ARTE

Exposici�n

Van Dyck VS Rubens

Retrato grabado de Pedro Pablo Rubens, firmado por Paulus Pontius en 1710.

La Biblioteca Nacional presenta una muestra con grabados seleccionados de su fondo, centr�ndose en los dos pintores flamencos del siglo XVII

Margaret Lemon fue apartada de Van Dyck a empujones. Sus celos, sus pasiones mal llevadas, su necesidad de control... era el ap�ndice enfermo del pintor y Carlos I, convencido de que su mejor artista perd�a fuerza a su lado, la sustituy� por una mujer m�s tranquila, m�s dispuesta a tolerar las excentricidades que solo se les perdonan a los genios. Orden� que se casase con una chica de la nobleza y olvidase a esa joven que le arrancaba la energ�a. Hay pasiones que consumen inteligencias y Lemon era para Van Dyck una dieta milagro. Ella no soport� el matrimonio 'concertado' de su ex amante, y mucho menos su muerte. Se peg� un tiro a los pocos meses, en 1641, muriendo a la sombra de Mary Ruthven (Lady Van Dyck), la verdadera viuda y madre de la �nica hija del pintor.

Cuatro siglos m�s tarde, nada ha cambiado para Margaret. Mary luce inmensa en las paredes de la Biblioteca Nacional y ella, peque�ita, descansa a sus pies. Son dos de las protagonistas de la exposici�n que re�ne los grandes grabados flamencos del siglo XVII y en la que Rubens y Van Dyck son sus mayores representantes, los considerados maestros de esta t�cnica.

"Tenemos una colecci�n inabarcable, la selecci�n ha sido minuciosa pero ninguno de los verdaderamente importantes se ha quedado fuera", asegura Concha Huidobro, comisaria de la muestra que durante a�os se encarg� de dirigir este fondo que incluye miles de obras. Ahora, 180 grabados, la mayor�a en torno a los dos pintores, forman Rubens, Van Dyck y la Edad de Oro del grabado flamenco.

"Van Dyck realiz� o invent� grabados de diferentes tem�ticas y destac� como un extraordinario retratista; en su obra Iconograf�a, cre� numerosos modelos de retratos que tuvieron una enorme influencia en toda Europa", explica Huidobro y aclara que aunque Rubens s�lo realiz� dos grabados, "contrat� a los mejores para que hicieran lo propio con la mayor�a de sus cuadros. Pero, nunca dej� de controlar y supervisar el proceso de creaci�n y edici�n".

Por eso, por la necesidad de confiar en otros artistas para realizar los grabados, nos encontramos con obras de Pontius, Bolswert, o Cornelis Galle (padre e hijo) que calcan de las pinturas de los grandes. "Sus trabajos tienen mucha importancia. Algunas de las obras de Rubens han desaparecido, por ejemplo, en incendios. Esto es lo �nico que nos queda de ellas. Su valor es inmenso".

Adem�s, el Museo del Prado ha cedido cuatro obras que se exponen junto a sus grabados. "As� podemos apreciar como estos sirven de espejo a las pinturas al estar realizados al rev�s", aclara Huidobro sobre La lamentaci�n de Cristo y Retrato de Mar�a Ruthven de Van Dyck; La Sagrada Familia con Santa Ana de Rubens y La cocina de Teniers.

Huidobro ha querido ensalzar la importancia de los paisajes en los grabados flamencos. Por ello, uno de los apartados de la exposici�n deja a un lado a los Van Dyck y Rubens y se centra en estos, los paisajes. Teniendo en cuenta que el desarrollo del grabado es paralelo al de la burgues�a, estas obras estaban pensadas para cubrir paredes de palacetes o grandes casas. Aqu� encontramos a artistas como Paul Brill, Lucas Van Uden o los grabadores Sadeler o Bolswert. "Estos, como el resto de los grabados, han tenido una gran importancia en la Historia del Arte", asegura la comisaria.

Para acabar, Concha Huidobro ha querido empezar por el principio: los libros. "Rubens fue el principal autor de portadas e ilustraciones para vol�menes ilustrados. El m�s importante de todos es la obra Pompa introitus, que narra la entrada de Fernando de Austria en Amberes a trav�s de minuciosos grabados", asegura la comisaria que ha querido que este volumen se pueda ver al completo a trav�s de im�genes digitales.

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