Juana de Dios Manrique de Luna: la dama limeña que se unió a José Olaya por la liberación de la patria - Infobae

Juana de Dios Manrique de Luna: la dama limeña que se unió a José Olaya por la liberación de la patria

El 25 de noviembre de 1982, Judith Prieto de Zegarra, Diputada por las Provincias de Lima, presenta el Proyecto de Ley N° 1057 en la sesión de la Cámara de Diputados, solicitando la gratitud nacional hacia esta mujer.

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Ayudó a los patriotas durante la Independencia del Perú.
Ayudó a los patriotas durante la Independencia del Perú.

A Doña Juana de Dios Manrique de Luna, marquesa de Lara, le tocó vivir en la época más difícil de la independencia del Perú, pero ella fue una mujer con temple, como muchas otras. Junto con su esposo, don José Cayetano Luna Zegarra, abrazó con inteligencia y pasión la causa libertadora, participando activamente cuando los realistas ocuparon Lima.

Hoy por hoy se conoce como quien contactó a José Olaya para que llevara correspondencia entre los patriotas de Lima y Antonio José de Sucre en el momento que este estuviera atrincherado en la Fortaleza del Real Felipe ubicada en el Callao, Posteriormente, Antonio José de Sucre la denomina como “La patrona de Lima” por su lealtad como patriota. Por tal motivo, en la siguiente nota te contaremos su historia.

Su vida y papel en la independencia del Perú

No existe referencia sobre la infancia y posteriores estudios de Juana de Dios Manrique de Luna, pero nació aproximadamente en 1800. Sin embargo, se conoce que contrajo matrimonio con don José Cayetano Luna Zegarra, patriota a carta cabal. Es con él donde nace su sentimiento patrio y pensamiento de un pueblo libre sin sometimientos extranjeros. Ella participa de forma activa en grupos de patriotas cuya finalidad era liberar el Perú de España, su participación en la independencia era enlazar entre personas, la comunicación, el espionaje, apoyo económico en referencia a sus propósitos.

Antonio José de Sucre la bautizó como la "Patrona de Lima".
Antonio José de Sucre la bautizó como la "Patrona de Lima".

En años posteriores, José de la Riva Agüero y sus funcionarios tuvieron que establecerse en Trujillo. Para la defensa de la plaza en el Callao se quedó el General Antonio José de Sucre. Juana de Dios ayudaba económicamente a los patriotas y colaboraba estrechamente con José Olaya Balandra en su labor de difundir la correspondencia entre los patriotas.

Gracias a sus vinculaciones, doña Juana de Dios se enteraba de las actividades y de los planes de los realistas, los cuales llegaban al General Sucre a través de una perfecta organización de espionaje con base en su casa. Las comunicaciones de Sucre a los patriotas de Lima fueron entregadas por José Olaya Balandra a través de Juana de Dios. Sin embargo, fue apresado por el ejército realista. Lo torturaron con el fin de obtener información sobre las fuerzas patriotas. José Olaya Balandra no se amilanó ante el dolor.

Le aplicaron doscientos palazos y doscientos latigazos, que soportó sin ceder aun cuando le arrancaron las uñas. En la mañana del 29 de junio de 1823 pronunció, agónico, la frase: “Si mil vidas tuviera gustoso las daría por mi patria”; luego fue fusilado en el pasaje de la Plaza Mayor de Lima, que ahora tiene su nombre: Pasaje Olaya.

Tuvo conexión directa con Juana de Dios.
Tuvo conexión directa con Juana de Dios.

El jefe realista conminó entonces a doña Juana de Dios Manrique de Luna, heroica y valerosa mujer, a comparecer ante él. Ella estaba enferma, entonces el jefe ordenó a la tropa registrar su casa y someterla a intensos interrogatorios, pero Juana -con gran entereza- negó todos los cargos que le hicieron y no pudieron probárselos. Doña Juana ocultó hábilmente la organización, logrando salvar la vida de muchos que sostenían la causa libertadora.

Cuando se dio la independencia del Perú, José Antonio de Sucre la llamó “La patrona de Lima” y resaltó que merece nuestro eterno reconocimiento. Es la única mujer que se jugó la vida por la patria y cuyos restos reposan en el Panteón de los Próceres, por Ley del Congreso de la República.

Reconocimiento

El 25 de noviembre de 1982, Judith Prieto de Zegarra, Diputada por las Provincias de Lima, presenta el Proyecto de Ley N° 1057 en la sesión de la Cámara de Diputados, solicitando la gratitud nacional hacia Juana de dios Manrique de Luna por los servicios que prestó a la causa por la Independencia del Perú, haciendo referencias de sus acciones a favor de la causa independentista:

Simón Bolivar le bautizó como la "Patrona de Lima".
Simón Bolivar le bautizó como la "Patrona de Lima".

“…esta mujer, era a la vez, dirigente de un grupo de señoras, que yo me voy a permitir leer el nombre de ellas, porque fueron las conspiradoras que estuvieron muy cerca de las bases secretas en las cuales se escondían los patriotas (…) fueron: doña Antonia Zumaeta de Riquero, doña Carmen de la Riva de López Aliaga, doña María de Isla, doña Tomasa Visitación Requena, doña Teresa Garay, doña Carmen Palacios de Tellería, doña Juana Sánchez de Zumaeta y doña Águeda de Tagle. Estas mujeres ayudaron a Juana Manrique de Luna, a entregar precisamente estas cartas, muchas de ellas venían en clave a los grupos importantes de Lima. De manera que la obra de Olaya, hubiera sido inútil sino hubiera estado presente esta gran patriota y esta gran mujer…”

La propuesta fue admitida a debate a las Comisiones de Universidades. Ciencia y Cultura, que presenta su dictamen el 28 de abril de 1983, siendo aprobado en sesión de la Cámara de Diputados el 10 de mayo de 1983. El Senado de la República lo aprueba en revisión en sesión del 12 de mayo de 1983 y es promulgada por el Presidente de la República Fernando Belaunde Terry, como la Ley N° 23599 el 25 de mayo de 1983.

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