¿Qué es la ansiedad?
Si bien es normal que niños, niñas y adolescentes se sientan preocupados por cosas de su vida cotidiana, esa preocupación se vuelve un problema cuando es persistente y dificulta su vida cotidiana; conocé las causas, síntomas y qué hacer en esos casos
¿Cuándo hablamos de ansiedad?
La ansiedad es la sensación que tiene una persona cuando está preocupada o asustada por un evento o situación, presente o futura. Es un sentimiento natural que se expresa a través de la inquietud y el miedo, pero que en su forma habitual suele pasar. De hecho, la preocupación y el miedo en pequeñas cantidades ayudan a mantenerse seguro y protegido de los peligros.
Sin embargo, a veces la ansiedad puede transformarse en un afecto reiterado y llegar a hacernos sentir que las cosas son peores de lo que realmente son, lo que resulta abrumador. La preocupación constante puede llevar a una ansiedad prolongada, que puede dar lugar a un trastorno. La ansiedad, como la angustia, son emociones esperables, pero del que debemos poder entrar y salir.
Si la ansiedad impide que hijos e hijas hagan cosas que disfrutan, o se sienten preocupados o asustados en una situación que resulta sobredimensionada y no pareciera estresante, entonces es importante obtener apoyo para ayudarlos a sentirse mejor.
¿Qué causa la ansiedad?
Puede ser difícil identificar las causas exactas de la ansiedad. A nivel orgánico, cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes, suenan campanas de alarma en nuestro cerebro que nos dicen que algo no está bien. Para hacer que la situación difícil desaparezca, estamos más alertas, lo que nos impide pensar en otras cosas. Incluso se bombea más sangre a nuestras piernas para poder huir.
La ansiedad en niños, niñas y adolescentes
Es normal sentirse ansiosos por diferentes motivos y a diferentes edades, muchas de estas preocupaciones forman parte del crecimiento y son naturales.
Desde los 6 meses hasta los 3 años es muy común que tengan ansiedad por las experiencias de separación. Pueden querer estar siempre con sus madres, padres o cuidadores y llorar cuando se separan. Es una etapa normal en su desarrollo y suele terminar cuando llegan a los 2 o 3 años.
También es común que los niños y niñas en edad preescolar desarrollen miedos o fobias específicas, por ejemplo a los animales, los insectos, las tormentas, las alturas, el agua, la sangre y la oscuridad. Estos miedos suelen desaparecer gradualmente por sí solos.
Muchos niños y niñas se sienten ansiosos cuando van a una escuela nueva o antes de tener una prueba. Algunos pueden volverse tímidos o sentirse retraídos ante situaciones sociales.
¿Cuándo los adultos deben estar más atentos?
La ansiedad se torna preocupante cuando hijos e hijas no superan los miedos y preocupaciones comunes a medida que crecen, o si eso comienza a interferir con la vida cotidiana, tanto sea en la escuela, el hogar o el juego. En esos casos, puede que se necesite del apoyo de un profesional de salud mental.
¡A tener en cuenta! Solo un médico o un profesional de la salud mental puede diagnosticar una afección de salud mental, por lo que se lo debe consultar ante cualquier duda o indicio.
Síntomas de ansiedad en niños, niñas y adolescentes
Los síntomas de ansiedad pueden ser complicados e incluso pueden surgir mucho después de un evento estresante. Estos son los más comunes:
Físicos:
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Dificultad para respirar, dolores de cabeza o sensación de desmayo
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El corazón se acelera, lo que puede llevar a tener presión arterial alta
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Sensación de inquietud, temblores o sensación de debilidad en las piernas.
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Sensación de malestar estomacal: calambres, diarrea o idas frecuentes al baño
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Problemas para dormir o disminución del apetito
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Boca seca, sudoración excesiva o sensación de calor
Emocionales y mentales:
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Dificultades para enfocarse en las cosas, falta de concentración
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Sensación de pánico, tensión o nerviosismo, que puede generar un ataque
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Sentirse abrumado o sentir miedo
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Sentirse fuera de control en una situación
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Sentirse cansado y enojado
Cada uno siente la ansiedad de forma diferente. También, es natural sentirse más o menos ansioso que otros por una misma situación.
¿Cómo ayudar a sobrellevar la ansiedad?
Cuando niños, niñas y adolescentes se sientes ansiosos lo primero que se puede hacer es recordarles que el sentimiento pasará. Esto ayudará a calmarlos y a que la ansiedad baje. Hay cosas que se pueden hacer para ayudarlos a sobrellevar la situación y que estén mejor preparados:
1. Explorar juntos el sentimiento:
Pedirles que observen su sensación de ansiedad y que digan qué les sucede cuando se sienten así, cómo se sienten, cuánto dura el sentimiento y cuál podría ser la razón por la que les pasa. Cuanto más puedan entender el sentimiento y sentirse seguros, más fácil les será manejarlo.
2. Cambiar el foco de atención:
Debido a que no pueden controlar sus sentimientos, a menudo se hacen preguntas que no pueden responder, como "¿por qué sucede esto?" o "¿por qué yo?" Hacer preguntas como "¿Qué te gustaría cenar?" puede ayudarlos a concentrarse en el presente.
3. Fomentar hábitos saludables:
Dormir y comer bien puede influir positivamente en los sentimientos de ansiedad, ya que muchas veces, después de sentirnos ansiosos por períodos prolongados de tiempo nos sentimos agotados. Los expertos recomiendan de 9 a 12 horas de sueño por noche para niños de 6 a 12 años. Los adolescentes necesitan de ocho a 10 horas por noche. Para cuidar el tiempo de sueño, es importante limitar el tiempo frente a las pantallas por la noche y evitar que haya dispositivos digitales en el dormitorio.
4. Ayudarlos a usar sus sentidos:
Nuestros sentidos son herramientas poderosas para lidiar con los sentimientos de pánico, ansiedad y estrés. Para aprender a usarlos en momentos de ansiedad, se les puede enseñar el siguiente ejercicio: Pedirles que se sienten cómodos y que inhalen y exhalen lentamente. Después, que nombren cosas que no les causen angustia: cuatro cosas que pueden ver, tres cosas que pueden oír, dos cosas que pueden oler y una cosa que pueden saborear.
5. Usar la respiración:
A menudo, cuando estamos ansiosos, respiramos con la parte alta del pecho y nos olvidamos de respirar profundamente usando el abdomen. La respiración abdominal es muy relajante y nos ayuda a traer oxígeno a la parte más profunda de nuestros pulmones.
Este es un proceso fácil de tres pasos:
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Colocar la mano sobre el estómago.
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Respirar profundamente inhalando en cinco segundos
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Exhalar en otros cinco segundos.
Se inhala por la nariz y se exhala por la boca. Cuando se inhala, la barriga se infla suavemente como un globo y cuando se exhala, el aire sale lentamente del globo nuevamente.
Cuándo buscar ayuda profesional
Si la ansiedad está afectando la vida diaria de niños, niñas o adolescentes, el acompañamiento profesional puede marcar la diferencia. Iniciar un proceso de atención con un profesional de salud mental capacitado para trabajar sobre lo que sienten y las formas de sobrellevarlo, puede ser un importante espacio de escucha sostén y comprensión.
Como madres y padres, es importante saber que los sentimientos de ansiedad de hijos e hijas no son directamente un reflejo de su crianza y no reaccionan con ansiedad para buscar atención. La situación puede ser preocupante y grave, pero con la atención correcta, el afecto y el cuidado, la ansiedad podría elaborarse y superarse.