Semanas antes de que el mundo entero debatiese por qué Jack y Rose no cabían en esa tabla al final de ‘Titanic’, en las Navidades de 1997, los espectadores de fuera de Estados Unidos abandonaban las salas de cine con otro tipo de preguntas diversas y enjundiosas: ¿de verdad las Spice Girls empezaron en una especie de cafetería italiana? ¿Ha sido toda la película un sueño? ¿Ese autobús estaba conducido por Meat Loaf? ¿Qué tenían que ver los extraterrestres con todo esto? ‘Spiceworld: La película’ era el nombre de la producción que suscitaba todas estas dudas, algunas por resolver. Lo que está fuera de cuestionamiento es que, por muchas listas que la incluyesen automáticamente entre las peores de la historia tras su estreno y por muy hondo que los usuarios de agregadores la sigan intentando enterrar a base de bajas puntuaciones, la película fue un éxito rotundo.

Primera y, hasta ahora, última aventura de las Spice Girls en pantalla grande, ‘Spiceworld’ se rodó en la cima de la popularidad de la banda, con la canción ‘Wannabe’ sonando a todas horas en radio y televisión. Su primer álbum, ‘Spice’, había sido el disco de un grupo de mujeres más vendido de todos los tiempos. El presidente sudafricano Nelson Mandela, símbolo de la lucha contra el Apartheid, no titubeó al describir la visita de las Spice Girls a Johannesburgo en 1997 como “uno de los grandes momentos” de su vida. En semejante contexto, los responsables de ‘Spiceworld’ razonaron que el proyecto, como el acontecimiento que era, debía tener una presentación en Cannes.

En EE UU se convirtió en el estreno más taquillero conseguido por una película en el fin de semana de la Superbowl (allí se vio un mes más tarde que en Europa, a finales de enero de 1998), mientras que en su Reino Unido natal batió el récord de apertura de una producción británica. En total, 100 millones de dólares de recaudación, frente a un presupuesto de apenas 5. Enfrente, la indignación de popes de la crítica como Roger Ebert, de los organizadores de los premios Razzie —que nombraron Peores Actrices del año a las cinco cantantes— y de algún que otro adolescente misógino que gustaba de arrancar las cabezas de las muñecas Barbie de sus hermanas y pintarrajearles la Superpop.

Vehículo promocional de la marca, aquel presunto cataclismo cinematográfico no era tampoco algo que no se hubiese hecho antes: con la mirada puesta en cómo los Beatles conquistaron también el cine, la trama homenajeaba evidentemente sus dos largometrajes, ‘¡Qué noche la de aquel día!’ (1964) y ‘¡Socorro!’ (1965), el primero de ellos, además, molde narrativo de ‘Spiceworld’. “Tienen que hacer un concierto al final de la semana y la prensa va detrás de ellas. Ese viene a ser el argumento. Se nos ocurrió, en gran medida, por la pureza de ‘¡Qué noche la de aquel día!’, en la que no pasaba nada. Ringo se enfada, se va a dar un paseo… Se trataba de una excusa para conocer sus personalidades y su visión del mundo”, describía el coproductor Barnaby Thompson en un reciente reportaje en Independent. “Queríamos hacer una película que tuviese el espíritu de las chicas, y ellas no se tomaban a sí mismas en serio. Todo el mundo estaba feliz de autoparodiarse”.

las spice girls en una foto de archivo
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A bordo de un autobús con la bandera de la Unión estampada, las Spice Girls aparecían retratadas en la película con unos habitáculos muy parecidos a los de los Beatles en ‘¡Socorro!’, tenían un conato de beef con Juan Pablo II, soltaban proclamas feministas (tal vez inesperadas por la audiencia contemporánea) y, haciendo justicia a su canción más famosa, no dejaban de lado a sus amigas. Ni siquiera a la que tenía la puntería de romper aguas a la hora en que ellas debían actuar en el Royal Albert Hall de Londres con aforo completo.

Humor inglés, alcohol y estrellas de rock pedófilas

En el documental ‘Raw Spice’ (2001), el cofundador Chris Herbert describía el proceso de creación de las Spice Girls como algo parecido a una serie infantil de dibujos animados: una respuesta a boy bands como Take That, pero con chicas, y definidas por personalidades, rasgos y —gracias a la encomiable ayuda de la prensa— motes diferenciados. Mel B (‘Scary’, la más imponente), Mel C (‘Sporty’, la aficionada a los deportes), Emma Bunton (‘Baby’, la pequeña e ingenua), Geri Halliwell (‘Ginger’, porque ser pelirroja es una personalidad) y Victoria (‘Posh’, la amante de la moda) representaban una especie de versión primitiva de ‘Las Supernenas’, solo que divididas entre cinco. Y en la película se buscaba reafirmar esos roles cara al público.

