmeda, pero no empapada. Reduce ligeramente el riego si las puntas de las hojas empiezan a oscurecerse.[17]
  6. Dado que los alcatraces producen muchas flores y florecen por mucho tiempo, necesitan una gran cantidad de nutrientes adicionales. Diluye un fertilizante de 10-10-10 con partes iguales de agua y añádelo a la tierra en la base de la planta.[18]
    • Una vez que el alcatraz empiece a florecer, puedes aumentar la fertilización a cada 2 semanas.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Cuidar de los alcatraces durante los inviernos más fríos

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  1. Al hacerlo, las hojas empezarán a amarillearse, lo que indica que la planta está entrando en inactividad. Esto sucede una vez al año, por lo general en invierno. El periodo de inactividad le permite a la planta tiempo de descansar y recuperar energías para la siguiente temporada.[19]
  2. Esteriliza un par de tijeras o tijeras para jardinería con alcohol. Corta todo el follaje y las flores hasta el nivel de la tierra.[20]
  3. Suelta la tierra que rodea el bulbo con las manos o una pala. Llega hasta la tierra y retira el bulbo con la mano. Debes hacerlo antes de la llegada de las heladas o será difícil de retirar.
    • Si el clima de tu zona es más cálido con inviernos más suaves, puedes dejar el bulbo en la tierra durante la temporada. Para mantenerlo caliente, cubre la zona con una capa gruesa de mantillo durante el invierno.[21]
  4. Enjuaga el bulbo para quitarle el exceso de tierra y luego sécalo dando toquecitos con una toalla limpia. Corta los brotes excedentes de alrededor del bulbo con las tijeras, de modo que los brotes no superen los 1,2 cm (1/2 pulgada) de largo.[22]
  5. Colócalo en una rejilla de enfriamiento para permitir que circule el aire alrededor de él. Déjalo secarse al exterior por un mínimo de 12 horas y hasta 48 horas. El bulbo debe secarse por completo antes de almacenarlo para el invierno.[23]
  6. Trasládalo a una bolsa de papel o a una maceta llena de turba.[24] Debes protegerlo pero a la vez mantenerlo bien ventilado. Trasládalo a una ubicación fría y oscura hasta el momento de volver a plantarlo en primavera.
    • Almacénalo a una temperatura de 15,5 a 24 °C (60 a 75 °F) por todo lo que dure el invierno.[25]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Identificar los grupos de alcatraces

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  1. La más común es la especie Zantedeschia aethiopica que es muy tolerante a la humedad y puede soportar las tierras empapadas. Puedes añadirla a un jardín acuático. Se identifica fácilmente por su gran tamaño, hojas lisas sin manchas y con frecuencia, flores blancas. Si le das mantillo adicional desde la zona de rusticidad 6 en adelante (en Estados Unidos), puede sobrevivir al exterior.[26]
  2. Las formas delicadas de la Zantedeschia son esencialmente cultivares de Z. elliottiana y Z. rehmannii (también conocidos como híbridos de Elliottiana y Rehmannii), pero también pueden abarcar las especies Z. albomaculata y Z. jucunda. Por lo general, se les llama calas. Puedes reconocerlas por sus flores de diversos colores distintos al blanco y sus hojas manchadas. Dichas especies y sus cultivares no se adaptan a la tierra empapada y no pueden soportar las heladas. Se cultivan mejor en condiciones con buen drenaje, por ejemplo, en un arriate con plantas perennes y anuales o en macetas. Trátalas como plantas anuales o traslada los bulbos al interior de tu casa en otoño, antes de la llegada del clima frío.[27]
    • Gracias al mejoramiento de plantas, también existen híbridos de estos dos grupos que pueden ser difíciles de diferenciar. Consulta con una página web o un experto en plantas para más detalles.
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Acerca de este wikiHow

Lindsey Swett
Coescrito por:
Especialista en plantas
Este artículo fue coescrito por Lindsey Swett. Lindsey Swett es especialista en plantas y la propietaria de Niche Plant Shop en Boston, Massachusetts. Tiene más de una década de experiencia trabajando en diversos entornos de plantas, incluyendo campos de golf, parques públicos y centros comerciales de jardínes. Actualmente, se enfoca en ayudar a propietarios de plantas a cuidar sus plantas de interiores. Lindsey obtuvo una maestría en arquitectura paisajista en la Universidad de Michigan. Este artículo ha sido visto 123 413 veces.
Categorías: Siembra y cultivos
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