Hijo de Pedro de Borbón, nieto del infante don Gabriel, y bisnieto de Carlos III, nació el 4 de noviembre de 1811. Desde muy pequeño fue aficionado a la pintura, y se sabe que pintaba desde los doce años, cuando tuvo como maestros a Bernardo López Piquer y a Juan de Ribera. En su juventud viajó por Italia, conoció a José de Madrazo, e incluso escribió un pequeño tratado teórico, De los aceites y barnices de que se hace uso en pintura (Madrid, 1860), lo que demuestra la cercana relación teórica y práctica con el ejercicio del arte pictórico. En 1867 fue nombrado miembro de la Real Academia de San Fernando y poco después consiliario de la misma. Su matrimonio con María Amalia de Nápoles le aportó una gruesa colección, que se incrementó sobremanera por las compras que José de Madrazo realizó para el infante durante la Desamortización, y por la incorporación de la colección de su segunda esposa María Cristina de Borbón. Entre las piezas que poseyó el infante se encontraban ciertas obras sobresalientes, como Cristo muerto sostenido por ángeles, de Rosso Fiorentino, o una versión de San Lucas retratando a la Virgen, de Lucas de Leyden (ambos en el Museum of Fine Arts, Boston). Pero, sobre todo, la colección se caracterizaba por la fuerte presencia de pintura española del siglo de oro, especialmente de Murillo (Virgen del Carmen, Universidad de California, Los Ángeles; San Fernando, colección A. Reinam, Nueva York; Virgen con Niño, colección particular inglesa, y San Francisco, Wallraf-Richartz Museum, Colonia); aunque también poseía cuadros de Velázquez (Retrato de la infanta Margarita, Fine Arts Gallery, San Diego), de Ribera (Retrato de Fernando de Moncada, Galleria Contini-Bonacossi, Roma), de Alonso Cano (Retrato de dominico, Alte Pinakothek, Múnich) e incluso del Greco (Ascensión de la Virgen, Art Institute of Chicago). Las obras de Goya y la pintura goyesca son un grupo a destacar en la colección, por la fuerte presencia de la pintura del aragonés e imitadores en las colecciones decimonónicas como la del infante, quien poseía sendos cuadros, citados como de Goya, representando a una monja y un religioso (colección particular, Inglaterra), así como la controvertida Majas al balcón (Metropolitan Museum of Art, Nueva York). La colección del infante Sebastián Gabriel fue incautada en 1835 y exhibida en el Museo de la Trinidad; poco después le fue devuelta, en 1861, y a su muerte, ocurrida en 1875, una gran parte fue vendida en Pau, a lo que se sumó la venta en 1890 de otra parte por su hijo en París, y una tercera en 1902 a nombre de su esposa, lo que explica la dispersión del conjunto. Entre las obras procedentes de esta colección que revirtieron en el Museo del Prado se encuentran La recogida del maná o San Jerónimo penitente, de Diego Polo, San Bernardo y la Virgen, de Alonso Cano, La Anunciación, de Antonio de Pereda, y Retrato de caballero, de Maíno.