Qué es un ‘facelift’ y cuál es la (sutil) diferencia con un ‘restyling’

El desarrollo desde cero de un modelo específico de automóvil puede durar unos cinco años. Y una vez lanzado al mercado, su vida comercial suele ser de otros siete antes de ser renovado por otro completamente nuevo.  

Durante ese periodo, y para mantener fresco su aspecto frente a la competencia, los automóviles suelen recibir retoques estéticos. En ocasiones, también coinciden con mejoras técnicas, de equipamiento o la introducción de nuevas mecánicas en su gama. 

‘Facelift’: ¿qué es?

La renovación más ligera se llama facelift (‘lavado de cara’) y tiene como objetivo poner al día la imagen del coche, que podría haber perdido la frescura del estreno al cabo de unos pocos años. Esta renovación suele afectar al frontal del coche y modifica sutilmente algunos detalles. Entre ellos, la forma de los faros, los pilotos y la parrilla, o algunos elementos de decoración como la pintura, las protecciones de la carrocería o los cromados. 

Otra palabra que se utiliza cuando toca renovar el aspecto de un automóvil es el restyling y se puede traducir del inglés como rediseño. Las diferencias entre el restyling y el facelift pueden ser muy sutiles y a veces se utiliza indistintamente la misma palabra para decir lo mismo.  

‘Restyling’: estética y algo más 

Pero el denominado rediseño va en ocasiones un poco más lejos y no se conforma con modificar pequeños detalles. También puede afectar en mayor o menor medida a otras partes de la carrocería, variando por ejemplo la forma de los paragolpes o alguna otra parte de su estructura. En este caso, la evolución estética del modelo se hace más evidente a simple vista y resulta más fácil distinguir los cambios. 

Otro de los motivos de renovación en las gamas de los automóviles es la aparición de nuevas tecnologías que las marcas incorporan. Buen ejemplo de ello, por su trascendencia, son los faros de LED. Por su innovación y ventajas estéticas (sus ópticas pueden adoptar cualquier forma) han cambiado sustancialmente la mirada, la iluminación y el aspecto general de los automóviles. 

Cambio de generación

Cuando el ciclo de vida del modelo en cuestión llega a su fin, se produce su relevo por un sucesor. Entonces se produce lo que se llama un cambio de generación. Los modelos más más longevos de la historia del automóvil han pasado por numerosas generaciones en su evolución. Algunos de los más representativos son el Toyota Corolla (12), el Honda Civic (11) o el Volkswagen Golf (8).  

Sin embargo, para que se considere una nueva generación del modelo hace falta que los cambios sean más importantes que los de un facelift o un restyling. Suelen implicar un aspecto exterior diferente, pero también cambios generales en el chasis, interiores y en la oferta mecánica. 

Con la aparición en el mercado de los coches eléctricos, los fabricantes parecen inclinarse por una vida comercial más corta de sus modelos, unos cinco años, lo que conllevará también una menor necesidad de retoques estéticos que los actualicen.