La visita de la Juventus a la Roma en la noche de este domingo suponía uno de los partidos más atractivos de la jornada en la Serie A y no decepcionó en su media hora inicial. Romelu Lukaku abrió la lata para el Lacio a los 15 minutos y Gleison Bremer tan solo tardó 16' en responder gracias a una arrancada sobresaliente de Federico Chiesa por la banda derecha, donde, con un par de recortes, se creó el hueco perfecto para disponer un centro medido a la testa del brasileño.
Los de Daniele de Rossi estaban atenazados por las malas sensaciones de haber perdido, en casa, por 0-2 contra el Bayer Leverkusen tan solo unos días antes en la ida de semifinales de la Europa League. Los de Xabi Alonso, con un estilo de juego fluido y moderno, dominaron a los 'giallorossi', lo que dolió especialmente en la capital de Italia porque evidenció que al proyecto aún le queda tiempo para llegar a la superélite.
Turín tampoco pasa por su mejor momento futbolístico. Los 'bianconeri' acumulaban cuatro citas seguidas sin conocer la victoria antes de desplazarse al centro. Su casillero se había llenado de decepciones con empates ante el Milan, el Cagliari y el Torino, además de una derrota frente a la Lazio que no supuso problemas porque tuvo lugar en las 'semis' de la Coppa, donde el global le ha sido favorable al cuadro del norte.
Con estos alicientes, el partido del Olímpico se había convertido en uno de los imperdibles de este fin de semana. De ahí que agradara tanto que Lukaku tardara tan poco en abrir la lata en un gran remate para la Roma, que, como el primer párrafo de esta noticia ha recogido, encajó el empate en un par de recortes vertiginosos por parte de Federico Chiesa, autor de un centro medido a la testa de Bremer, que amartilló ante Mile Svilar.