El Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal eran dos árboles en el Jardín del Edén (Gén. 2: 9).
El árbol de la Vida
El Árbol de la Vida es un símbolo de la vida eterna. Por esta razón, todos los que comen del árbol de la vida vivirán para siempre (Gén. 3:22). Después de que el hombre cayó en pecado, Dios le prohibió comer del árbol de la vida. Hacerlo le haría vivir para siempre en un estado caído de pecado y miseria en este mundo.
En la Nueva Jerusalén, al final de los tiempos, aquellos que han confiado en Cristo tendrán el derecho de comer del árbol de la vida (Ap. 22: 2, 22:14).
El árbol del conocimiento
El Árbol del conocimiento del bien y del mal se puso en el jardín del Edén como una prueba. ¿Adán y Eva se someterían al Señorío de Dios y no comerían del árbol o tratarían de convertirse en sus propios señores al decidir qué era bueno o malo para ellos mismos? El SEÑOR había dicho que era malo comer del árbol, y que el día que lo comieran, seguramente morirían (Gén. 2:17).
Juzgar lo que es bueno
Antes de comer el fruto de este árbol, conocían el bien, pero no conocían el mal. Al elegir comer del árbol, adquirieron por medio de esta experiencia el conocimiento del mal cuando su acto de desobediencia corrompió su naturaleza humana, pervirtiendo el bien que había allí. Al decidir por sí mismos lo que era bueno o malo, trajeron el pecado y el sufrimiento a la raza humana. Adán y Eva fueron puestos a prueba para ver si confiarían en que Dios era bueno, o si confiarían en sí mismos como mejores jueces de lo que era bueno. Para cuando pensaron que sabían mejor que Dios, lo que era bueno para ellos. Consecuentemente el resultado fue el pecado y la muerte.
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