Historias de Filadelfia

Cary Grant, Katharine Hepburn y James Stewart participaron en clásicos reconocidos y de enorme éxito, y la combinación de los tres en esta película memorable fue un acierto total.
La clase de Grant se une al ingenio de la Hepburn y la gracia innata de Stewart en una comedia con toques románticos y aires de crítica social.
Aunque la historia no interese, solo por los protagonistas merece ser vista y recordada.

Evidentemente es una opinión pero creo que hay dos maestros irrepetibles en la comedia, que crearon auténticas obras de arte. Uno es Billy Wilder y el otro, George Cukor. El primero es ácido y sondea las entrañas del ser humano haciéndonos desternillar de risa. Cukor, es el rey de la comedia romántica, agradable y sutil. En esta película, coincide con tres grandes actores en estado de gracia... Sin destripar el argumento, permitidme decir que la escena en la que James Stewart encuentra borracha en bata, a una guapisima Katharine Hepburn es maravillosa... Ahí me enamoré de la Hepburn. Absolutamente imprescindible... Quizás el mejor director de comedia romántica dirigiendo a los "quizás" tres mejores actores. DELICIOSA.

Puede que suene a viejo mitómano y mis palabras a tópico falto de imaginación, pero ya no se hacen peliculas como ésta... donde los tiempos eran duros, en medio de una depresión económica y al inicio de una guerra mundial terrible, la gente se evadía de esa atmósfera opresiva en una sala oscura. Durante unas horas, el soldado destinado al frente junto a su chica, se sentía Cary Grant junto a Katharine Hepburn en una gran mansión. En ese marco histórico, paradójicamente, o quizás no, nacieron las mejores comedias de la historia del cine porque no olvidemos que el fin último del cine es entretener y no responder a las expectativas de sesudos pensadores; sólo que, en la decada de los 30, 40 y 50 el cine se convierte en CINE, pariendo Obras Maestras como la sofisticada comedia sobre la "beautiful people" de Filadelfia.

Inolvidable cinta de la mano de George Cukor, gran papel de Grant y Stewart y por supuesto impresionante la naturalidad e independencia de Katherine Hepburn en una película con un original argumento y un guión bien hilado, en cuanto a los diálogos son en ocasiones ácidos y ocurrentes, tambien destacable el decorado y la fotografía.

La época dorada del Hollywood clásico nos dejó grandes comedias para la memoria retratando a las altas clases con mucha ironía y simpatia.

Este tipo de comedias nacieron tras la aparición del sonoro ya que su comicidad se basa en rápidos e inteligentes diálogos y en la versatilidad y verborrea de sus intérpretes. El caso de esta Historias de Filadelfia (1940) es uno de los mayores ejemplos de esa alta comedia americana que tiene en su legendario trío protagonista (Grant, Hepburn, Stewart) su mayor encanto.

Uno de los directores de estudio por antonomasia, George Cukor mueve con total gracia a los personajes por el espacio y aprovechando todo el talento de los intérpretes. Una comedia ejemplar del cine clásico que devolvió el amor del público a Katherine Hepburn y le otorgó su único Oscar a Stewart.

Como siempre suelo decir, por suerte o por desgracia no suelo puntuar bien las películas antiguas sencillamente porque no me suelen entretener; sin embargo, Historias de Filadelfia si lo consiguió. Buenos diálogos, buenos interpretaciones y una historia sencilla pero muy realista son los ingredientes fundamentales de esta película.