1. La elegía y Ovidio | LT2 - Tema 5.4: La poesía lírica latina: Ovidio

1. La elegía y Ovidio

Una musa con una lira y la inspiración de Cupido

Károly Lotz: Musa
Imagen en Wikimedia. Dominio publico

La elegía es un subgénero lírico en el que también predomina el sentimiento subjetivo del autor pero que se caracteriza por el metro de la composición: el dístico elegíaco, compuesto de un hexámetro y un pentámetro.

El término elegía sufre una variación de contenido desde sus orígenes griegos hasta el último de sus grandes cultivadores latinos, Ovidio. Entre los poetas griegos arcaicos (siglo VII a.n.e.), el término elegía designaba toda composición de temática variada (reflexiones filosóficas, patrióticas, el amor, el vino, el disfrute de la vida...) y escrita en dísticos elegíacos. Más tarde, los poetas griegos alejandrinos (siglo III a.n.e.) introdujeron en la elegía la temática amorosa no personal: el poeta no cantaba sus amores propios sino, de una forma objetiva, los amores de héroes o personajes mitológicos. Este tipo de elegía pasa a Roma con los neotéricos; pero ya Catulo imprime a la elegía un rasgo temático que se va a convertir en característico de la elegía latina posterior de época de Augusto (Tibulo, Propercio, Ovidio): el poeta canta de una forma subjetiva sus propios amores. Por último, será el poeta Ovidio el que use la elegía para lamentar su desgracia de haber sido desterrado de Roma por Augusto. Con Ovidio el término elegía llega a adquirir el significado que le damos hoy en día: composición lírica de lamento donde el poeta llora alguna desgracia que le ha ocurrido, en especial la muerte de un ser querido.

Será en la época de Augusto en la que florezca la elegía latina: con ella la lírica gana en subjetivismo pero limita la variedad métrica de la que había gozado con Catulo y Horacio.

La poesía elegíaca se consolida en Roma con la obra, hoy perdida, de Cornelio Galo, poeta muy admirado en su época, entre otros por Virgilio. En su libro de poemas llamado Amores, cantaba a la actriz Cíteris con el seudónimo de Lícoris. Tanto él como los demás elegíacos posteriores seguirá el ejemplo de Catulo de sustituir el verdadero nombre de la amada por otro literario que tuviera la misma equivalencia métrica.

Los autores elegíacos de los que conservamos sus obras son: TibuloPropercio y Ovidio.

Curiosidad

La única mujer de la literatura latina cuya obra se nos ha coservado fue Sulpicia. Ha sido identificada con la hija de Servio Sulpicio, sobrina de Mesala, protector del círculo literario donde se integra Tibulo.

Se nos han conservado seis breves elegías que Sulpicia dedica a su amado Cerino, seguramente un nombre ficticio. Sus composiciones se caracterizan por la sencillez y naturalidad con las que habla de su amor, que parece no haber durado mucho.  

“¿Acaso te preocupas piadosamente, Cerino, por tu niña,

ahora que la fiebre tortura mi cansado cuerpo?

¡Ah! Yo no desearía vencer esta triste enfermedad

si no pensara que tú también lo deseas.

Pero, ¿de qué me serviría vencer la enfermedad, cuando

tú puedes soportar mis males con pecho insensible?

fresco que representa a una mujer con un pequeño Cupido
Fresco de Pompeya

Actividad de rellenar huecos

Ordena cronológicamente, colocando números del 1 al 6 en las siguientes fases de la evolución del término:

 

. Composición lírica de lamento donde el poeta llora alguna desgracia que le ha ocurrido, en especial la muerte de un ser querido.

. Entre los poetas griegos arcaicos (siglo VII a.n.e.), el término elegía designaba toda composición de temática variada (reflexiones filosóficas, patrióticas, el amor, el vino, el disfrute de la vida...)

. Elegía de época de Augusto en donde el poeta canta sus amores de una forma subjetiva.

. Los poetas alejandrinos (siglo III a.n.e.) tratan de una forma objetiva los amores de héroes o personajes mitológicos.

. Catulo avanza en muchas de sus elegías la temática amorsa personal.

. Ovidio con poemas desde el destierro instaura la temática dolorosa en la elegía.

 

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