Cómo triunfar sobre nuestra competencia: El ejemplo de "Moneyball" - Kong Consulting

Cómo triunfar sobre nuestra competencia: El ejemplo de «Moneyball»

partido de beisbol

Cómo triunfar sobre nuestra competencia: El ejemplo de «Moneyball»

Moneyball es una película de 2011 dirigida protagonizada por Brad Pitt y Philip Seymour Hoffman. Es una adaptación de la novela «Moneyball: the art of winning an unfair game» (2003).

Basada en una historia real, sus enseñanzas se pueden aplicar al mundo empresarial, y constituye un magnífico ejemplo de cómo podemos hacer frente a la competencia con menos recursos.

En 2002 Billy Beane, manager general de un modesto equipo de béisbol de California, los Oakland Athletics, vio como los grandes conjuntos les robaban a sus mejores jugadores y le dejaban literalmente sin nada.

Las reglas del juego decían que sólo con grandes jugadores podías ganar la liga, y él tenía un grave problema, su presupuesto no le permitía contar con grandes jugadores, es más, si encontraba una joven promesa y la formaba los grandes equipos se la quitaban.

Ante esta situación decidió cambiar las reglas del juego diseñando, junto con un joven economista llamado Paul DePodesta, una nueva estrategia de fichajes.

La nueva estrategia que desarrollaron se basó en analizar los puntos fuertes y débiles de cada jugador en el contexto del equipo usando para ello datos reales y objetivos. Se centraron en buscar no las mejores individualidades, sino en encontrar a aquellos jugadores que más podían aportar al equipo de forma que se valoraba no su calidad, sino su capacidad para ayudar al conjunto a lograr sus objetivos.

Dicho de otra forma, en vez de crear complejos procesos de trabajo, dividió el juego en pequeñas parcelas y buscó jugadores que fuesen muy buenos en esas parcelas, dejando que sus compañeros supliesen sus deficiencias en otras áreas del juego.

Formó así un equipo compuesto por jugadores descartados por los otros equipos.

El resultado fue que en 2002 los Oakland Athletics encadenaron 20 victorias seguidas, algo que, en la historia del béisbol, no había ocurrido jamás hasta aquel momento, llegando a las finales del campeonato ese mismo año.

La moraleja de esta historia es que con una buena estrategia y un buen sistema de información es posible alcanzar cualquier objetivo que nos propongamos, incluso si para ello es necesario cambiar las reglas de juego de un sector.