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Victoria, Geri, Mel B, Emma y Mel C.

La primera tentativa de dar forma a esa narración vino de Disney. La factoría quería hacer una película que funcionase como historia familiar de orígenes, con las jóvenes cumpliendo el sueño de triunfar en el mundo de la música gracias al apoyo de unos progenitores ficticios. Sin embargo, a las Spice Girls no les gustó. “Aunque existe la percepción de que solo eran unas chicas contratadas y que todo estaba manufacturado, ellas realmente tenían bastante poder de decisión sobre lo que hacían y dejaban de hacer”, explicó a Independent Kim Fuller, hermano del manager Simon Fuller y, a la postre, orgulloso guionista de ‘Spiceworld’.

Disney se quedó sin el proyecto, si bien la persona encargada de dirigirlo provendría de sus filas: Bob Spiers, con ‘Un gato del FBI’ (1997) como única película en el currículum —también la mayoría de capítulos de la serie de Jennifer Saunders ‘Absolutamente fabulosas’, entre 1992 y 2001—, fue el hombre sobre el que recayó la misión.

“No podías acercarte mucho a él en todo el día, porque claramente emanaba alcohol de su garganta. La mayor parte del tiempo no podía ni andar. Y eso influyó en sus decisiones”, declaró a Vice el director de fotografía Clive Tickner, que, no obstante, se acreditó a sí mismo como responsable de que la escena más delirante de la película se materializara: el momento, sin peso ni desarrollo alguno en los acontecimientos, en que las Spice Girls bajan del autobús en medio de la carretera para orinar y son sorprendidas por la visita de unos alienígenas en busca de entradas para su concierto.

Sin descartar que se tratase de un olvido voluntario, según Tickner, Spiers (fallecido en 2008) nunca pidió al departamento de arte la construcción de la nave espacial necesaria, así que el director de fotografía tomó la iniciativa y se anticipó para que esas páginas del guion pudiesen rodarse llegada la fecha. Debido a esto, las imágenes de Victoria Beckham firmando la barriga de un marciano mientras le llama “gordo” y de Geri Halliwell besando a otro de los tripulantes son ahora parte del inconsciente colectivo de una generación.

Con el fanatismo en torno a las Spice Girls a pleno rendimiento, todo famoso quería un cameo en ‘Spiceworld’. Aparte de los argumentalmente relevantes papeles de Naoko Mori, Richard E. Grant y Roger Moore (el antiguo 007 interpreta irónicamente a un trasunto de Blofeld, el histórico villano de la saga, con un cerdo como mascota en lugar de un gato, que se comunica con frases al estilo de Confucio y supuestamente representa al manager Simon Fuller), por los 93 minutos de película desfilan figuras como Elton John, Elvis Costello, Hugh Laurie, Stephen Fry, Bob Hoskins, Jennifer Saunders, Jools Holland o Dominic West.

sean connery como james bond en dr no
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Según contó en un programa de la televisión británica en 2003, Fry aceptó participar después de que sus sobrinas le dijeran que un póster autografiado de las Spice Girls equivalía a los regalos de “diez Navidades”. Gary Oldman también quiso salir, pero no pudo por problemas de agenda. En cuanto a Moore, bastó para convencerle una simple petición de Victoria, que, por añadidura, hizo de chica Bond en una escena.

Y, tal y como los productores han reconocido, incluso hubo contactos con el entonces Primer Ministro Tony Blair para una escena final donde él anunciaría en rueda de prensa quién era su Spice Girl preferida. El gobierno laborista se lo pensó, aunque finalmente no ocurrió. Se desconoce si las palabras de Geri Halliwell señalando a Margaret Thatcher como “la primera Spice Girl” afectaron al curso de las negociaciones.

Del mismo modo que el guionista Kim Fuller tuvo, sobre la marcha, que echar mano de la tradición del humor inglés más absurdo y metaficcional para reescribir escenas y nuevas líneas de diálogo afines a los dispares cameos que iban surgiendo, la actualidad también obligó a alterar ‘Spiceworld’: las referencias a Lady Di, fallecida en un accidente de tráfico en agosto de 1997, fueron eliminadas, así como la presencia de Gary Glitter, después de que la estrella de rock fuese arrestada por posesión de artículos de pornografía infantil. La versión de su canción ‘I am the leader of the gang (I am!)’ que las Spice Girls realizan en la película, no obstante, sobrevivió en el montaje.

Como el mejor vino

La consideración crítica en torno a ‘Spiceworld’ ha cambiado a lo largo de sus 25 años de existencia. Lejos de su etapa de hiperexposición, con el grupo disuelto hace tiempo (Geri Halliwell lo dejó cinco meses después del estreno), la película difícilmente encuentra ya espectadores lo suficientemente preocupados por las Spice Girls como para motivar las reacciones iracundas que suscitó a finales de 1997 y principios de 1998.

Incluso para alguien a quien siga sin hacerle mínima gracia, ‘Spiceworld’ tiene como documento un interés casi antropológico. Se trata, al fin y al cabo, de una de las grandes expresiones de la llamada Cool Britannia, el concepto en el que se concentraba el nuevo optimismo nacional que vivía Reino Unido, con la modernización que teóricamente iba a impulsar la administración de Blair, la acogida de la Eurocopa de Fútbol de 1996 y el surgimiento de grandes grupos que volvían a convertir al país en protagonista de la escena musical planetaria.

emma stone y emma bunton juntas
@emmaleebunton//Instagram

Película de naturaleza accidentada, concebida para promocionar un disco homónimo que las Spice Girls no tenían siquiera compuesto cuando empezó el rodaje, si ‘Spiceworld’ se sigue recordando es por su idiosincrasia alegremente idiota, imposible de separar del instante en que se realizó, antes del 11-S y de la guerra de Irak. También representa un modo ya extinto de relación entre un grupo famoso y sus seguidores: los guiños cómplices, las parodias, el afán por sorprender de formas extravagantes… recursos que han dejado paso a una comunicación ahora aparentemente menos mediada, definida por las redes sociales y más confesional, donde las estrellas se muestran vulnerables y evitan la frivolidad para generar identificación.

El cine actual protagonizado por grupos de música —con honrosas rarezas como 'Studio 666', la película de terror de los Foo Fighters, del pasado 2022, o ‘Scooby Doo conoce a KISS: Misterio a ritmo de rock & roll’ (2015)— gira, por ello, más en torno a formatos semidocumentales, donde los ídolos no bromean sobre despertar a una persona del coma desnudándose, sino que intentan intimar con el público compartiendo o fingiendo compartir sus sentimientos. “Es imposible imaginar una película de One Direction que contenga una larga secuencia con alienígenas”, escribía la periodista Sirin Kale en Vice.

studio 666 foo fighters
Roswell Films

En su artículo ‘Spiceworld’ y yo, la también periodista Eleanor Stanford, de The New York Times, reevaluaba su relación con la película, de la que decía haber sido fanática con 8 años, haber despreciado en la universidad y haber redescubierto durante una visita posterior a casa de sus padres. “Es mucho más inteligente y autoconsciente de lo que recordaba. Se burla de las instituciones culturales dominantes relacionadas con el éxito del grupo: la industria del cine, los tabloides de Londres, el mundo de la música, la estructura de clases británica. Lo mejor es que satiriza a las propias Spice Girls”, reflexionaba. “Ellas formaban parte y ganaban mucho dinero a costa del (muy machista) sistema, pero lo hacían astutamente, con un guiño y una sonrisa. Creo que fueron incomprendidas en su momento y me pregunto si una banda tan irreverente y despreocupada como la de ellas podría existir hoy”.

Igual que solo hay una banda como Spice Girls, solo hay una película como ‘Spiceworld’, aunque, desde hace años, rumores constantes sobre una posible nueva entrega han acompañado a las sucesivas reuniones del grupo (la única con todas las integrantes se realizó entre 2007 y 2008). Con una producción animada de Paramount confirmada en 2019 y después paralizada, en 2021 el anuncio de otra película de acción real volvió a ser desmentido por Victoria Beckham. Tal vez no sea lo que sus fieles realmente, realmente quieran, pero sí está previsto que todas las Spice Girls aparezcan en una próxima serie documental de Netflix, aún sin fecha de estreno, realizada por el equipo de ‘El último baile’ (2020). No está previsto, en cambio, que vaya a haber alienígenas.

Headshot of Jaime Lorite
Jaime Lorite

Periodista y cantante punk, vio 'Holmes & Watson: Madrid Days' el viernes de estreno y un día se puso el objetivo de que le pagaran por escribir sobre pelis de tortas y de gente con las tripas por fuera. Podría estar consiguiéndolo.